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10 de febrero de 2019, 4:00 AM
10 de febrero de 2019, 4:00 AM

La información sobre prevención del cáncer de piel es muy útil, siempre haciendo énfasis en que los pacientes consulten a su dermatólogo antes de retirar algún lunar o lesión sospechosa de cáncer, porque observamos en la consulta muchas iatrogenias (daños en la salud provocados por actos médicos) por centros de estéticas y láser.

Lunares, pecas y verrugas


El color normal de la piel es una mezcla de distintas sustancias (hemoglobina, carotenos y principalmente melanina). Existen dos tipos de pigmentación normal, uno denominado color básico de la piel genéticamente establecida por la piel sana y, el otro, como resultado del aumento en la intensidad del color de la piel, producido por exposición a la radiación ultravioleta del sol o desencadenada por una enfermedad.

Los lunares o nevos son una proliferación anormal pero benigna de los melanocitos de la piel y mucosas que tienden a agruparse en nidos y originan manchas marrón-oscuras bien definidas. Los lunares pueden estar presentes desde el nacimiento o en los primeros meses de vida (congénitos) y los que aparecen durante la vida del individuo (adquiridos). Existen distintos tipo de lunares, por eso es bueno consultar con un especialista para que informe sobre ellos, pueden tener diferentes formas y tamaños, incluso tener pelos; aparecen solos o en grupo y se presentan en cualquier parte del cuerpo.

Las pecas o efélides aparecen debido a un aumento del pigmento de melanina en la piel, son manchas pequeñas benignas, menores 0,5 cm de diámetro, color castaño y que aparecen en la piel expuesta al sol, en personas de piel clara, rubias o pelirrojas. Pueden aparecer en los primeros años de vida, tienden a aclararse en ausencia de la exposición solar y no se hallan en las áreas cubiertas o en las superficies mucosas.

Las verrugas son infecciones de la piel o las mucosas producidas por el virus del papiloma humano (VPH). Las verrugas aparecen en niños o en personas con el sistema inmunitario débil o deprimido. En la mayoría de los casos, son indoloras e inofensivas, aunque resultan antiestéticas, ya que son lesiones elevadas de aspecto rugoso  que pueden autocontagiarse al manipularlas o rascarlas, haciendo que aumenten de tamaño o se desarrollen otras nuevas.

 

Ubicación riesgosa de lunares

La mayoría de los lunares son inofensivos, pero algunos tienen una mayor probabilidad de desarrollar un melanoma, sobre todo los lunares localizados en zonas de traumatismos, como el rostro, palmas, plantas, uñas. El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo debido a que estas células malignas penetran la piel e invaden rápidamente tejidos sanos de alrededor y otros órganos a distancia, por lo que es importante hacer un diagnóstico precoz para conseguir un tratamiento oportuno.

El primer síntoma de que un lunar puede ser maligno es el cambio en la textura, tamaño y color. Es imperativo acudir con un especialista.


Una forma de identificar el cáncer de piel tipo melanoma, es a través de la técnica del ABCDE del lunar, que muestra cuáles son los signos del lunar cancerígeno.

A: lunar asimétrico

B: bordes irregulares o difusos

C: varios colores

D: lunares mayores a 6 milímetros

E: evolución del lunar ( crecimiento rápido, picazón e inflamación)

Lunares relacionados con otras patologías

El fibroma péndulo es un fibroma blando, tumoración benigna de la piel que deriva del tejido fibroso con presencia de un pedículo de fijación que le da la característica de péndulo.

Parece que existe cierta predisposición genética, aunque su causa es desconocida. Es frecuente en la población, con una mayor incidencia con el paso de los años. Muchos pacientes acuden a la consulta pensando que son verrugas vulgares, por su similitud, pero en el caso de los fibromas el VPH no está asociado con su aparición.

Uno de los problemas más frecuentes de la piel son las discromías, alteraciones que se producen en el color normal, tanto por exceso hipercromías o hiperpigmentación, como por defecto hipocromías o hipopigmentación.

