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10 de diciembre de 2018, 4:00 AM
10 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Pese a que la habilitación del binomio Evo Morales-Alvaro García Linera parece estar consumada, abrimos la segunda semana de diciembre marcada aún por la tensión social y política. Por el momento está descartado el paro indefinido, que es una demanda de algunos sectores ciudadanos. El movimiento cívico nacional ha optado por dar un ultimátum al Tribunal Supremo Electoral para que anule la resolución. Si no lo hace, los dirigentes entrarán en huelga de hambre, según lo acaban de acordar. Es posible que el Gobierno y los vocales ignoren la exigencia, ya que ni siquiera con el sacrificio de un paro nacional se conmovieron y, menos aún, cambiaron la decisión de anular la candidatura oficialista.

El MAS decidió dejar sin efecto la amenaza de enjuiciar a los vocales Antonio Costas y Dunia Sandoval, que fueron los únicos dos disidentes de los seis que conforman el Tribunal Supremo Electoral. En el partido oficialista finalmente se alinearon, ya que un legislador había anunciado que procesaría a las dos autoridades. La institucionalidad del Órgano Electoral está muy golpeada y corresponde hacer todos los esfuerzos para devolverle credibilidad y confianza ciudadana, ya que es clave para la democracia.

El Patujú de Bronce será entregado a mitad de esta semana. Como cada fin de año, la Redacción de EL DEBER eligió a personas, instituciones y movimientos que se destacaron en esta gestión difícil. El premio fue creado hace dos décadas y es un estímulo para muchos que esperan conseguir la estatuilla. No todas son malas noticias. Aún tenemos motivos para creer y tener esperanzas de mejores días para Bolivia, en un año marcado por el empoderamiento ciudadano.

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