Los bienes de los tres hijos de Nidia Flores, actual esposa del mandatario venezolano, fueron congelados por la justicia estadounidense

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26 de julio de 2019, 8:11 AM
26 de julio de 2019, 8:11 AM

Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la trama estaba encabezada por el empresario colombiano Alex Saab y utilizaba a los hijastros del mandatario venezolano para cobrar sobrecostes del programa de alimentación CLAP.

Estados Unidos dio un nuevo golpe económico contra el entorno de Nicolás Maduro al congelar los bienes estadounidenses y prohibir las transacciones internacionales a los tres hijastros del presidente de Venezuela. Los hijos de Nidia Flores, actual esposa del mandatario, habrían colaborado en una trama de corrupción con dos empresarios colombianos implicados.

Las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro del país norteamericano están dirigidas contra diez individuos y trece empresas de diferentes partes del mundo como Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong, Turquía o Colombia.

Según informan los funcionarios norteamericanos, la forma de penetrar en las altas esferas venezolanas que tuvieron el empresario colombiano Alex Saab y su socio, Álvaro Enrique Pulido, fue a través de Walter, Yosser y Yoswal Flores.

Saab los sobornó para que lo pusieran en contacto con personas importantes del Ejecutivo como el vicepresidente económico y ministro de Finanzas, Tareck el Aissami, que también fue sancionado en 2017 por Estados Unidos bajo acusaciones de narcotráfico.

Además de a líderes del Gobierno central, Saab y su socio sobornaron a líderes locales como al antiguo gobernador de la región de Táchira, José Vielma Mora, y al actual gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres. Este último también ha sido sancionado por Estados Unidos en 2018 por supuestamente recibir sobresueldos mientras ejercía como ministro de Alimentación (2016-2017).

Corrupción con el programa de alimentación de Venezuela

Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, localmente conocidos como CLAP, son el programa de distribución de alimentos y de proporción de hogar de las familias más desfavorecidas del país, que actualmente está sufriendo una gran crisis alimentaria.

Según el Departamento de Tesoro, Saab se adjudicaba la mayoría de contratos con el Gobierno venezolano dentro de este programa y los dotaba de un presupuesto desmesurado que ha servido para lucrar él y a su socio con “cientos de millones de dólares”, tal y como han apuntado desde Estados Unidos.

A partir de 2018, con los problemas de liquidez que comenzó a atravesar Venezuela, Saab se encargó de convertir el oro venezolano en divisas de cambio mediante su comercialización en Turquía, gracias al apoyo del ministro de Finanzas, Simón Zerpas.

Con EFE