Las discromías son trastornos muy comunes en la población, algunos suponen exclusivamente un problema estético, pero en ocasiones pueden ser señal de alguna patología interna. Incluso en el caso ser un problema estético puede tener una gran importancia por el efecto psicológico negativo que llega a producir en el paciente.

Las causas que originan las discromías son variadas y pueden ir desde un exceso en la exposición al sol de forma poco segura hasta alteraciones endocrinas, genéticas, nutricionales, metabólicas o manifestaciones externas de diversas patologías.

Causas del cáncer de piel.

La piel cumple función de barrera física, protegiendo al ser humano del medio ambiente, la protección natural contra el sol incluye pelos, melanina y células de defensa. Pero toda esa protección no es suficiente cuando la exposición solar (rayos UV) es prolongada, provocando  áreas focales con distintas mutaciones o defectos  genéticos en el ADN de sus células, haciendo que se multipliquen descontroladamente dando lugar tumores malignos.

El melanoma es la complicación principal de los lunares. Algunas personas tienen un riesgo mayor que el promedio de que sus lunares se vuelvan cancerosos y se conviertan en melanoma. Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer melanoma se encuentran los siguientes:

  • Nacer con lunares grandes. Este tipo de lunares se llaman nevos congénitos
  • Tener lunares poco comunes. Los lunares que son de forma irregular, varios colores y más grandes que un lunar común se conocen como nevos (displásicos) atípicos. Suelen ser hereditarios.
  • Tener muchos lunares. La presencia de más de 50 lunares comunes indica un mayor riesgo de padecer melanoma.
  • Tener antecedentes personales o familiares de melanoma

Ciertos tipos de piel se encuentran en mayor riesgo a desarrollar daño solar y cáncer de piel. Las personas con piel clara, con pecas y muchos lunares tienen mayor riesgo a desarrollar cáncer de piel, mientras que las pieles morenas se encuentran entre los de riesgo más bajo. Esto se debe a que los que tienen más pigmentación tienen más protección natural al sol. Sin embargo, las personas con piel más oscura pueden desarrollar cáncer de piel. Al igual que las personas de piel clara, deben ser cautelosos y hacerse exámenes regularmente con un dermatólogo.

Verrugas y Virus del Papiloma Humano

Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de virus relacionados entre sí. Pueden causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Existen más de 200 tipos. Cerca de 40 de ellos afectan a los genitales. Estos se propagan a través del contacto sexual con una persona infectada. Algunos de ellos pueden ponerla en riesgo desarrollar un cáncer.

Prevención

Las siguientes medidas pueden ayudar a limitar la aparición de lunares y el melanoma

Prestar atención a los cambios: Hay que familiarizarse con la ubicación y patrón de los lunares. Examinarse regularmente la piel para detectar cambios que puedan indicar la presencia de melanomas. Hacerse autoexámenes una vez al mes sobre todo si se tiene antecedentes familiares de melanoma. Realizarse un examen de cuerpo entero con la ayuda de espejos, que incluya el cuero cabelludo, las palmas y las uñas de los dedos de las manos, las axilas, el pecho, las piernas y los pies, incluidas las plantas de los pies y los espacios que hay entre los dedos.

Protegerse la piel: Tomar medidas para protegerse contra la radiación ultravioleta (UV); por ejemplo, cuidarse del sol o de las camas solares. La radiación ultravioleta se ha relacionado con un mayor riesgo de tener melanoma. Además, los niños que no fueron protegidos contra la exposición solar tienden a manifestar más lunares.

  • Evitar las horas en las que el sol está más fuerte. los rayos solares son más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m. Programar actividades al aire libre para otros momentos del día, incluso en días nublados o en invierno.
     
  • Usar protector solar todo el año. Aplicarse protector solar 15 minutos antes de salir al aire libre, aun los días nublados. Utilizar un protector solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar 35 a 50. Aplicarlo generosamente y volver a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si se nada o suda.
     
  • Cubrirse. Gafas de sol, sombreros de ala ancha, mangas largas y otra ropa de protección pueden ayudar a evitar los nocivos rayos UV.
     
  • Evitar las lámparas de bronceado y las camas solares porque emiten radiación UV y pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel.
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