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16 de julio de 2019, 4:00 AM
16 de julio de 2019, 4:00 AM

Todos, principalmente las autoridades, se llenan la boca con el BRT, pero pocos explican qué es y qué no es un BRT. Por ejemplo, cambiar el pavimento del 1.º anillo puede ser necesario para los nuevos buses (cosa que me permito dudar), pero no es la esencia del nuevo sistema, aunque se la presente como “la nueva gran obra de hormigón”. ¿Qué es un BRT (Bus Rapid Transit)? Sus orígenes están en el tren subterráneo; es decir un sistema de transporte público ideado el siglo XIX, que consiste en construir líneas férreas subterráneas en área urbana, cuyas características son dos: Se genera un carril especial único, que no interfiere con el tráfico urbano por ser subterráneo y sus líneas se interconectan para viajar a todas partes con un solo pasaje.

Eses de elevado costo de construcción y requiere alta densidad urbana. Para las ciudades emergentes, con mas espacio, pero menos densas, Curitiba inventa un “metro de superficie”, que tiene un carril propio mas no es subterráneo sino de superficie, y para que las personas puedan cambiar de línea se crean “estaciones de transferencia” y no simples paradas, para controlar que quienes cambian de línea hayan pagado su pasaje. Los micros normales se conectan a esta red y se convierten en “líneas alimentadoras”, idealmente con el mismo boleto.

Los europeos adoptan el nuevo esquema, pero como tienen una población más educada y una organización más eficiente, evitan construir las costosas y horribles “estaciones de transferencia” para controlar a los abusivos y simplemente las sustituyen con el “boleto de dos horas” es decir un boleto que en ese tiempo me permite hacer las conexiones que requiera para llegar a mi destino. Así el sistema se simplifica, se hace mas barato y las ciudades se salvan de esos horribles mamotretos de hormigón, como los que tendremos en nuestro pobre 1.º anillo.

Nada de esto se entiende en Santa Cruz porque a nuestros técnicos se les ocurrió comenzar un BRT por el final, es decir por el anillo de conexión en vez de las rutas troncales que traen pasajeros de la región metropolitana, solución que además no requería ni cambio de pavimento ni estaciones de transferencia. Se empezaba al día siguiente. Lo más grave es que un BRT requiere de una empresa con una compleja organización, administración y gestión, tema que ha sido nuestra mayor debilidad en la prestación del transporte público, y sobre el cual el gobierno municipal no quiere hablar. Ya es hora que se nos explique quién o quiénes serán los encargados de manejar tan complejo sistema de transporte. ¿los mismos transportistas? ¿una empresa municipal de transporte? Una empresa trasnacional especializada (licitada o escogida a dedo)? Esperamos las respuestas.

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