Da vergüenza. Bolivia ocupa el primer lugar en violencia en Latinoamérica y el primer lugar en feminicidios en Sudamérica. Es real y alarmante

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19 de junio de 2019, 4:00 AM
19 de junio de 2019, 4:00 AM

Hay que detener el odio. Seamos la voz de alarma para frenar la violencia y evitar más muertes de nuestras hermanas.

Las estadísticas demuestran que a pesar de la Ley 348, aplicada en nuestro territorio desde 2013, las cifras rojas de la violencia de género no han disminuido.

Según datos oficiales, en 2013 se produjeron 110 muertes por violencia machista; en 2014 fueron 114 los casos de feminicidio; en 2015 se reportaron 93 casos; la cifra se elevó nuevamente en 2016 año en el que 104 mujeres fueron víctimas de feminicidio. El 2017 dejó 109 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas y el 2018, 111 féminas fueron exterminadas por razón de género.

Hoy, nos alarma que 56 feminicidios, se han reportado en los primeros 170 días de 2019, lo que significa que, cada tres días matan a una mujer, y solo por el hecho de ser mujer.

El feminicidio es un crimen de odio del varón hacia la mujer. Ellos son los que matan. Eso indican las cifras. En el 74% de los casos, el agresor es la pareja o expareja sentimental de las mujeres víctimas.

Para Ellas se suma al pedido del Observatorio de Género - Coordinadora de la mujer, de la declaratoria de alerta nacional por feminicidios, haciendo eco del dolor de las familias, de las 697 víctimas, por violencia machista, que se han dado en seis años y casi seis meses en nuestro país.

Es real

Paola García, abogada de la Casa de la mujer Santa Cruz, indicó en una entrevista en un canal de TV que “es preocupante la situación de indefensión que vivimos las mujeres porque del 2013 al 2017 se han reportado 149.517 denuncia por violencia machista, sexual e intrafamiliar y, realmente lo que nos preocupa es lo que se está haciendo con esta cantidad de denuncias. Solamente se tienen 917 sentencias”.

Cada vez que los periódicos y noticieros anuncian un feminicidio más, las autoridades dan emotivos discursos, pero no cumplen la Ley 348 que ha sido diseñada para disminuir esas cifras y cambiar comportamientos. Ante esa pasividad de las autoridades, ha surgido un movimiento ciudadano en Bolivia que se denomina #NiUnaMenos. Nació en el Facebook y pronto, centenares de mujeres de todo el país se fueron uniendo al grupo y clamaron organizarse para evitar más muertes. Pero esto no es suficiente.

Para las profesionales experimentadas en la lucha contra la violencia, la ola de feminicidios en el país, es una evidencia de la descomposición social ante los brazos cruzados de las autoridades. Y si esa descomposición no es frenada adecuadamente, las consecuencias pueden avanzar sin remedio.

“Algo pasa con los varones bolivianos. Algún desperfecto lo convierte en una persona insegura, que no puede tener una relación horizontal con las mujeres. Esta es una situación terrible, que debe resolverse de alguna manera. No puede ser que tantos varones tengan una incapacidad crónica para ver a la mujer como un ser autónomo, que toma sus propias decisiones, vive su propia vida y decide por sí misma lo que es mejor para ella”, subraya el periodista Raúl Peñaranda, en su columna de opinión publicada en este medio el 17/06/19.

Una luz al final del túnel

En este contexto, el Observatorio de Género resalta que los feminicidios crecientes deben motivar a que las autoridades redoblen y sumen esfuerzos con entidades clave como los medios de comunicación, para llevar adelante políticas, mensajes y acciones de prevención y educación cada vez más decididos. Estas son algunas propuestas que muestran una luz de esperanza:

La Defensoría del Pueblo ingresará a los municipios rurales del país para trabajar en prevención de la violencia. Desde el 17 de junio y durante tres meses, movilizará a todo su personal para ingresar a 175 municipios rurales del territorio nacional, donde implementará un plan de actividades para sensibilizar e incidir en la prevención de la violencia, violencia y acoso político, informar y capacitar sobre la interrupción legal del embarazo en niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual.

Hace 22 días, se realizó la 9na. Cumbre Nacional de Seguridad Ciudadana, en Trinidad, donde se propuso la declaración de las Jornadas de sensibilización para la no violencia, a través de un Decreto Supremo en el que se dispone que un día al mes o a la semana, se prohíba el expendio y consumo de bebidas alcohólicas durante 24 horas, así como la realización de actividades de sensibilización y promoción de la no violencia en espacios públicos y otras iniciativas convenientes, en armonía con los usos y costumbres de cada jurisdicción.

El decreto dicta capacitar a servidores públicos de instituciones y entidades de todos los niveles del Estado, personal de empresas públicas y de entidades privadas de servicio público, que deberán acreditar un mínimo de 10 horas de capacitación especial en materia de prevención de las violencias.

Otra medida de la Cumbre, se plasma a través del Decreto Supremo N°3834, que establece el Sistema Integrado de Registro y Alerta Inmediata, denominado Adela Zamudio, que permitirá a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) tecnificarse, digitalizarse y poner en marcha el ´botón de pánico”, para reducir la violencia contra la mujer.

Este sistema fortalecerá la Felcv toda vez que aplica, de manera digital, el registro y alerta de manera integrada permitiendo mejorar los niveles de prevención y defensa de la mujer en situación de vulnerabilidad frente a la violencia. Fue construido entre el Ministerio de Gobierno, la Policía, plataformas de mujeres, la Comunidad de Derechos Humanos y Cooperación Suiza, Dinamarca y la Organización de las Naciones Unidas Mujer.

Instituciones de apoyo

Ante cualquier hecho de violencia, para reportar, pedir ayuda, contención o información, acudí al Casa de la Mujer Bolivia, Defensoría del Pueblo Bolivia, Observatorio de Género-Coordinadora de la mujer, Plataforma de Lucha Contra la Violencia hacia las Mujeres, Centro Juana Azurduy, Bolivia; Alianza Libres Sin Violencia. Estos lugares son plataformas virtuales en las redes o cuentan con un espacio físico.

Además, están los Servicios Legales Integrales Municipales (que existen en todas las ciudades del país).

Ante semejante situación, Para Ellas cree que un mundo con violencia de género es un mundo en el que los derechos humanos no son respetados y que no puede alcanzar un desarrollo sostenible y justo.

Este es un mundo sin justicia, que está oprimiendo al 50% de sus habitantes (las mujeres en primera instancia), por ello tomamos la bandera y levantamos nuestra voz de ¡Alerta!