(VEA EL VIDEO) Álvaro sabe que este año será clave para el futuro del MAS y no quiere hablar de la pelea interna. Propone un debate de la segunda generación de medidas económicas

29 de marzo de 2024, 9:47 AM
29 de marzo de 2024, 9:47 AM

Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia, lleva consigo varias propuestas de reforma económica. Asegura que la agenda de la primera era del proceso de cambio debe ser reemplazada por una de reformas de “segunda generación” con una perspectiva de 15 años. Está “harto” de la pelea interna, pero cree que ésta se resolverá este año sobre la base del calendario electoral y una reforma en el MAS.

— ¿A qué se está dedicando en este tiempo?

Trabajando, escribiendo textos, escribiendo libros y preparando clases.

— ¿Dedica esta parte ahora de su vida impartiendo clases?

Sí, aprovecho en la mañana. No, viajo a dar clases, pero ahora esta semana hasta la tercera semana de abril no hago viajes y ya a partir de la tercera semana de abril tengo que irme a México y luego tengo que irme a la Argentina a dar conferencias y clases.

He dado clases en el Doctorado de Ciencias Sociales de la UBA y en la Maestría de Economía de la Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales).

— ¿Cree Usted que hay una recesión o una crisis en Bolivia?

Hay una crisis de divisas, falta de dólares para agilizar el comercio exterior y esta crisis de divisas, circunscrita crisis de divisas puede, con el tiempo, comenzar a afectar otros sectores de la economía y por eso que es importante resolverlo antes de que esta crisis de divisas se extienda a otras áreas.

— ¿Cómo se debería resolver por parte del Estado?
Toda la población sabe que no hay suficiente dólar y por eso ha emergido un dólar paralelo. El gobierno establece un dólar oficial -6,96 – 6,98- pero muy poca gente puede acceder a ese dólar oficial. La gente para comprar dólar o para vender sus dólares lo hace por otros circuitos y estos circuitos están llevando a que el dólar hoy se mueva, no sé en la ciudad donde está Usted, pero en La Paz por lo que me entero está en 8,30-8,40 por dólar. Dicen que está un poco más en Santa Cruz, en fin.

Este es un problema porque no hay suficientes divisas, pese que hemos tenido buenas exportaciones. El año 2022 tuvimos un récord histórico de exportaciones, más de 13.000 millones y el año pasado, 2023, fue menos, pero igual con exportaciones elevadas que casi llegan a 11.000 millones de dólares. Pero no hay suficiente dólar, ese es el problema.

— ¿Cómo es eso de que exportamos más pero hay menos dólares?
Tiene una explicación básica o dos. La primera es que el Estado ya no es el principal exportador. No había problema de dólares cuando el Estado era el principal exportador. En los años 2010 hasta el 2018, el Estado, del total de las exportaciones de Bolivia, el Estado exportaba el 70% y el sector privado el 30%. Hoy eso se ha invertido. En 2023, el Estado solamente ha exportado entre el 25% al 27% del total de las exportaciones nacionales y el privado el resto, casi 73% de las exportaciones. Este es un primer problema. El Estado ya no es el gran regulador de la divisa, ya no es el gran regulador de la oferta de dólares.

El segundo problema es que, pese a que exportamos más que antes, los exportadores privados no están metiendo los dólares al sistema financiero boliviano. Grandes exportadores bolivianos están prefiriendo dejar los dólares de su exportación en el sistema financiero extranjero. Lo dejan en Estados Unidos, lo dejan en Panamá, lo dejan en las islas caimán y lo poco que necesitan para capital de operación lo introducen, pero el resto prefieren mantenerlo afuera.

