Opinión

Suma de esfuerzos, única vía para proteger los derechos humanos

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12 de diciembre de 2018, 4:00 AM
12 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Desde el punto de vista del alcance normativo y fáctico, los Derechos Humanos se refieren a la protección de los intereses más vitales de toda persona, con independencia de sus circunstancias o características personales. Permiten a todos los individuos llevar a cabo el plan de vida que ellos deseen. De ahí deriva su carácter universal, debido a que son compartidos por toda la sociedad mundial.

Las normas constitucionales que contienen derechos fundamentales están redactadas en forma de principios, los cuales suelen diferenciarse del modelo de normas jurídicas llamadas “reglas”. Hoy, dada la situación política que enfrenta la sociedad boliviana, es pertinente hablar de la libertad de expresión como un derecho fundamental por el cual la humanidad ha luchado vehementemente librando duras batallas para que sea reconocido y tutelado por todos los sistemas positivos internacionales, nacionales y democráticos.

Dicho logro se encuentra plasmado en los artículos 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH) y en el artículo 13 de la Convención Americana sobre DDHH; este artículo señala: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”. En este contexto cabe referirse a los detenidos del día 8 del presente, ciudadanos que con justo derecho se oponen a la repostulación del actual mandatario y su acompañante, quienes fueron brutalmente reprimidos por la Policía. Tienen el derecho a que se haga una investigación con rigor científico y jurídico que conduzca al esclarecimiento de las violaciones a la “dignidad”, “la libertad de expresión” y “a las circunstancias de la flagelación”, incluso a pedir una reparación luego de evidenciarse la violación a sus derechos fundamentales, aunque en este campo el escenario es pesimista porque el Gobierno no aceptará su error, tampoco podrá repetir la famosa “ruptura de la cadena de mando”. No obstante, este hecho en otro momento será tomado en cuenta para el juzgamiento de todos los responsables.

Finalmente, ante la ausencia de Estado de derecho y de un gobierno funcional, la suma de esfuerzos de la sociedad boliviana será la única vía para proteger los DDHH y evitar la repostulación ilegal de Evo Morales a fin de lograr una verdadera transformación del país, no sin antes sentar un precedente histórico de castigo a quienes han usurpado el poder y han dilapidado los recursos del Estado. La transformación que Bolivia requiere no consiste en reformas, sino en un cambio de concepción, visión, actitud y sobre todo preparación intelectual. A los 70 años de la promulgación de los DDHH rendimos nuestro más cálido homenaje a quienes protegen y promueven los DDHH en nuestro país y en todo el mundo.

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