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7 de septiembre de 2019, 4:00 AM
7 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Las Reservas Internacionales Netas (RIN) son activos líquidos en moneda extranjera que son administrados por el Banco Central. Sin entrar en tecnicismos diremos que las RIN son normalmente usadas para financiar desequilibrios de la balanza de pagos, mantener la estabilidad cambiaria y respaldar al sistema financiero.

Las fluctuaciones de las RIN son un fenómeno normal en cualquier economía. Generalmente, en economías como la nuestra, su aumento es tomado con beneplácito, ya que mejora la capacidad de enfrentar ciertos shocks externos.

Por otro lado, el hacer uso de las mismas cuando la situación externa se vuelve desfavorable es también algo común, y mientras las RIN se mantengan en un nivel aceptable no es algo que genere mayor debate. Lo que ya no es tan normal es hacer de las RIN un fin en sí mismo y, mucho menos común, el atribuirlas al actual modelo.

Sin más preámbulos, pasemos al tema que nos ocupa. Mito #2: Las RIN es uno de los logros más importantes del nuevo modelo económico.

Llegó a tanto la obsesión del gobierno con las RIN que incluso fue destacado nada menos que ante el Consejo Económico de las Naciones Unidas en Nueva York. La realidad: Hace 13 años, cuando Evo Morales asumió el mando, las RIN representaban el 19% del PIB.

Actualmente las RIN representan el 19% del PIB. Es decir, estamos igual que cuando empezamos. Ahora bien, es cierto que las RIN aumentaron hasta representar el 50% del PIB, debido principalmente (aunque no únicamente) al aumento de los precios de los hidrocarburos.

Para que nos demos una idea, para el periodo 2006-2014 el precio promedio del barril de petróleo fue de aproximadamente 84 dólares, muy superior al promedio de 25 dólares observado en el periodo 1990- 2003. Del mismo modo, cuando los precios internacionales disminuyeron (aunque siguen siendo relativamente altos), también disminuyeron las RIN.

En principio, el aumento (o la posterior disminución) de las RIN no son mérito (ni culpa) del Gobierno ya que éste no controla el precio internacional de los hidrocarburos. Lo que sí es culpa del Gobierno es la pésima polí- tica fiscal, las trabas al sector exportador y mantener un tipo de cambio fijo, lo que ha acelerado el deterioro de las RIN.

Aunque las RIN todavía se encuentran en un nivel aceptable para el tama- ño de nuestra economía, de no existir un cambio en la política económica (o algún milagroso aumento en el precio de los hidrocarburos) nuestras reservas apenas alcanzarán al 10% del PIB en menos de dos años. Dejo al lector la respuesta a la pregunta hecha por el vicepresidente: “Si hemos hecho tan mal las cosas, ¿Por qué hay tantas reservas internacionales?”. En una próxima entrega seguiré con el superávit fiscal.

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