Entonces, este es un problema, es un problema estructural que no va a poder ser resuelto rápidamente, que requiere medidas fuertes. El gobierno ha tomado unas medidas, pero son insuficientes. El gobierno, en acuerdo con los empresarios, se reunió semanas atrás, hizo un acuerdo de 10 puntos, fijaron una tasa de transferencias, fijaron la emisión de bonos, en fin, pero no ha resuelto el problema. Ya vamos varias semanas en las que bajó evidentemente el dólar, llegó a nueve pesos, bajó a 8,20, bajó a ocho y otra vez ha vuelto a mantenerse por encima de 8,50. Esto quiere decir que las medidas, las 10 medidas tomadas semanas atrás no son suficientes y se requieren nuevas para controlar a ello.

He hecho una propuesta muy concreta que luego se desglosa en complementarias. La primera es el control del comercio exterior, es decir, la obligatoriedad de los exportadores, de los grandes exportadores, no son muchos, se habla de 20, 40 empresas, exageradamente, la obligatoriedad de que esas empresas tengan que introducir todo el producto de sus ventas al sistema financiero boliviano. No es una expropiación, siguen siendo dueños, el señor exportó madera o la señora exportó soya, ese dinero de la soya o de la madera o del oro o del zinc en Occidente tiene que entrar al sistema financiero boliviano, no tiene que quedarse afuera.

Esa es una primera propuesta que he hecho. La propuesta temporal, se requiere unos dos o tres años hasta que el Estado vuelva a tener musculatura de ser el principal exportador.

En segundo lugar, hemos propuesto ayudar a incentivar más exportaciones y se puede hacer de manera inmediata. El día de ayer fue entrevistado la gente de Cainco que hablaba que introduciendo modificaciones genéticas o transgénicas se puede incrementar casi el 25% la productividad de la soya. Es correcto, es correcto. La gente que nos entienda es que ya la soya en Bolivia, el 99% es transgénica, ya no hay soya sin uso de transgénicos, pero estamos usando un transgénico de hace 30 años y ese es un error.

—¿Evolucionaron mucho los transgénicos?

Hablando con productores soyeros grandes he podido entender que se requiere dos elementos transgénicos, nada más que dos, dos semillas. Unas para combatir la sequía, que es muy fuerte, y la otra para combatir la maleza. Los antiguos dos transgénicos que usamos de hace 30 años ya han sido rebasados por la naturaleza. Son insuficientes. Se requieren dos nuevos transgénicos y fácilmente este año 2024 podemos aumentar un 25% la productividad de la producción de soya, al margen de que habría ya disponibles de 200.000 a 500.000 nuevas hectáreas. Es decir, que en el año 2024 fácilmente podemos aumentar las exportaciones de soya en un 25% a un 35% sin mucho esfuerzo.

La segunda medida que hemos propuesto es la compra de oro. Hemos comprado, creo que cinco toneladas, que no es nada. No es nada. Hay que salir a comprar el oro que se produce en Occidente. Hemos exportado 3.000 millones. Deberíamos intentar captar 1.000 millones de exportaciones en oro. ¿Por qué es importante captar las exportaciones de oro? Porque usted paga en boliviano. Al cooperativista, usted le paga en bolivianos. Y luego usted, ese oro como banco central, lo vende y obtiene dólares. Es cambio de boliviano por dólares.

Hay que capturar unos 500 millones, unos 1.000 millones, saliendo a todas las cooperativas de la Amazonía, porque hay cooperativas en Santa Cruz, en el Beni, en el norte de La Paz. Hay que ir a comprar el oro. Eso también nos puede ser una buena provisión de dólares. El Estado debe producir oro, no solamente concesionar áreas de extracción de oro, sino que el Estado debe producir oro. No es una gran inversión. Y hay que ver un mecanismo de swap con China. Ya hay un acuerdo entre el banco central y el banco central y un banco chino muy importante para que uno pueda hacer el pago en bolivianos y en yuanes. Es un buen paso, aunque no se está todavía ejecutando. Nadie ha podido utilizar ello. Hay que acelerar. Pero el swap (intercambio de divisas entre dos países que actúa como un préstamo contingente entre bancos centrales)  que es lo mismo, con la diferencia de que inmediatamente suben las reservas internacionales. Un swap de bolivianos y yuanes hace que el banco central pueda subir 1.000 o 2.000 millones de dólares mediante un acuerdo entre gobiernos. Y eso le daría también más estabilidad al sistema financiero estatal, al sistema de reservas estatales.

