Opinión

cara a cara

El Deber logo
1 de agosto de 2019, 4:00 AM
1 de agosto de 2019, 4:00 AM

La Cámara Automotor Boliviana (CAB) ha hecho saber que, en algunos reportes mundiales, Bolivia está considerada como ‘basurero de los camiones usados’ porque es el mayor importador global de esos vehículos, sobre todo tractocamiones. Cada año, según la CAB, ingresan 4.500 unidades usadas que consumen la mayor cantidad de diésel y registran más desperfectos mecánicos debido a que, aunque con cinco años de antigüedad, tienen un recorrido que supera los 500.000 kilómetros.

El contraste se da con el mercado anual de solamente 150 camiones nuevos entre los de alto tonelaje que llegan al país. A los grandes cacharros motorizados va de yapa la ‘basura’ que también representan los ‘transformers’ que circulan libremente en varias ciudades bolivianas, además de la internación de ropa, juguetes, herramientas y otros productos usados que refuerzan la triste y dolorosa imagen de Bolivia como país basurero.

 Después de tres años de servicio, BoA ha cancelado ‘temporalmente’, por mantenimiento de sus naves, los vuelos desde y hacia Chapare, cuya terminal aeroportuaria tuvo un costo de $us 34,5 millones.

Un experto del sector turístico dice que el destino no es ‘comercial’ porque no cuenta con una adecuada infraestructura hotelera. También buscando aumentar el flujo de turistas a las Misiones Jesuíticas, en septiembre de 2018 y con una inversión de $us 20 millones, fue entregado el aeropuerto de San Ignacio de Velasco que todavía no está operando por falta de equipamiento de aeronavegación.

Tags