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24 de junio de 2019, 4:00 AM
24 de junio de 2019, 4:00 AM

En estas semanas he escuchado casos de personas conocidas que están padeciendo la temible enfermedad del cáncer. El proceso desde el inicio de los estudios, la incertidumbre hasta el diagnostico final y el desarrollo del tratamiento es un proceso terrible. Es increíble que, en este siglo, con tantos avances tecnológicos, con tantos adelantos de la medicina, no se haya podido encontrar cura para este mal, pero ese no es el punto. El hecho es que, con tal de vender a cualquier precio, se producen alimentos y poco importa el riesgo que pueden causar, lo importante es ganar.

Lo mismo pasa a nivel sociedad, producimos servicios con el fin de generar recursos sin preocuparnos por la basura que generamos, el lugar donde nos instalamos, sin que importe cuál conservante o qué fertilizante ocupamos ni por la hormona que utilizamos, sin preocuparnos por lo que construimos ni dónde lo hacemos, lo que realmente nos preocupa es generar ingresos sin importar el precio a pagar.

Construir en la zona de recarga de los acuíferos en el Urubó es un cáncer para la sociedad, este lugar es una zona importante de donde se extrae el agua para nuestra urbe, además, la mayoría de las urbanizaciones no cuentan con alcantarillado sanitario, ocasionando que las aguas servidas se infiltren y contaminen el acuífero. El cáncer lenta y dolorosamente va destruyendo a la persona, así también la contaminación en el Urubó, en la zona de recarga de los acuíferos, lentamente va destruyendo un ecosistema importante en nuestra ciudad.

No importa el precio a pagar en un futuro, no importa a cuántas personas les afecten las hormonas de pollos, no importa qué fertilizantes le echamos a los vegetales, no importa dónde nos ubicamos para vender, ni la basura que dejamos, no importa dónde construimos y en qué puede afectar a la sociedad. Lo que realmente importa es generar dinero. No les interesa que en un futuro el acuífero esté seco. Vale el dinero a cualquier costo. Lloran los enfermos, lloran sus familias, llora la sociedad, llora la naturaleza, llegará el día en que lo que no nos importaba, nos importará porque seremos nosotros los que lloremos.

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