Entonces, son medidas que en el corto plazo de los siguientes dos, tres, cuatro meses, se podrían resolver este tema. Y devolverle a la gente la tranquilidad de que el boliviano es sólido.

Hay divisas para importar, hay divisas para exportar y la dinámica económica va a poder mejorar sustancialmente.

— En la calle la gente se queja y dice que con Evo había más plata. ¿Usted ha escuchado esos comentarios?¿Comparte este criterio?

Lo que pasa es que tuvimos una tasa de crecimiento en promedio del 4,5% a lo largo de 14 años. Eso fue un récord histórico. Y eso la gente lo notó y tuvimos una caída muy drástica de la pobreza y de la extrema pobreza. Acuérdese que vivimos un país con el 59% de pobres de Bolivia. Es decir, seis de cada 10 bolivianos eran pobres. Y cuando Evo terminó la gestión, tres de cada 10 bolivianos eran pobres. Y igualmente de extremadamente pobres caímos del 35% a casi el 12-13%. Hoy sigue cayendo la pobreza, pero muy lentamente.

Lo que vemos hoy es que el Estado era el gran inversionista. Con nosotros, la inversión pública, obras, escuelas, hospitales, caminos, casas, postas sanitarias, era alrededor de 6.000 millones de dólares al año. Ya estoy hablando de 2019, 2018, 2017. Cerca de 6.000 millones. Hoy la inversión ha caído a 2.000 millones, es decir, a la tercera parte. Hay menos circulante, hay menos dinamismo económico. Eso es un poco la gente lo está constatando y está extrañando. Esa dinámica económica que hubo en los años anteriores. Hay una falta de inversión, entonces Usted apunta a esto por la situación que tenemos.

Falta de más inversión pública. De hecho, la inversión pública ha caído a la tercera parte de lo que dejamos nosotros.

— ¿Eso le sugiere al gobierno de Luis Arce, entonces?

Tiene que aumentar inversión pública. No puede quedarse con una inversión de 2.000 millones de dólares. Es la que ha planificado o ha ejecutado el año pasado. Tiene que volver a invertir.

Cada dólar que invierte el Estado, cada peso que invierte el Estado, eso se repercute en movilizar 10 pesos. Hay un débil movimiento económico, porque hay una débil presencia del Estado en la inversión pública. Hay que aumentar inversión pública en carreteras, en escuelas, en hospitales, en empresas que le está haciendo el gobierno, pero más grandes.

Estoy muy contento de la producción de biodiesel que va a hacerse en Santa Cruz. Excelente. Son 1.500 barriles diarios que va a producir con soya. Pero eso habría que hacerla 10 veces más grande. Más inversión pública para que eso dinamice la economía. El gobierno tiene que preocuparse de mayor inversión pública. Uno dice, bueno, ¿y dónde va a sacar dinero? El endeudamiento interno es una opción especialmente para obras de impacto inmediato.

Enlosetar, pavimentar, construir casas, levantar hospitales. Buena parte es inversión interna en bolivianos y equipos, otra parte en dólares.

— ¿Impuestos?

Hay que ajustar bien el impuesto a las ganancias. Los ricos tienen que aportar al país más dinero para inversión pública. El impuesto a las ganancias en el primer año dio 140 millones, ahora ha caído a 120, a 100 millones. El impuesto a las grandes riquezas tiene que movilizar unos 300, unos 400 millones de dólares.

Muchos empresarios lo que han hecho es dividir su riqueza y entregar casas o propiedades a sus hijos, a sus nietos, a sus primos. Y eso uno puede rastrearlo fácilmente. Están evadiendo el pago de impuestos. Eso hay que ajustar bien el impuesto a las grandes fortunas, porque ese podría haber sido un gran mecanismo para potenciar inversión pública. Ahora se está moviendo en torno a los 100 millones, cuando debería moverse en torno a los 300 o 400 millones de dólares a las grandes fortunas.

