La Alcaldía pide que la Policía intervenga. Acusa a las tiendas de complicidad

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24 de marzo de 2019, 3:50 AM
24 de marzo de 2019, 3:50 AM

“Estamos como jugando al gato y al ratón”, dijo el director de Espacios Públicos de la Alcaldía cruceña, Orlando Otero, al graficar lo que sucede entre los comerciantes ambulantes de los principales mercados de la ciudad y la guardia municipal.

En un recorrido realizado por EL DEBER, se evidenció que, si bien los gendarmes acuden a estos lugares para impedir los asentamientos, ni siquiera terminan de irse y los vendedores regresan a las calles con su mercadería.

Otros vendedores no se asientan y caminan todo el tiempo, como doña María que vende frutas por los alrededores de La Ramada. “Así en la canastita dejan nomás vender, en carretillas y carritos ahí se afectan”, dijo. Ambulan los que tienen puestos y los que no, María asegura que aun siendo ambulante antigua no tiene puesto en el nuevo mercado, pero “hay algunos que hasta tres puestos tienen”, comentó mientras vendía las últimas tres papayas de su canasto. María sale todas la mañanas a vender frutas.

“¿Con qué voy a mantener a los chicos?, estoy acostumbrada, ya no siento ni pesado el canasto”, expresa al retirarse después de haber terminado la venta del día que fueron 50 papayas comercializadas a un precio promedio de Bs 3.

En cuanto a por qué la guardia municipal no permanece en los mercados, Otero indicó que se han dado cuenta de que es más efectivo “llegar de sorpresa y de comisar que estar velándolos”, porque cuando se les pide que se retiren no lo hacen y más bien terminan agrediéndolos.

“Hemos conformado grupos de operativos con guardias e inspectores de espacio público y cuando llegan se hacen los decomisos directos”, explicó.

Por otra parte, Otero sindicó a las tiendas de actuar en complicidad con los comerciantes por guardar la mercadería de estos. “En el mercado Los Pozos todas las tiendas son depósito de los ambulantes”, apuntó.

Una de las vendedoras ambulantes de ropa en Los Pozos, al paso de los gendarmes reclamó: “Por qué a los cachivacheros no los sacan, ellos roban, nosotros vendemos y ambulamos para mantener a nuestros hijos”. Pero, ¿y sus puestos en el nuevo mercado Los Pozos? “Allá no hay venta, la gente no va porque es lejos, no hay ni casas alrededor, se entrar a robar”, respondió.

Respecto a los cachivacheros, Otero sostuvo que los sacan pero se vuelven a asentar. “Nos gustaría que la Policía haga operativos como nosotros para ver si tienen antecedentes y (se controle) la procedencia de los productos porque la competencia de la Alcaldía no llega a ese punto. Hay personas ebrias o drogadas, tienen cuchillos y somos amenazados todo el tiempo”, se quejó.

Recordó que el mercado Mutualista tardó seis años en consolidarse y que, de igual manera, los vendedores y la población deben tomar conciencia de que el mercado está en los lugares determinados y no en las calles.

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