Solidaridad en tiempo frío
La solidaridad ha sido siempre un sello distintivo de los cruceños. No hubo campaña de ayuda social que no tuviera éxito en este pueblo que sigue honrando la calidez humana, pese al crecimiento poblacional, al caos urbano y a los contrastes que se magnifican con el transcurso de los años.
Es tiempo de apelar a ese sentimiento solidario. Estamos en pleno otoño y la temperatura empieza a disminuir. Nadie puede quedar indiferente al ver niños, incluso bebés, en las calles y rotondas que extienden la mano en busca de una limosna, junto a personas que están enfermas o que, por una u otra causa, permanecen en ese lugar.
La mayoría de ellos carece de abrigo, hay quienes incluso andan descalzos por la falta de ropa adecuada. Hay cientos de familias que tienen la calle como morada y que buscan cartones y plásticos para protegerse. La realidad es muy dura.
En los hogares particulares siempre hay ropa en desuso, o porque los niños crecen o porque hay un reciclaje natural de prendas de vestir, que permiten buscar aquello que puede ayudar a nuestros semejantes y canalizarlo a través de las iniciativas empresariales, personales, estudiantiles que se están movilizando en Santa Cruz de la Sierra.
La organización Calentando Corazones reactivó la iniciativa de colocar percheros solidarios en seis intersecciones de la ciudad: en la avenida Alemania y segundo anillo; en el tercer anillo y la avenida San Martín; en la Casa del Camba; en el segundo anillo, frente al monumento a la Madre India; en el cuarto anillo y la avenida Beni; y en el tercer anillo externo, detrás del zoológico. Además, en estos días se instalarán en inmediaciones de la plaza central de la Villa Primero de Mayo; en la rotonda del Plan Tres Mil; en el cuarto anillo y la doble vía a La Guardia, en el parqueo del Hipermaxi; en el tercer anillo, cerca de la Utepsa y en proximidades del Palacio de Justicia.
Hay iniciativas empresariales, de promociones y prepromociones de varios colegios; también la Gobernación se moviliza con este objetivo y se espera que el municipio adelante la apertura del albergue para las personas sin hogar.
Así se van sumando los esfuerzos que demuestran que dar es recibir, como dice Jorge Waxemberg en varios de sus libros espirituales. La movilización es fundamental, pero nada se puede hacer efectivo si no hay un esfuerzo individual por hacer concreto el espíritu de solidaridad. Transformar en uno mismo lo que se anhela para el conjunto de la sociedad.
