Opinión

Supraestatales y diplomacia parlamentaria

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6 de agosto de 2019, 4:00 AM
6 de agosto de 2019, 4:00 AM

Los procesos de integración en los que participa el Estado Plurinacional de Bolivia son de cooperación y solidaridad internacional, para alcanzar el desarrollo económico y social de los países miembros que se esfuerzan en seguir en el empeño integracionista. Bolivia se constituye en un importante referente de integración en la región.

Prueba de ello es la ley número 522 de 28 de abril de 2014, que regula los procedimientos para la elección de los supraestatales electos por el voto ciudadano.

Este sistema de elección directa es innovador y profundamente democrático, se afianza en el artículo 265 de la ley fundamental del Estado, que dispone: “El Estado promoverá, sobre los principios de una relación justa, equitativa y con reconocimiento de las asimetrías, las relaciones de integración social, política, cultural y económica con los demás estados, naciones y pueblos del mundo y, en particular, promoverá la integración latinoamericana”.

Así se establece la diplomacia parlamentaria y representación ante los parlamentos de integración: Mercosur, Andino, Unión Interparlamentaria, Latinoamericano, Indígena y Amazónico. La representación supraestatal nacional logró beneficios para Bolivia. Estos, en parte, fueron: La promoción de la Hidrovía Paraguay-Paraná, ante los cinco países de la Cuenca del Plata que integran esta vía.

Se inició en 2016, antes de que se resuelva la controversia con Chile, en La Haya. Los diferentes foros en países de la región, las reuniones de coordinación y cooperación, llevaron a los supraestatales a navegar la Hidrovía Paraguay-Paraná con los representantes de los cinco países, para promover su uso y la internalización de la normativa fluvial, que garantice la libre navegación.

La representación boliviana gestionó la promulgación de la ley dormida por más de 10 años en el Senado de Brasil y logró que se otorgue el Puerto Franco de Paranaguá a Bolivia.

La seguridad alimentaria se inicia en Santa Cruz en 2018 como prioridad para la región por iniciativa de los supraestatales. Con la participación de instituciones del sector productivo, como Anapo, CAO, Fegasacruz y Congabol, se firma una carta de intenciones entre parlamentos y sector privado-productivo. Hoy es un convenio de asistencia técnica y de cooperación, con el apoyo de la Cancillería boliviana, para la producción y exportación de carne bovina y otros productos a diferentes mercados regionales y de ultramar.

Entre las normas aprobadas en los diferentes parlamentos se pueden citar: el decenio del pueblo afroboliviano; turismo comunitario; desarrollo energético sostenible; cambio climático y la agricultura; desarrollo de las pymes; ciencia, tecnología e innovación; facilitación del comercio regional; pesca artesanal; bullying; grooming, así como diferentes reclaraciones.

En los parlamentos se ha promocionado a la Bolivia productiva, logrando la constitución de empresas en el país con beneficios para los bolivianos. También por el trabajo supraestatal Bolivia ya no es receptor pasivo de propuestas, sino exponente activo, porque exporta normas, políticas y programas; presenta continuidad en los trabajos parlamentarios internacionales y representa la voz de los pueblos en los procesos de integración, sin distinción alguna. La diplomacia parlamentaria que ejercen los supraestatales, es de relevancia para todos.

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