— ¿Pero no se ve una crisis profunda?

Estamos con un crecimiento moderado, pero hay crecimiento. Aún no ha salido la cifra oficial, pero mi estimación es que estamos entre el 2 y 2,2% de crecimiento. No es un mal crecimiento, pero no es el 3,5 o el 4,5 que tuvimos nosotros años atrás.

Hay una crisis de divisas. Pero esa crisis de divisas puede repercutir con el tiempo a otras áreas de la economía. No lo ha hecho aún. Entonces, hay que rápidamente curar, curar esta enfermedad. Y por eso, las medidas que decíamos ahora, cuando usted tenga una inflación del 10% o del 20% o una tasa de crecimiento cero o negativa, sí, dice, esa es una crisis económica. Pero no lo tiene. Hay una ralentización de la economía. El aparato económico está resintiéndose, pero aún no ha entrado en un momento de crisis.

Estamos orgullosos de este récord histórico en la historia de Bolivia. El 30% de los bolivianos dejaron la pobreza. Estoy muy feliz. Y no me arrepiento un milímetro de ninguna de las medidas que tomamos para sacar a tres millones de bolivianos de la pobreza.

El Estado boliviano tuvo mucho dinero en la exportación del gas. El 50% a la exportación de gas, óigame, el 50%, lo administraron gobernaciones y alcaldías. El 25% empresas petroleras.

— ¿Qué oportunidades tenemos con el litio?

Los precios de la tonelada han caído enormemente. De 60.000 dólares está ahora en 15.000 dólares la tonelada. Sin embargo, es un buen ingreso. Y como todo se está volviendo a rehacer con el tema del litio, lo único que queda es lo que hizo Evo.

Lo único real que hay ahorita en Bolivia es lo que Evo hizo, que es esa planta de carbonato de litio y de las otras saldes residuales. Es lo único que está funcionando. Y ahora han hecho una nueva licitación. Está bien, hay que producir, no 15.000, hay que producir 100.000, 150.000 toneladas.

Y eso lo vamos a hacer con inversión también extranjera, con tecnología extranjera. Lo hicimos nosotros. El contrato que hicimos con China y Alemania lo rompió la señora Áñez. Y de hecho hubo ahí seguramente influencias para que se rompa ese contrato. Vamos a regresar a un contrato con una empresa china o europea para producir mayores cantidades, pero siempre bajo el método boliviano, que la mayor cantidad del excedente de la riqueza quede como ganancia en el país. Pero eso vamos a verlo de aquí a dos años.

Lamentablemente se ha perdido cinco años. El golpe de Estado nos ha robado la oportunidad de un inicio más rápido de litio. Igual, somos la mayor reserva de recursos de litio del mundo. No se encontró una nueva. Va a salir de aquí litio, pero hay que esperar dos años.

Por eso entre nueva producción de litio en grandes cantidades industriales y hoy hay que hacer un puente de transición para que el Estado retome otra vez protagonismo en las exportaciones que lo va a hacer con el litio, se requiere dos años. Y en esos dos años hay que aplicar las medidas que le conté anteriormente. La medida de control del comercio exterior. No va a ser permanente. Son dos años, dos años y medio que se requiere ese control para que haya dólares.

En tanto el Estado hace sus acuerdos, sus contratos, comienza las inversiones con empresas extranjeras en el salario de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes, para que de aquí al 2026-2027 ya el Estado nuevamente sea el gran exportador. Y esta medida de emergencia temporal del comercio exterior, del control del comercio exterior, ya se la puede dejar.

Porque el Estado ya no va a necesitar de obligar a que introduzcan los dólares al sistema financiero boliviano para que el importador disponga de esos recursos al precio oficial.

— ¿No le alcanzaría entonces al actual gobierno tener o sobrepasar esta producción que se estima que tendría que hacer todo nuevo?

