Opinión

¿Puede la economía mundial sobrevivir sin EEUU?

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22 de julio de 2018, 4:08 AM
22 de julio de 2018, 4:08 AM
El mayor impacto de la guerra comercial de EEUU no es económico, sino político. Mientras Donald Trump amenaza con imponer aranceles, el resto del mundo elige conscientemente apostarle más a la globalización económica. Eso plantea la pregunta: ¿cuánto necesita la economía global a EEUU? 


Los líderes mundiales parecen cada vez más decididos a intentarlo. El bien recibido acuerdo de libre comercio entre la UE y Japón crea el área de libre comercio más grande del mundo, eliminando las barreras arancelarias y reduciendo las no arancelarias, para aproximadamente un tercio de la economía global. Los líderes políticos que lo firmaron lo presentaron explícitamente como una manifestación de su voluntad de mantener el sistema de libre comercio de la posguerra. La supervivencia del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica después de que Trump retiró a EEUU del nuevo bloque comercial muestra que Japón ha asumido la vanguardia de la defensa de un orden mundial en el que a menudo se le consideraba un oportunista.

Estas iniciativas no se limitan a los países ricos. La UE está en conversaciones con China sobre un enfoque común hacia la reorganización de la Organización Mundial del Comercio para reforzar su capacidad para monitorear y proteger el sistema de comercio mundial en medio de señales de que EEUU desea sabotear su funcionamiento.


La propuesta estratégica más explícita para trabajar en pos de un orden mundial liberal y multilateral sin EEUU, en caso de que sea necesario, proviene del Consejo de Análisis Económico de Francia. El breve documento del órgano de asesoramiento económico independiente establece cómo Francia, la UE y el mundo pueden reaccionar si EEUU se retira del sistema de comercio global. 


Destaca el crucial punto de que una liberalización comercial más profunda entre los socios interesados ayuda a reducir el costo del aislacionismo estadounidense, pues un "mercado interno" efectivo más amplio actúa como un seguro contra la disrupción del comercio con EEUU. Por lo tanto, esto disminuye la capacidad de Washington para mantener el resto del mundo como rehén.


Tomar la iniciativa por cuenta propia, después de 70 años de liderazgo de EEUU, es una perspectiva que debería asustar a cualquier persona sensata. Pero EEUU ya no es tan dominante como antes. La UE y China son sus rivales como bloques económicos, y el tamaño de sus mercados domésticos los protege de las repercusiones. Mientras más el resto del mundo integre sus mercados, más asimétricos serán los costos de una guerra comercial y no favorecerán a EEUU.


En un conflicto comercial, el bloque más grande siempre tiene una ventaja. Es por eso que Trump prefiere acuerdos bilaterales. Pero también es la razón por la cual es probable que la estrategia que están adoptando los defensores de la economía mundial liberal probablemente tendrá éxito. Mientras más se una el resto del mundo, más EEUU se convertirá en la parte más pequeña.

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