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14 de agosto de 2019, 4:00 AM
14 de agosto de 2019, 4:00 AM

Cuando el padre de Harry Day falleció poco antes de que su hijo ingresara a la universidad de Stanford, éste se vio obligado a dejar los estudios y dedicarse a manejar la hacienda de su familia, esa fue su única opción.

La vida era dura. La pequeña casa de adobe en la frontera de Nuevo México no tenía electricidad ni agua corriente, y estaba situada a muchos kilómetros de la ciudad más cercana. Pero la vida siguió su curso y a la larga Harry se casó con Ada Mae.

Cuando nació su primera hija, viajaron 300 kilómetros hasta El Paso, Texas, para que Ada pudiera dar a luz.

Luego llevaron a su bebé, Sandra, de regreso a casa a fin de que empezara su vida con los escasos recursos que ofrecía la hacienda. Ni siquiera había una escuela cerca de la casa, de modo que Ada Mae empezó a impartirle a la pequeña Sandra, desde los cuatro años, la instrucción elemental, e hizo que se dedicara varias horas diarias a la lectura.

Pero tanto Ada Mae como Harry querían que su hija tuviera una formación universitaria —la que Harry no había podido tener—, y cuando llegó el momento la pusieron en el mejor colegio que estaba al alcance de su bolsillo.

Sandra no solo ingresó a la universidad, sino que en 1952, se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, entre los mejores de su clase, y con confianza se dispuso a hacer carrera en algún estudio jurídico reconocido.

Pero debía superar aún muchos obstáculos.

Las únicas ofertas que recibió eran para trabajar como secretaria legal. Entonces decidió trasladarse a San Mateo, California, para ejercer su carrera como asistente del fiscal del condado.

Algunos años después, ella y su esposo se mudaron a Arizona, donde consolidó una prominente posición como jurista. 29 años después de haberse graduado de Stanford, recibió una llamada telefónica del fiscal general William French Smith. El presidente Reagan había nombrado a Sandra Day O’Connor como la primera integrante, de sexo femenino, de la Corte Suprema de los Estados Unidos.

(Fuente:Sopa de pollo para el alma de la mujer)