La plataforma Global Forest Watch (GFW) expuso los datos recaudados en la pasada gestión. Bolivia sigue en el podio de los países más deforestados en el mundo. Beni batió récords de pérdida de bosques.

7 de abril de 2024, 4:00 AM
7 de abril de 2024, 4:00 AM

Santa Cruz y Beni concentran el 87% de los bosques destruidos en 2023. En el departamento cruceño se perdieron 342.818 hectáreas de bosques, mientras que en Beni 264.175 hectáreas. A nivel Bolivia se destruyeron 696.362 hectáreas, lo que mantiene al país como el tercero a nivel mundial con más pérdida de bosque primario.

La plataforma Global Forest Watch (GFW) presentó el nuevo estudio de pérdida de bosques a nivel mundial. Lo hizo en alianza con la Universidad de Maryland y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI). Según estos datos, Bolivia empeoró su situación y sigue ocupando el tercer lugar en el mundo de los países con más pérdida arbórea, luego de Brasil y República Democrática del Congo.

El director de la Fundación Tierra, Juan Pablo Chumacero, destacó que Brasil y Colombia, que redujeron su pérdida boscosa en 2023, han demostrado que con voluntad política y planes coherentes se pueden lograr resultados. Sin embargo, el experto lamentó que en Bolivia no se avance en el cuidado del medio ambiente a pesar del discurso gubernamental de defensa de la Madre Tierra.

“Colombia y Brasil han manifestado su intención de lograr una deforestación cero, pero Bolivia se opuso a ello y esto refleja que acá no existe voluntad política, y al contrario lo que se hace en el país es plantear una política de desarrollo a costa de los bosques. Hace falta un cambio de modelo de desarrollo, alcanzar uno que no sea a costa del bosque, sino uno con sostenibilidad, uno en el que se consideren las posibilidades de progreso económico junto a la gente que depende directamente de nuestros bosques”, consideró Chumacero.

El experto añadió que entre las recomendaciones de GFW está el insistir en mecanismos de financiamiento que otorguen valor al bosque en pie, en lugar del bosque tumbado. “Las inversiones en bioeconomía pueden dirigir a un progreso en reducir la deforestación, mientras se promueve crecimiento económico y se aseguran los estilos de vida de quienes dependen de los bosques”, dijo.

Las 696.362 hectáreas de bosque perdidas en 2023 es el segundo nivel más alto registrado en la historia de Bolivia después de 2019, cuando se contabilizó 852.098 hectáreas de bosque perdidas debido, principalmente, a los incendios forestales en el oriente boliviano.

Aumento y críticas

Según el estudio de GFW, en Bolivia hubo un aumento del 17% de pérdida de bosques en comparación con el año 2022. Durante los últimos cinco años, el país perdió el 40% de todo el bosque destruido desde 2001; es decir, de los últimos 23 años. Si bien desde 2016, a nivel global se tiene en promedio una pérdida de bosque de 26 millones de hectáreas, la superficie con la cual Bolivia contribuye es cada vez mayor. En la pasada gestión, Beni fue la región que batió récords.

En Beni, hasta el 2022, no se conocían noticias de pérdidas de bosques por encima de las 100.000 hectáreas en un solo año. Sin embargo, en 2023 se vivió el récord: 264.175 hectáreas fueron destruidas, lo que significa un aumento del 155% respecto a la gestión anterior y que es comparable a casi cuatro veces la mancha urbana de Santa Cruz de la Sierra.

Vincent Vos, biólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Beni José Ballivián, consideró que el principal factor se debe a la modificación del Plan de Uso del Suelo (PLUS), que en 2019 aprobó el Legislativo beniano. Este PLUS, más el DS 26075, permitieron la expansión agrícola y ganadera, lo que ocasionó, según Vos, la pérdida de bosques a gran magnitud en los últimos años.