Opinión

El valor de un papá

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19 de marzo de 2019, 4:00 AM
19 de marzo de 2019, 4:00 AM

Hoy celebramos con alegría el Día del Padre boliviano. De aquellos que están presentes y también de aquellos que ya no están con nosotros por azares de la vida. El padre, al igual que las madres, cumplen una función fundamental en la formación de los hijos, una labor que se hace imprescindible valorar y fortalecer, a través de pequeños gestos y acciones concretas para quienes son uno de los pilares de la familia.

Los sicólogos coinciden sobre la importancia de la figura del padre en el desarrollo de toda persona. No solo por su aporte económico, sino porque su presencia y la relación que plantea con los hijos es clave a la hora de determinar la personalidad y la seguridad de estos. En ese sentido, su rol no debería quedar enmarcado en el de proveedor.

El machismo como ideología política no solo hace mucho mal a las mujeres, víctimas del atropello a sus derechos y de la violencia, sino también es pernicioso para los propios varones que terminan sujetos de ataduras y prácticas culturales que también afectan su posibilidad de desarrollarse plenamente y de ser felices junto a los otros.

Hoy los padres también demandan una liberación de sus roles tradicionales para que, participando todos en un mismo núcleo familiar, sean capaces de construir una mejor sociedad.

En Bolivia, en particular, este desafío es más acuciante si pensamos que la mayoría de los padres y madres bolivianos son víctimas de la explotación laboral, los bajos salarios y la exclusión social que, en muchos casos, llevan al alcoholismo y la violencia en las relaciones familiares. Tal situación se plantea como un desafío a trascender por parte de unos y de otras.

Como lo resaltamos cuando celebramos el día de las mamás, en realidad, todos los días deberíamos recordar el valor que tienen los padres de familia. Su encomiable entrega para garantizar el pan de cada día, pero sobre todo porque su ejemplo de vida puede ser determinante para la formación de sus hijos.

Padres responsables de sus obligaciones, padres respetuosos con sus compañeras de vida, padres que defienden valores, padres que valoran la educación, padres positivos seguramente ayudarán a formar hijos con el mismo talante y con los mismos principios. Padre hay uno solo y merece el mayor de los respetos y la ayuda más pronta para el bienestar de todos.

Ser papás, para quienes han tenido esa fortuna, es uno de los privilegios más grandes que le puede dar la vida a una persona. Honremos esa figura, ayudemos como hijos o compañeros de vida a que ellos también puedan cumplir su labor para el bien de sí mismos y de quienes lo rodean.

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