No, al actual gobierno ya no le queda. Ya no tiene tiempo para encontrar. Ni estamos explorando para producir nuevos campos de petróleo ni para tener una producción sustanciosa de carbonato, de litio, no le queda tiempo. Es un año más que tiene de gobierno y no le da.

Por lo tanto, el actual gobierno tiene que contar con los dólares existentes. No hay nuevas fuentes de aprovisionamiento de dólares. Entonces, los dólares que existen hoy los tienen los privados, los grandes exportadores privados. Pues hay que conversar con ellos a la buena, u obligarlos a la mala, a esas 20 empresas o 30 empresas, para que sus dólares, que siguieran siendo los suyos, ingresen al sistema financiero boliviano y la gente pueda disponer de los dólares que va necesario.

En tanto, ese es un puente, se van preparando condiciones para la explotación de nuevos campos de gas y para la producción industrial de 100.000 toneladas de carbonato, de litio, litio metálico, hidróxido de litio, que eso va a tardar de manera razonable recién hasta el 2026, 2027.

— Nos mencionaba usted ya una medida, considero, ¿qué debería hacer el gobierno para normalizar la venta de dólares? De manera concreta, control estatal del gran comercio exterior. ¿Qué es control estatal del gran comercio exterior?

Que todos los dólares de los grandes exportadores de soya, de azúcar, de zinc, de oro, de plomo o plata, introduzcan sus dólares al sistema financiero boliviano. El señor Zapata, que exporta zinc, y la señora Gutiérrez, que exporta aceite de soya, que hoy deja los dólares de su exportación en Estados Unidos o en Panamá, obligatoriamente tenga que introducir al Banco Santa Cruz, al Banco Económico, al Banco de Crédito, al banco que quiera, pero obligatoriamente tiene que inyectar eso, ese resultado de la venta de soya, de azúcar, de zinc, de plomo plata o de oro, al sistema financiero boliviano, para que los bancos tengan la suficiente cantidad de dólares para abastecer la demanda de ellos mismos, porque compran insumos del extranjero, o de otros importadores de herramientas, de maquinarias.

Esa es la solución inmediata para acabar con la crisis de divisas, y en simultáneo a eso, un acuerdo con los agropecuarios agroindustriales cruceños. Aprobar dos eventos transgénicos, ampliar frontera agrícola, pero toda la nueva producción y la venta de la productividad, ya el año 2024, se introduce al sistema financiero boliviano privado, al sistema federal financiero boliviano, para que haya abastecimiento de dólares internamente. Quienes saben de política dicen que la economía va marcando los ciclos.

— ¿Cree que la economía marca el peligro de que el MAS no vuelva a ser gobierno o gobierno con mayorías?

 Sin duda, hay un obstáculo económico, y en mi lectura requiere el modelo económico que inauguramos el año 2006, requiere rápidamente y de manera audaz un paquete de medidas de segunda generación. La primera generación cumplió su cometido, tres millones de pobres que abandonaron la pobreza, crecimiento del 4,5 promedio anual, y una economía raquítica de nueve mil millones que creció a 42.000 millones Hasta ahí llegó las primeras reformas. Ahora tiene que venir un segundo, paquete de reformas económicas que permitan tasas de crecimiento del 4,5%, que permitan una diversificación industriosa de nuestro país.

Ya no se puede lograr eso con las antiguas reformas. Hasta aquí llegaron las antiguas reformas, aplicadas desde el 2006-2008. Ahora se requiere un nuevo paquete para darle continuidad al modelo comunitario productivo y para darle continuidad a las reformas económicas. Ahora se requiere un nuevo paquete para darle continuidad al modelo comunitario productivo y para darle continuidad y profundidad al Estado plurinacional.

— ¿Esta segunda generación de reformas tiene que impactar al MAS y su definición de candidaturas?

