Opinión

La tragedia de LaMia sin resultados en Bolivia

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20 de octubre de 2018, 4:00 AM
20 de octubre de 2018, 4:00 AM

El 28 de noviembre se cumplirán dos años de la tragedia del vuelo de LaMia y en Bolivia no hay resultados de investigaciones, no hay sanciones y tampoco noticias respecto a las condiciones de operación aérea. Lo que hay en este país es una dilación inhumana que tiene en agonía a los familiares de las víctimas.

 

El vuelo chárter de la línea boliviana LaMia salió de Santa Cruz de la Sierra el 28 de noviembre rumbo a Medellín (Colombia), sin contar con el combustible suficiente para lograrlo. Se estrelló pocos minutos antes de llegar a su destino. Murieron 71 personas, entre tripulantes, jugadores y directivos del club Chapecoense de Brasil, así como periodistas que los acompañaban. Solo seis ocupantes sobrevivieron.

 

El vuelo fue autorizado por Aasana y por la DGAC de Bolivia. También se supo que no era la primera vez que viajaba en esas condiciones y se sabe que hubo irregularidades en el proceso, tanto de constitución como empresa en este país, como en los procedimientos para operar desde los aeropuertos. También se supo que los supuestos dueños le rendían cuentas al propietario de los aviones, un empresario español-venezolano llamado Ricardo Albacete.

 

A dos años, el proceso de investigación judicial ha sido pospuesto hasta inicios del siguiente año. Había sido detenido el gerente general de la empresa, quien ahora está con arresto domiciliario; también su hijo estaba en prisión y ahora tiene medidas sustitutivas, acusado de favorecer la constitución de la aerolínea desde la Dirección General de Aeronáutica Civil. Se mantiene prófuga la funcionaria de Aasana que dio luz verde al vuelo; también está fuera del país el otro supuesto propietario de la empresa. La que fuera administradora y también nexo entre la compañía y el español Ricardo Albacete fue citada a declarar y después no se supo más ni de ella ni del empresario extranjero. Otra exautoridad imputada es quien fuera director de Aasana, a quien incluso se le fijó fecha de audiencia cautelar, la misma que fue pospuesta y después quedó en el olvido.

El Gobierno culpó al piloto y se desentendió, pero no dio explicaciones acerca de si habían mejorado los controles en los aeropuertos nacionales. El informe del accidente, evacuado por la autoridad aeronáutica de Colombia, expuso que hubo falta de información oportuna de parte de Bolivia.

Los familiares de las víctimas llegaron al país en busca de respuestas y de resarcimiento económico, pero se marcharon frustrados porque no hallaron ni lo uno ni lo otro.

En suma, el dolor de una tragedia tan dramática se aviva en Bolivia por falta de colaboración, por lentitud en el sistema judicial, por inacción de las autoridades. El 28 de noviembre se cumplirán dos años y en este país todo transcurre como si nunca hubiera pasado nada.

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