Las asociaciones concentradas en el nuevo mercado concuerdan y dieron aviso para que la Alcaldía refuerce sus medidas de reordenamiento. Los ambulantes no quieren moverse

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22 de junio de 2018, 4:00 AM
22 de junio de 2018, 4:00 AM

Desolación. A tres meses del traslado del mercado Los Pozos a su nuevo espacio, en la zona de la avenida Alemania, entre séptimo y octavo anillo de la capital cruceña, los días se tornaron grises para sus ocupantes. Las anunciadas ofertas y precios bajos no surtieron efecto. Los clientes no llegan y los rostros entusiastas se transformaron en caras largas que buscan una salida ante el panorama que los mismos comerciantes ven con poca claridad.

Hay quienes no aguantaron y abandonaron sus puestos, otros volvieron a vender a las calles, a escondidas de las batidas de los funcionarios municipales y lejos de los tradicionales centros de abastecimiento. Los que quedan cuentan los días. Tomarán medidas, y en caso de no ser escuchados retornarán a ocupar las calles que la Alcaldía prometió poner en cuarentena, esas calles donde se pintan ciclovías y que siguen siendo invadidas por otros ambulantes.

“Es cierto que tenemos un mercado hermoso y que estamos más cómodos protegidos del sol y de la lluvia, pero no sabemos qué hacer para mantener a nuestras familias porque no vendemos casi nada. En el otro mercado mis ventas superaban los Bs 4.000 mensuales y hoy un buen día de venta llega a lo mucho a Bs 50”, lamenta la vicepresidenta de la Asociación 20 de abril, Gabriela Muñoz.

Según esta comerciante, que es propietaria de una tienda de productos naturales, las medidas que toma la Alcaldía para atraer compradores duran poco y, al igual que sus asociados, reiteró las exigencias del dirigente Rodolfo Ochoa, quien reclamó el desalojo de los comerciantes del antiguo Los Pozos. Además, estos vendedores observan que no son más de seis las líneas de micro que circulan por la zona, a diferencia de las 17 que informaron funcionarios de la Alcaldía. 

Los comerciantes piden que además de los micros se habiliten rutas para los trufis que llegan hasta barrios cercanos a Satélite Norte y que se cumpla con la cuarentena anunciada en el antiguo mercado, es decir, que se corte la circulación a los micros.

En respuesta a esto, el dirigente de transporte Mario Guerrero explicó que no se puede desviar la circulación de los micros, ya que los más perjudicados son los ciudadanos y espera reunirse con las autoridades municipales para definir los temas pendientes con su sector.
Sin embargo, esto no es todo lo que aflige a los comerciantes del Nuevo Mercado Los Pozos.

La vicepresidenta de la Asociación 4 de Abril señaló que todavía existen carencias en algunos sitios, como la falta de instalaciones eléctricas y otros beneficios específicos de algunos comerciantes. La dirigenta resaltó que si no se levanta el antiguo mercado, retornarán a vender al lugar.

“Vivimos del sustento diario, tenemos hijos, tenemos deudas con el banco y nos endeudamos entre nosotros para sobrevivir, hay que hacer mejoras en este mercado y no hay dinero para concretarlas”, sostuvo Miranda.

Mientras tanto, del otro lado de la situación, en el antiguo mercado Los Pozos, la representante de los comerciantes ambulantes que quedaron en el lugar, Delia Agudo, manifestó con lágrimas en el rostro que no tienen intención de abandonar las calles ni acatar los operativos de la Alcaldía, considerando que nunca se los tomó en cuenta.

“A la Alcaldía no le interesa la gente pobre, si no la gente que es manejada como ganado y que cumpla con sus intereses. No sabemos si hay un negocio de por medio, pero exigimos que se haga una auditoría y un censo en el nuevo mercado porque hay comerciantes que tienen varios puestos. Nosotros solo queremos trabajar y vamos a continuar en las calles”, expresó Agudo.

Al ser consultada si existe disposición para dialogar con las autoridades, Agudo subrayó que no, ya que la Alcaldía “solo hace tratos con (Rodolfo) Ochoa”, y que no tomarán ninguna medida hasta que concluya la gestión municipal, augurando que los políticos aparecen en época de campaña.

Más controles

Entretanto, los funcionarios de la comuna cruceña continuaron con los controles ayer persuadiendo a los ‘manteros’ para que abandonen las calles del antiguo Los Pozos. La jefa de control y fiscalización de Espacio Público de la municipalidad, Eliana Oller, informó que desde hoy se reforzarán para cumplir con el plan de reordenamiento en la ciudad.

“Tenemos un punto fijo con 10 funcionarios, quienes se encargan de concienciar a los comerciantes ambulantes para que se retiren y reforzarán a partir de mañana (hoy). Haremos unas cinco o seis entradas diarias”, informó Oller. De la misma manera se hará con las calles del mercado La Ramada.

El Plan, en las mismas

A diferencia de los controles que se realizan los mercados mencionados, en la zona de la rotonda del Plan Tres Mil no existen operativos para retirar a los ambulantes. Este medio evidenció que el número de vendedores se triplicó en las últimas semanas y ocupan más calles aledañas a la rotonda principal de la ciudadela. A los expendedores de alimentos y abarrotes se sumaron vendedores de ropa y calzados.

Desde la Alcaldía, Oller comunicó que no existen puntos fijos de control porque la situación en ese lugar “es peligrosa” y mientras la Policía no les dé respaldo no podrán desalojar a estos comerciantes informales.

La funcionaria lamentó que haya tiendas y locales comerciales que alberguen a estos vendedores y que impidan el decomiso de productos, al igual que admitió que estos están mejor organizados. La resistencia al reordenamiento es evidente y los planes municipales están a medias.

Detalles

Siguen los cachivacheros
En la intersección de las calles Campero y 6 de Agosto, personas de a pie continúan con la venta de productos de dudosa procedencia ante la mirada de los guardias municipales.

Tráfico vehicular
En las calles aledañas, que no están siendo remodeladas, se mantienen las trancaderas. Lo mismo pasa en los centros de abastecimiento del Plan Tres Mil y de La Ramada.

No hay Control policial
En los mercados no existe presencia policial ni efectivos de Tránsito. Los que hay son guardias de seguridad privados que contratan los comerciantes de locales comerciales.

Ciclovías, ‘de adorno’
La articulación de circuitos para bicicletas no es respetada. Hay vehículos estacionados y vendedores apostados sobre el enlosetado de Los Pozos.