El voto nulo fue el favorito en las elecciones de 2011 y 2017: ¿Qué puede suceder este domingo?
A raíz de esos resultados se planteó una reforma que hasta el momento no prosperó, el presidente del TSE reconoce los incovenientes que enfrenta este proceso electoral.
Las elecciones judiciales de este domingo 15 de diciembre llegan tras un proceso marcado por retrasos y cambios de última hora, en un contexto de desconfianza hacia el sistema judicial del país.
Desde las primeras elecciones judiciales de Bolivia en 2011, el voto nulo y blanco ha sido una expresión clara de descontento por parte de la ciudadanía. En esos comicios, el 57% de los votos fueron nulos o en blanco, un porcentaje que aumentó al 65% en las elecciones de 2017.
Óscar Hassenteufel, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), destacó que estos resultados no fueron casuales.
"Este voto blanco y nulo no fue producto de la casualidad, fue algo voluntariamente decidido por la ciudadanía, como muestra de protesta y descontento con el sistema de designación de jueces", explicó el presidente del TSE en un conversatorio sobre el proceso electoral.
En esta ocasión, Bolivia celebrará su tercera elección judicial, pero en un formato parcial debido a diversas impugnaciones y problemas previos.
En las elecciones de 2011, el panorama electoral fue el siguiente:
- El 42,60% de los votos fueron nulos.
- El 15,07% fueron votos en blanco.
En 2017, el voto nulo se impuso con fuerza, con un 53,8% de votos nulos en la elección para el Tribunal Agroambiental y un 53,76% para el Consejo de la Magistratura. A su vez, se registraron porcentajes de votos en blanco de 13,5% y 15,2% para ambos tribunales, respectivamente.
En 2017, la participación electoral fue del 78%, uno de los porcentajes más bajos en comparación con otros procesos electorales, donde la participación suele superar el 90%. La baja participación y el elevado porcentaje de votos nulos reflejan la falta de confianza en el sistema judicial y las críticas al proceso de selección de magistrados.
La pregunta que ahora surge es si este domingo, en un contexto de elecciones parciales y con un escenario de desconfianza en el sistema, es el voto nulo volverá a ser el favorito.