Opinión

Más transparencia en la Policía

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21 de abril de 2019, 4:00 AM
21 de abril de 2019, 4:00 AM

El país no deja de sorprenderse con los escándalos que rodean a miembros de la Policía Nacional. Más allá del asombro, las acciones que siguen a esta serie de hechos dejan mayor inquietud, porque queda la sensación de que no hay la suficiente transparencia como para confiar en que las medidas asumidas están destinadas a esclarecer las denuncias y, sobre todo, a lograr una reforma estructural de esa importante institución del Estado.

Fue un video, filtrado a un medio de comunicación, el que permitió que los bolivianos sepamos que un alto jefe policial (encargado nada más y nada menos que de la lucha contra el crimen) estaba siendo investigado, junto con un subalterno también oficial, por supuestos vínculos con el narcotráfico. Ocurría algunos días después de que el comandante nacional de la Policía fuera destituido y reemplazado por otro coronel, sin que medien explicaciones claras por la determinación. Como reacción inicial, un ministro de Estado dijo que se buscaría al infidente que había dado a conocer el audio correspondiente, aunque después se instruyera una pesquisa sobre los hechos mencionados.

A los pocos días, EL DEBER (otro medio de comunicación) accedía a una fotografía en la que se podía ver al hijo del mismo jefe policial, junto con un capitán de la Felcc, que aparecían en una fotografía, cerca de un hombre acusado de narcotráfico en Brasil, que era buscado por Interpol desde 2015, sobre quien desde Bolivia dijeron que no había podido ser localizado. ¿Cómo es que el familiar del ex director de la Felcc de Santa Cruz y un capitán de la Policía posaban felices con el narco al que en Bolivia no podían localizar?

Por otro lado, el excomandante, ahora investigado, estuvo en la Felcc cruceña durante cuatro periodos seguidos. Cambiaban los jefes departamentales y a él no lo movían del puesto. La única explicación brindada sobre esta situación (poco usual en la institución verde olivo) era que el coronel Gonzalo Medina era “muy eficiente” y que por eso era ratificado una y otra vez. Frente a esto, surgen otras interrogantes: ¿La Policía no hace contrainteligencia? ¿No había sospechas de los nexos que supuestamente tenía este coronel? ¿Tampoco sabían que el capitán ahora investigado era pareja de una mujer que tenía antecedentes por narcotráfico?

¿Qué pasaba si dos medios de comunicación no publicaban el audio filtrado o la fotografía mencionada? Probablemente, el país no se iba a enterar de lo que estaba ocurriendo en estas esferas policiales. Por si eso fuera poco, el miércoles se detuvo a otro uniformado (un sargento) que estaba traficando más de 100 kilos de cocaína hacia Chile con sus hermanos.

Urgen respuestas para saber si el narcotráfico ha logrado perforar la institución verde olivo. Se necesita que estos casos sean investigados, pero se precisa aún más que el Gobierno y los jefes de la Policía sean transparentes. Más allá de los hechos mencionados, la ciudadanía debe confiar en la institución que está llamada a darle seguridad y, para que esto ocurra, no alcanza con renuncias y cambios aislados. Se necesita un plan de transformación que se ejecute cuanto antes.

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