Sin duda. Cuando Usted me invitó a hablar le decía que todavía dependemos de los caprichos y las ambiciones personales, hay que hablar de lo que va a hacer el nuevo gobierno. Hay que hablar de eso. El nuevo gobierno del MAS ya no puede seguir administrando lo que hicimos. Tiene que innovar. Tiene que dar un giro de timón. Tiene que implementar reformas de segunda generación que nos vuelvan a relanzar a un ciclo de crecimiento largo de la economía y de bienestar, que es lo que la gente reclama. Y eso ya no es jalando lo que hicimos, es introduciendo nuevas cosas. Cosas nuevas se tienen que hacer. Y yo creo que ahí debería ir el debate de los candidatos, el debate de los compañeros que quieren pugnar por ir a la candidatura.

Tienen el derecho, está bien. ¿Pero, para qué va a llegar al gobierno el compañero Luis? ¿O para qué va a llegar al gobierno el compañero Evo? ¿O para qué va a llegar al gobierno el compañero Andrónico? ¿Para qué? ¿Qué va a hacer? Es lo que tendremos que estar discutiendo ahorita. ¿Cómo hacemos para que otra vez la senda del crecimiento y el bienestar retome la fuerza de hace diez años atrás? Ya no es con lo que ahorita existe. Lo que ahora existe cumplió eficientemente unas metas, pero ahora ya hay nuevas circunstancias. Se requieren nuevas medidas. Eso es lo que denomino medidas de segunda generación. Audaces para garantizar más crecimiento, más distribución de la riqueza, mayor bienestar para la gente, mayor tranquilidad y mayor ahorro del ciudadano normal.

Evidentemente las personas cuentan, pero cuentan las personas que llevan en sus espaldas unos compromisos. El 2005 nosotros llegamos con unos compromisos. Había que nacionalizar el gas, había que hacer asamblea constituyente, garantizar un gobierno indígena, y combatir la pobreza. Lo hicimos eficientemente. Uno puede rendir cuentas ante la historia. Hacer un checklist ¿Cuál es su lista de responsabilidades inmediatas, urgentes, para salir de este atolladero en el que nos encontramos? Eso deberían estarnos planteando los compañeros. ¿Qué van a hacer para mejorar la economía? ¿No, qué van a hacer para insultar de mejor manera al otro compañero?



-     ¿Habrá un nuevo gobierno del MAS reconciliado?

Ojalá. Es mi esfuerzo. Soy un convencido de que, si el MAS va dividido, pierde las elecciones. Lo vengo diciendo desde hace un año. Si el MAS va dividido, pierde las elecciones. En primera vuelta ni siquiera en la segunda. En primera vuelta, se pierde las elecciones. Se convertiría en una minoría política. Si el MAS va unido, tiene altas probabilidades de ganar las elecciones. Y si va unido con un programa audaz de reformas económicas de segunda generación del Estado multinacional, la victoria está garantizada. Unidad y reformas económicas de segunda generación son para mí la clave de la victoria del MAS en 2025.

-     ¿Qué opina de las gestiones del Grupo de Puebla?

Es una señal de la preocupación internacional. No olvide usted que el proyecto más radical y más exitoso del progresismo del siglo XXI es el boliviano. Económicamente el más exitoso, políticamente el más duradero y socialmente el más radical.

Entonces, el que se ponga en riesgo eso ha llamado la atención no solamente a esas personas, esos compañeros del Grupo de Puebla, sino a muchas otras personas en el mundo. Y ellos lo que han hecho es, por lo que yo sé, básicamente venir a enterarse acerca de qué es lo que está pasando, a mostrarle la preocupación y la angustia porque una derrota de Bolivia electoralmente del proyecto progresista va a influir enormemente en el continente.

-     ¿Hablaron con usted?

Estaba en Colombia, regresé de Colombia, luego a La Paz, no los pude ver. Pero claro, nos encontramos siempre. Fuimos en el mes de febrero y pude, en distintas circunstancias, y con otro tipo de temáticas, me pude ver con la mayoría de los que estuvieron acá semanas atrás. Yo los vi en enero y febrero. Los vi casi a todos ellos.

