Opinión

El voto de los bolivianos en el extranjero

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11 de septiembre de 2019, 4:00 AM
11 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Hay más de 379.000 bolivianos que se inscribieron para votar en el extranjero. Constituyen el 5% del padrón electoral nacional, que tiene algo más de 6,9 millones de registrados. A diferencia de comicios pasados, lo que decidan los compatriotas fuera de Bolivia será relevante e incluso puede ser determinante para definir quién gobernará el país durante los próximos cinco años.

Se trata de compatriotas que tuvieron que marcharse del país; muchos lo hicieron por necesidad, al no encontrar trabajo en Bolivia; otros lo hicieron porque hallaron mejores oportunidades de estudio o de ejercicio de sus profesiones fuera de las fronteras. La cifra puede ser alentadora para alguna sigla política que confía en tener esos votos cautivos, pero no deja de ser lamentable porque se trata de talentos que están dejando su capacidad y juventud en otras naciones, debido a que este país fue incapaz de retenerlos.

379.000 votos en el extranjero quintuplican el padrón de Pando; son más que los votos en Beni, Tarija y Oruro, mientras que es una cifra similar a la de Chuquisaca; es decir que la decisión que se emita en otros países tendrá mayor relevancia que la que se dé a conocer en cuatro departamentos del país e igual que la que se dé a conocer en la capital de Bolivia.

Es interesante que cuente el voto de los compatriotas que están lejos, pero también significa una doble responsabilidad individual, porque al no estar en el día a día del país, no palpan la realidad nacional como quien se queda y lucha a diario por la vida. En ese sentido, es fundamental que participe y decida, pero que ese voto sea muy meditado; que no prevalezca el sufragio ‘por cumplir’ o el que se emite por impulsos emotivos, ya que el costo puede ser alto, tanto para sus propias posibilidades de retorno a un país con más empleo y mejores condiciones de vida, como para sus familiares que permanecen en Bolivia.

De acuerdo con los registros oficiales del Órgano Electoral, la participación del boliviano fuera de las fronteras fue decreciendo con el paso de los años. En las elecciones de 2009 votó el 74% de los inscritos en el extranjero; la cifra bajó al 62% en los comicios de 2014 y se derrumbó al 31% en el referéndum de 2016. Para los comicios de este año hay algo más de 120.000 nuevos inscritos en el exterior del país, especialmente en Argentina, España, Brasil y Chile, que son los lugares donde se puso más énfasis al empadronamiento. Algunos representantes de la oposición creen que el crecimiento es sospechoso, lo cual no suena descabellado porque todavía no se despejan las dudas sobre el accionar de los vocales del Tribunal Supremo Electoral.

No obstante, será fundamental que la participación de los bolivianos en el extranjero sea masiva el día de las elecciones y que no se limite a marcar una papeleta de sufragio, sino también a controlar y cuidar que los resultados sean los que son, erradicando cualquier posibilidad de manipulación.

En gran parte de las ciudades donde habrá comicios, el voto se emitirá en consulados o embajadas, cuyos responsables son designados políticamente, por lo que habrá que tener todas las precauciones del caso.

Es también importante que los vocales electorales sepan que están bajo la lupa ciudadana y que cualquier mala acción será sancionada por el pueblo. Aún quedan 40 días para el 20 de octubre y el Tribunal Supremo Electoral aún no ha demostrado que puede ser confiable.

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