Cada día florece el comercio ilegal en las vías y veredas de los antiguos mercados Abasto, Los Pozos, La Ramada y la rotonda del Plan Tres Mil. Espacio Público asegura que tomará cartas en el asunto donde decomisará los productos y no los devolverá 

El Deber logo
6 de julio de 2018, 9:00 AM
6 de julio de 2018, 9:00 AM

Mientras la Alcaldía aprueba leyes en las que se prohíben los asentamientos de ambulantes en los mercados que están en proceso de reordenamiento, los comerciantes ilegales no han hecho caso, pues cada día son más los que salen a vender en las calles más concurridas de Los Pozos, La Ramada, Abasto y la rotonda del Plan Tres Mil, precisamente por donde cada hora pasan decenas de micros, trufis y minibuses.

Ante el aumento del comercio informal en detrimento de los nuevos mercados construidos por la comuna, donde los gremiales ven que sus ingresos no han subido y amenazan permanentemente con regresar a sus antiguos puestos callejeros, la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, en la sesión del miércoles, habló de la posibilidad de aprobar una norma que castigue al comprador con recarga de impuestos, tal como se aplica en varias urbes latinoamericanas como Santiago de Chile.

Los que más denuncian competencia desleal son los comerciantes del mercado Modelo del Plan Tres Mil, situado enfrente de los cañaverales de San Aurelio, pues los ambulantes persisten en su intento de quedarse en las veredas y camellones que ellos antes ocuparon en las avenidas Principal, 18 de Marzo, La Campana y El Mechero, donde desde muy temprano cada jornada ‘florece’ el comercio en el espacio público. 

A raíz de ello, la municipalidad se vio en la obligación de promulgar la ley 876, que restringe el paso vehicular por 90 días, plazo en el cual los propietarios de inmuebles de las veredas recuperadas deben enmarcarse en el Plan de rehabilitación y embellecimiento de mi fachada, el cual pretende eliminar el comercio callejero.

Problemática

En la calle Quijarro esquina 6 de Agosto, en Los Pozos, los asentamientos ilegales son constantes, donde los vendedores juegan al gato y al ratón con los gendarmes y fiscalizadores de la Alcaldía.

Sin embargo, hay un grupo de 15 mujeres que se dedican a vender productos típicos cruceños, como palmito de motacú, hojas de plátano, frutas, huevos criollos, etc., las cuales argumentan que pese a estar anotadas para trasladarse al nuevo mercado de la avenida Alemania casi octavo anillo, quedaron sin locales para vender, por ello se resisten a salir de su antigua ubicación. 



“La mayoría llevamos más de 30 años en el negocio, la clientela nos busca, pero no fuimos tomadas en cuenta y ahora seguimos en la calle Quijarro”, refirió Noelia N., que pidió no revelar su apellido.

En las calles despejadas del mercado La Ramada, pese a la presencia de obreros que mejoran los espacios públicos, los ambulantes se dan modos para comerciar; pero acá los que más incurren en la ilegalidad son los dueños de tiendas, que desdoblan sus puestos y ocupan el ancho de la vereda, lo cual se puede ver en las calles Choré, Muchirí, Sutós y la avenida Isabel la Católica.

En la zona los ambulantes se han mudado a las aceras de la Cañoto y de la Omar Chávez, donde ofrecen toda clase de chucherías, además de puestos improvisados de comida rápida. “Si nos han sacado de la Grigotá tenemos que buscar otro sitio donde vender para llevar el pan del día a nuestras casas”, anotó Antonia Cueto.

Pero donde la ocupación del espacio público es extrema es en la avenida El Mechero, donde a toda hora hay comerciantes. En la zona, en horas de la tarde y de la noche, son tomados los camellones y aceras de las vías aledañas, formando un extenso mercado callejero, ante la ausencia del control de la Guardia Municipal.

“Los mercados que la Alcaldía nos ofreció no tienen las condiciones para que nos asentemos, además no pasa mucho transporte público”, reveló Carmen Martínez.

Controles

Sorpresivamente la Dirección de Espacio Público de la comuna comenzó a controlar y a decomisar los productos en los espacios públicos, los cuales, según las leyes, serán donados a hogares de beneficencia.

“Primero hemos ido por los mercados perifoneando, creando conciencia en los vendedores para que no usen los espacios recuperados, luego hemos decomisado y seguiremos atacando sorpresivamente por Los Pozos, La Ramada y el Plan Tres Mil”, dijo Orlando Otero, de Espacio Público.