Opinión

EDITORIAL

Sobre ganadería y referéndum

El Deber logo
19 de agosto de 2018, 5:00 AM
19 de agosto de 2018, 5:00 AM

Evo Morales concedió una entrevista al diario ABC Color durante su visita a Paraguay para el traspaso presidencial. Allí se explayó en torno a dos temas. Primero, en lo que hace a la pecuaria paraguaya, el gobernante boliviano textualmente expresó: “Yo admiro mucho de ustedes la crianza de ganado vacuno. Hablé bastante con el presidente electo pidiéndole que nos enseñen y nos ayuden en ese tema”.

Con respeto hacia nuestro primer magistrado y la calidad cárnica del país vecino, esas expresiones reflejan alarmante desconocimiento o un preocupante desprecio por las actividades productivas del Oriente boliviano. Mediante la esforzada labor de unos pocos pioneros, desde la década de los 60 del siglo pasado se inició un proceso de mejoramiento genético en materia vacuna que ha brindado exitosos resultados. Hoy la carne cruceña es ponderada por su calidad y textura. Que el primer mandatario pida que “nos enseñen”, es desconocer el trabajo de productores que colocaron a la carne boliviana en lugar preferente; inclusive se la exporta a varios países. Es más, en el futuro nuestra carne inclusive podría ser parte de la cuota Hilton de la Unión Europea. Verdaderamente duele que el presidente no sepa estas elementales realidades nacionales.

Con respecto a la reelección presidencial (por cuarta vez consecutiva) en la citada entrevista Evo Morales expresó: “El referendo fue para cambiar un artículo de la Constitución. Ganó el ‘No’, y no se cambió la Constitución. O sea, se respetó la decisión del referendo”. Al recordarle que esa reforma era con la intención de buscar la reelección y que el No no fue solo a un “mero cambio constitucional” sino que fue un “No” a la reelección, Morales -pretendiendo ignorar ese elemental razonamiento- dijo:“El pueblo me pide que vuelva, yo no quiero”. “Deseo volver a mi región a cosechar coca, pero tampoco es fácil rechazar cuando el pueblo te empuja”. Insólito lo expresado ante un importante medio de Asunción. El pueblo lo empuja a Evo Morales, pero no para quedarse sino para que cumpla su mandato y permita la sucesión. Y le dijo No en febrero de 2016. Todo lo demás son argucias. Si realmente quiere obedecer al pueblo, Morales debe finalizar su periodo constitucional, irse y dejar que otro candidato del MAS sea quien participe en las elecciones de 2019.

Lamentables las expresiones presidenciales. Una por desconocer la realidad ganadera propia y otra por no decir la verdad con respecto a la voluntad del pueblo boliviano.

 

Tags