El alcalde de Colchane pidió a las autoridades de Bolivia y Chile reforzar el control en la frontera. En una semana, dos mujeres fallecieron por intentar pasar al lado chileno. Una de ellas era boliviana.

7 de abril de 2024, 4:00 AM
7 de abril de 2024, 4:00 AM

En solo cinco días dos mujeres fallecieron en la frontera entre Pisiga (Bolivia) y Colchane (Chile). Por esta zona ingresan al día a Chile más de 200 personas por pasos ilegales, lo que pone en riesgo sus vidas debido a las condiciones climáticas que enfrentan los migrantes. La mayoría de las personas que buscan cruzar al vecino país son de origen venezolano, pero también hay bolivianos que buscan mejores días en ciudades chilenas.

Colchane es una de las comunas del norte de Chile más afectadas por la migración irregular, pero también por el delito transnacional, que incluye narcotráfico, contrabando y trata y tráfico de personas. Esta localidad, en la frontera con Bolivia, tiene un clima frío y sus autoridades coordinan con el Gobierno de Gabriel Boric para tratar de erradicar la violencia y la migración ilícita en este punto.

El alcalde de Colchane es Javier García, quien enfrenta sus últimos días de gestión y todavía piensa si irá a la reelección. La autoridad también siente temor por la llegada de mafias a su comuna e incluso dice que cambió en siete oportunidades el número de su teléfono móvil. Pero también revela que no tiene un domicilio estable y que pernocta en diferentes casas como medida de seguridad.

“Afortunadamente he tomado todas las medidas de resguardo como cambio de teléfono. Al menos siete veces he cambiado mi número de teléfono. Este último tiempo he pernoctando en diferentes lugares, no tengo un domicilio exacto. Y eso me ha permitido no haber tenido al menos problemas de ese tipo hasta el momento”, revela García.

La autoridad relata que por el paso de Colchane existen varios pasos ilegales que son abiertos por las mafias transnacionales y que por esas vías pasan más de 200 migrantes al día ilícitamente y que por el paso habilitado ingresan 1.000 personas diariamente. 

“Están ingresando aproximadamente 200 personas diarias de manera irregular. Sin embargo, sabemos que de manera regular están ingresando al menos mil personas diarias por el complejo fronterizo. Las personas que ingresan de manera irregular principalmente son venezolanos”, informó García.

Cerca de Colchane está la comunidad Pisiga Choque, que es un pueblo chileno dominado por mafias bolivianas que introducen al país vehículos chutos y mercadería de contrabando. El poblado, que está a 3.000 metros de la frontera entre Bolivia y Chile, tiene todas sus casas con amplios garajes y todos llenos de motorizados que llegan en los camiones “cigüeña” desde Iquique. Los automóviles permanecen guardados hasta aparezca un comprador.

Fiscalía de Frontera

Este tipo de delitos hace que esta frontera sea catalogada como una de las más peligrosas de América del Sur. Es por eso que la Fiscalía de Chile decidió una oficina especial en ese punto fronterizo. Este puesto operará en dependencias del Ejército y la intención es que esté en funciones este mismo año.

“Nosotros tenemos que enfrentar de manera inmediata el crimen organizado y eso es hacernos cargo en frontera de delitos tales como homicidios, trata de personas y tráfico, con especial énfasis en las víctimas (...) Tener una fiscalía acá en Colchane, hará que la persecución sea mucho más inmediata, eficiente y eficaz”, afirmó Trinidad Steinert, fiscal regional de Tarapacá.

Según el alcalde de Colchane, municipio que es parte de la región de Tarapacá, esta saturación no solo la ha advertido a la administración de Gabriel Boric, sino también a la anterior de Sebastián Piñera. “Hicimos un requerimiento de ampliación del complejo fronterizo de aumento de dotación de personal, y de extensión del horario de atención. Sin embargo, se nos respondió en el Gobierno de Piñera que no había los recursos necesarios. Hoy, lamentablemente, ese complejo está colapsado”, dijo García.

Entre Colchane y Pisiga hay personas que burlan el control migratorio. Incluso hay complicidad de las empresas de transporte, quienes advierten a los pasajeros si harán el trámite legal o no. Los que deciden ir por la vía ilícita se bajan metros antes del complejo fronterizo y toman los pasos inhabilitados. Luego, ya en la carretera chilena, vuelven a subir al bus.

Pero también hay mafias instaladas en Pisiga que se dedican al delito de trata y tráfico de personas. Estas organizaciones usan los pasos inhabilitados más lejanos para evitar controles. En estas zonas es donde el clima y el trajín termina con las vidas de muchas personas. Es por eso que los militares chilenos cavaron zanjas para evitar el paso de migrantes.

Pasar por esa frontera es arriesgarse a la muerte. Rogelia Quinteros, de 54 años y oriunda de la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, se encontraba en el Dispositivo de Migrantes de Colchane, Chile, cuando sufrió un repentino desvanecimiento. Los testigos relatan que la mujer se descompensó bruscamente, lo que llevó a la intervención de los profesionales de emergencias del Centro de Salud de Colchane.

Ella solo quería reunirse con su hija, que radica en Chile trabajando, pero que no utilizó el paso fronterizo oficial. Días antes, una mujer colombiana también falleció por intentar cruzar la frontera a pie. No soportó el frío y la altura y sufrió un paro cardiaco. En estos puntos también hay niños que cruzan así a Chile.