Opinión

Felicidades La Paz, ciudad maravilla

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16 de julio de 2018, 4:00 AM
16 de julio de 2018, 4:00 AM

La Paz celebra hoy el 209 aniversario de su histórico grito libertario, uno de los primeros que permitieron romper las cadenas de la opresión colonial española en tierras americanas. Por muchas razones, los paceños tienen mucho para estar felices en esta jornada donde se esperan importantes actos y entrega de obras.

En primer lugar, porque La Paz se ha transformado en la ciudad más moderna de Bolivia. La sede de Gobierno puede mostrar al país y al mundo con orgullo que ha hecho cambios sustanciales en su organización que le han dado bienestar a sus más de un millón de habitantes.
Su sistema de transporte genera la envidia sana de las otras ciudades de Bolivia y esa es una buena noticia. 

El sistema del teleférico es el más extenso y el más alto del mundo, y ha demostrado que es una opción eficiente, barata y turística para el transporte de cientos de miles de personas entre La Paz y El Alto.

Una gestión firme del municipio paceño permitió poner a raya al sector corporativo del transporte público. Para ello, puso en marcha el popular PumaKatari, un sistema de buses municipales que brinda el servicio cómodo y barato por las vías alternativas de la ya complicada hoyada paceña, que ha transformado la forma en que se mueven miles de personas a diario.

La Paz, además, es la ciudad más moderna del país por las políticas locales que permitieron establecer una urbe integradora y tolerante con la diversidad étnica, sexual y cultural de sus habitantes. Es la ciudad más mestiza y más indígena del país, y un ejemplo de convivencia social.
A la sede de Gobierno no le faltan problemas, obviamente. Su estrecha vinculación con el poder central la hace dependiente de sus conflictos y bloqueos. 

Pero su decisión por ser una ciudad diferente le ha permitido alcanzar reconocimiento internacional entre las urbes más maravillosas del mundo.

Quizás uno de los desafíos por delante que tiene La Paz pasa por alcanzar la independencia económica, sustentada en la industria y la manufactura, para dejar atrás la burocracia del centralismo que tantos costos le ha generado históricamente al país en su conjunto.

Aún así, La Paz sigue siendo un referente ineludible para las políticas de desarrollo urbano para el resto de las ciudades del país, entre ellas Santa Cruz de la Sierra, donde se requiere profundizar las políticas urbanas para garantizar un mejor transporte público, mercados más modernos, sistemas de salud y educación más eficientes y una mayor protección del medioambiente.

Bolivia está orgullosa de La Paz, porque su grito libertario aún resuena como una aspiración permanente por la libertad, la justicia social y la fraternidad entre los pueblos. 

Que este nuevo 16 de julio sea motivo para hacer una ciudad más desarrollada, más integradora y más linda para bienestar de todo Bolivia. ¡Felicidades chukutas!

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