Opinión

La ciudad no soporta tanto caos vial

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27 de junio de 2019, 4:00 AM
27 de junio de 2019, 4:00 AM

Transitar por Santa Cruz de la Sierra se convirtió en una pesadilla. Ya no es solo en horas pico, sino todo el tiempo. Cada día hay más vehículos y menos orden; la falta de planificación cobra factura, mientras la vida de los cruceños se hace más tensa. Tomar medidas de fondo ya no es una opción, sino una obligación de las autoridades.

En las últimas jornadas se ha visto cómo avanzar por el segundo anillo, entre el Chiriguano y la Madre India, puede demorar 20 minutos. Similar es el cuadro en otras intersecciones. El panorama se agrava porque, sumado a la cantidad de vehículos, hay cortes viales por reparaciones, que se producen sin previo aviso y sin planificación, sorprendiendo a los ciudadanos y obligándolos a demorar sus rutinas. Da la impresión de que el área municipal de movilidad urbana no se entera del cronograma de Obras Públicas, por lo que son los conductores los que pagan por la falta de coordinación.

No es menor el dato de que cada mes se incorporan 1.440 vehículos al parque automotor de la urbe. Entre los registrados por la alcaldía cruceña y los que se inscriben en los municipios circundantes, en esta capital circulan más de medio millón de motorizados. No sería grave si la ciudad estuviera pensada para soportar ese parque automotor, pero los embotellamientos son la muestra de que faltan pasos a desnivel, cambio de rutas y otro tipo de políticas que alivien el caos actual.

En La Paz o Sucre, solo por poner dos ejemplos, decidieron restringir el ingreso de cierto número de vehículos al centro, en base a la numeración de placas. ¿Es capaz el municipio cruceño de asumir una medida similar? o ¿Será cierto que las autoridades locales son rehenes de los gremios del transporte, como se comenta? Por otro lado, especialistas en Santa Cruz sostienen que cambiar el sentido de ciertas calles muy congestionadas en horas pico, podría ayudar a aliviar la situación; mientras que los más osados hablan de invertir en infraestructura adecuada.

En Cochabamba hay distribuidores vanguardistas; en La Paz se construyeron puentes y vías sobre los cerros. ¿Por qué en Santa Cruz de la Sierra, el municipio más poblado y rico del país, no podemos tener modernas vías para lograr fluidez del tráfico? Cuando se mira en perspectiva, lejos de ser los más progresistas, quedamos rezagados y peleando con comerciantes y micreros, en lugar de proyectar la ciudad del futuro. Hasta aquí, hubo iniciativas para ordenar el tráfico en Santa Cruz de la Sierra que no terminan de funcionar. Sin duda, los malos hábitos del ciudadano son un gran obstáculo y es por eso que urge un adecuado ejercicio de autoridad, a fin de que no quede la sensación de que las medidas se asumen bajo presión y sin planificación. El problema es grave y está sobre la mesa. La pregunta en este momento es: ¿Qué hará el gobierno municipal cruceño para resolver el caos que ya se ha vuelto insoportable?

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