Opinión

Tensión geopolítica por Venezuela

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29 de marzo de 2019, 4:00 AM
29 de marzo de 2019, 4:00 AM

Mientras millones de venezolanos son forzados a utilizar técnicas de la Edad Media para sobrevivir en medio de los apagones, Estados Unidos y Rusia están enfrascados en una peligrosa escalada de amenazas que puede derivar en una confrontación armada de inimaginables consecuencias, no solo para el país caribeño sino para América Latina en su conjunto.

En su afán por respaldar el debilitado régimen de Nicolás Maduro, el Gobierno de Vladimir Putin ha resuelto desplegar en Caracas un contingente militar y un complejo sistema de defensa con misiles S-300, que revela la directa intervención de esa potencia nuclear en territorio venezolano, como no había ocurrido desde los años 60 del siglo pasado.

Al frente está la administración del presidente Donald Trump, que no descarta una posible acción militar en Venezuela para destrabar la crisis política de ese país por el enfrentamiento entre el Gobierno de Maduro y la oposición, encabezada por el presidente interino Juan Guaidó.

Washington ha puesto en marcha un amplio paquete de sanciones económicas y financieras con el fin de ahogar al régimen de Maduro y ha prometido acciones más duras con el mismo objetivo. La última carta, según el propio Trump, puede ser una intervención militar.

Que dos potencias nucleares se enfrenten por los asuntos internos de un tercer país ya plantea un claro riesgo para la paz y la seguridad en una región que, hasta ahora, se había mantenido ausente de los grandes conflictos armados que afectan al mundo por razones estratégicas.

Sin dejar de cuestionar al régimen autoritario de Maduro y el chavismo, el denominado Grupo de Lima que reúne a 13 de los principales países de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha rechazado cualquier posibilidad de una solución por la vía de la fuerza armada y reclamó que se deje a los propios venezolanos que encuentren una solución al grave conflicto que afecta hoy a millones de personas.

En la misma línea, la Unión Europea (UE) ha puesto en marcha un mecanismo para lograr una mediación a través del Grupo de Contacto que, pese a su falta de resultados, apunta a encontrar una solución pacífica al drama venezolano.

No será por las armas ni por el estallido de un enfrentamiento entre potencias que se abrirá una senda para desatar la crisis venezolana. Ojalá la diplomacia y la movilización de los mismos ciudadanos permita encontrar una luz al final al final de este oscuro túnel en el que se encuentra Venezuela.

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