Opinión

OPINIÓN

La calle y el proyecto

El Deber logo
17 de febrero de 2019, 5:00 AM
17 de febrero de 2019, 5:00 AM

El candidato Gustavo Pedraza dijo hace poco: “Nos hace falta calle, nos hace falta caminar, es una tarea pendiente”. Si no es en la calle, ¿dónde nace el proyecto de Comunidad Ciudadana (CC)? ¿Cuál es la suerte de los proyectos políticos que no nacen de la calle? Esta honesta respuesta permite entender mejor los tropiezos que está teniendo la candidatura de Carlos Mesa en este nuevo momento.

La estrategia inicial fue efectiva: irrupción a través de formatos comunicacionales de uso intenso en sectores medios, gran capacidad retórica, poca concreción de las intenciones y una fuerte apelación emocional. Esas semanas incluso pasaron desapercibidas grandes contradicciones como criticar las primarias y pedir su suspensión por la existencia de solo un binomio por partido cuando su condición a sus aliados fue precisamente esa: él como candidato único, genuflexión y cero crítica – nada del pluralismo prometido, por tanto. Que se lo pregunten al destituido vicepresidente del FRI que osó criticar la decisión de su partido y con unanimidad búlgara fue expulsado.

Dos recientes encuestas, no de Cambio precisamente ni con una muestra rural relevante, han mostrado una caída del candidato. Es probable que los números no públicos que maneja CC apunten algo parecido y por ello, el binomio se lanzó a las calles de nuestro país. Una nueva fase que, de momento, no parece terminar de funcionar. Lo visto hasta ahora parece más bien un programa de televisión por cable que bien podríamos titular “Turistas en tierra propia”, lo que incluye un paseo por el centro de Tarija y fotografiarse con unas uvas, un video en la Casa de la Moneda, etc.

Algún estratega bien pagado les ha sugerido que la ausencia o la dificultad con las calles se puede corregir hablando mucho, mejor si es de futuro, renovación y similares. Carlos Mesa ha apelado con insistencia a este guion: argumenta que con independencia de la edad y, esto es complicado, por su propio pasado político, nadie mejor que él representa la renovación y el futuro. No Revilla u Oliva.

Más allá de la retórica, ¿qué nos ha dicho Mesa sobre su proyecto de futuro?, ¿qué piensa hacer si nos gobierna? Cada vez que ha abandonado, tímidamente, la estrategia de solo hablar de la candidatura del presidente Evo y ha decidido señalar algunas cosas concretas no ha funcionado. En plena Navidad planteó una ley de separación Estado - Iglesia, el Twitter le recordó rápidamente la CPE y nunca más se supo de esto; cuando dio unas declaraciones confusas sobre los bonos y se desató una tormenta tuvo que dejar el tema de inmediato; hace poco ha dicho que propone cambiar el método de elección de jueces, ¿se refiere a volver al decreto que firmó como presidente? El DS N.º 27650, que se saltó al Congreso. Las contradicciones se extienden y algunas acciones chocan con las posiciones de sus colaboradores. Sabemos que firmó una carta junto a Cristina Kirchner defendiendo a Lula por su situación judicial, pero una de sus jóvenes promesas cruceñas celebró públicamente la victoria del presidente Bolsonaro; hace pocos días, con Rodrigo Ayala, Mesa defendió la idea de las cuotas bien entendidas, hablaba de género, pero otra de sus jóvenes promesas, paceña, ha escrito en este diario ideas sobre el tema que dejan a Arguedas como un radical.

Mesa sostiene que la situación actual le recuerda a 2003, señalando el fin del ciclo del MAS; igual yerra el tiro por poco y lo que nos recuerda a 2003 es su candidatura que está tan vacía de calle y tan llena de retórica y promesas de futuro sin puerto claro como fue su Gobierno.

Tags