-     ¿Hay espacio para usted en la política actual del MAS?

No tengo interés de proyectar ninguna candidatura. No quiero o rechazo cualquier tipo de propuesta para algún tipo de candidatura en ningún cargo. Pero sí soy un defensor del Estado plurinacional y me esfuerzo por explorar cómo hacemos para que este proceso mejore y continúe en el tiempo y gane las elecciones del 2025. Aun si en el MAS logran reconciliarse, logran sanar esas heridas.

-     ¿Cree que esta pugna es real o puede ser ficticia?

Nadie se haría tanto daño para simular, porque no gana nada. Con la pelea nadie está ganando, al contrario, la pelea está generando hastío, desinterés, decepción. Hay ciertos sectores que no se meten en las peleas. ¿A cambio de qué? ¿Qué ganan peleándose? Bueno, si es una simulación, pues algo deben ganar. ¿Qué están ganando? Nada, absolutamente nada, están perdiendo. La pelea es siempre dañina, no solamente entre ellos y lo que se dice personalmente, sino a la gente, la gente que va a votar.

-     ¿Cómo deberían ser las primarias en el MAS?

Hay que habilitar el padrón de 2018, cuando el MAS logró inscribir a 800.000 personas; hay que permitir que militantes con menos de 10 años participen, para que participe Lucho. Reformar los estatutos.

Tiene que haber un acuerdo para que el que gane no se lleve todo; el segundo debe tener influencia para poder elegir candidatos. El que sale segundo podrá elegir al 30% de la bancada para no generar resentimientos y redistribuir el poder.

-     ¿Usted está más cerca de Arce, Evo o Andrónico?

A estas alturas más cerca de reformas de segunda generación que le den continuidad al proceso de cambio, pero en cuanto a simpatía, me siento más cercano a una candidatura de Andrónico Rodríguez.

- ¿Andrónico con quién?

Puede ser con Evo, puede ser por una compañera como Adriana Salvatierra, dependiendo de las circunstancias. Pero, prefiero ya no meterme en esta pelea de los individuos. Confío, espero que lo resuelvan y que la lucha de intereses personales la resuelvan entre los dos grandes líderes, el líder social y el líder estatal, y que pasemos pronto al problema central. ¿Cómo hacemos para que la economía retome una senda de crecimiento económico y distribución de las riquezas sociales? Para mí, es el centro.

— ¿Por qué cree que Andrónico sería la solución inmediata?
No necesariamente, puede ser también Evo, no estoy colocando en jerarquía, pero sí lo que creo es que en la candidatura que salga ya tiene que haber presencia mayoritaria o minoritaria, o a medias, de la regeneración, de la sustitución generacional de los liderazgos. Ya tiene que tener presencia. Si estamos pensando en una perspectiva del Estado plurinacional en los siguientes 15 años ya tiene que estar presente en esta elección la fuerza de la renovación, de la renovación generacional. Una presencia de Andrónico como vicepresidente, o como presidente, ya es una buena señal. Quizás como vicepresidente inicialmente, está bien, puede ser. O quizás como presidente, que lo resuelvan, que acomoden sus intereses los líderes.

Independientemente de quién encabece, ya sea que como presidente o vicepresidente, ya se dé la señal de esta renovación generacional del MAS que llegue hasta el 2040, para largo.

—¿Qué cree que puede pasar en el congreso del MAS de mayo?

Hay dos momentos claves este año. Con fechas no tan fatalistas, porque el presidente de la Corte ·lectoral ha anunciado que se podría estirar un poco como el chicle las fechas. Pero mayo o junio tiene que resolverse la sigla.


¿QUÉ HACE ÁLVARO?

DESAFÍOS

Acaba de dar una charla magistral para un doctorado en la Universidad UBA de Argentina. Es conferencista en Clacso e investiga sobre los temas globales. Cuando está en Bolivia, opina sobre el futuro del Estado Plurinacional y descarta volver a ocupar un cargo político.