Cinco hermanos perdieron a su madre y a su padre; otros cuatro sufren al ver a su mamá postrada en cama. La Gobernación ayuda a la mujer que necesita cirugías

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19 de mayo de 2018, 4:00 AM
19 de mayo de 2018, 4:00 AM

La muerte de una mujer por un disparo en el cráneo por parte de su marido y de otra a la que su concubino le propinó tres golpes en la cabeza con un combo, acarrean consigo el dolor e incertidumbre para nueve hijos. 

Además, estos hechos conllevan traumas para los menores, como la adolescente de 15 años que quedó conmocionada al despertar y ver a su madre ensangrentada, por lo que alertó a sus familiares para socorrerla, mientras su padrastro, Rubén Silva, fugaba del lugar en el barrio Ambrosio Villarroel. 

Rolando Crispín, hermano de la agredida, señala que su sobrino de 14 años no deja de llorar y culparse de que su padrastro haya golpeado a su madre en un intento de feminicidio. El sentimiento de culpa tiene que ver con la mala relación del muchacho con el agresor, por lo cual se fue a Argentina con su padre, pero retornó a los dos meses y eso originó la ira del ahora detenido. 

La víctima, Susana Crispín, tiene dos hijos con su agresor, uno de seis y otro de un año, que casi se ahoga con la sangre de su madre que dormía junto a él cuando quedó inconsciente por los tres golpes en la cabeza. 

“Los niños no quieren saber de su padre y necesitamos dinero para alimentarlos porque todo lo estamos gastando en la recuperación de su madre”, señala Vanessa Saavedra, cuñada de la víctima. 

Rolando comenta además que la familia del agresor condiciona que se haga un desistimiento de la denuncia a cambio de ayudar en algo a los niños. 

Gobernación presta ayuda
Rolando Crispín señaló que poco a poco están reuniendo dinero que aporta la gente solidaria para las tres cirugías que requiere su hermana.

El gerente del hospital San Juan de Dios, Marcelo Ríos, manifestó que la Gobernación se hará cargo de la internación, valoración, exámenes y cirugías que la mujer requiera por tratarse de una desgracia que afecta a una familia. Por su parte, Rolando Crispín indicó que ahora buscarán los recursos para los insumos y medicamentos. “Confiamos en la solidaridad de la gente para reunir los recursos necesarios”, dijo Crispín, que agradeció a quienes les han hecho llegar sus aportes. 

Una cruda escena 
Así como para la muchacha de 15 años fue un shock despertar y ver a su madre ensangrentada, para otro adolescente, de 14 años, que en el barrio Fanny Cortez, detrás del Parque Industrial, llegó de su colegio y vio a su padre y madre muertos con disparos en la cabeza fue una escena traumática. 

Eso fue lo que vivió uno de los cinco hijos de Roxana Suvia, la mujer asesinada por su pareja, Francisco Arteaga. Tres de los hijos de la pareja están en edad escolar y la mayor, de18 años, tiene un bebé de un mes. 

La mujer se dedicaba a vender empanadas y asaditos fuera del colegio Santa Rosa de Lima para mantener a sus hijos, que ahora han quedado amparados por su tía y su abuela. 

Hasta ahora, la señora Ana, madre de la víctima, lamenta que las autoridades no hayan obligado al agresor a alejarse de su hija cuando ella lo denunció. 

“Si ella se hubiera separado, estaría viva; por eso le digo a las mujeres que sufren agresiones que denuncien y se alejen de los hombres violentos antes de que sea muy tarde”, afirmó la mujer, bisabuela del bebé de un mes de nacido. 

Rosario, vecina y amiga de la fallecida, contó que la noche antes del crimen estuvo charlando con doña Roxana y le contó sobre las peleas con su marido por problemas económicos, pues ella llevaba la mayor parte de la carga de los gastos del hogar y de los niños con su trabajo. 

Al día siguiente ella tuvo que entrar al cuarto donde yacían su vecina y su marido con un disparo en el cráneo cada uno. “Pedí permiso a la
Policía para entrar y buscar la leche del bebé de su hija, que estaba en shock. Caminé junto a ella sin mirar los cuerpos; me duele que le haya pasado esto”, comentó entre lágrimas. 

Procedimiento para denunciar

Las víctimas de violencia familiar deben acercarse a las EPI y comisarías de sus zonas, donde existen oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) desconcentradas. De no existir esta unidad especializada en el recinto policial donde acuden, deben hacerlo en la
Felcv central, ubicada en las mismas instalaciones donde funciona Tránsito, en el tercer anillo de la avenida Santos Dumont. 
Francisco Vidaurre, director de la Felcv, indicó que no se precisa ninguna formalidad, solo brindar información para la denuncia. 

A la víctima le realizan valoraciones médico forenses y sicológicas según el hecho que se denuncie. Luego se cita o se arresta al agresor y solo en casos en que no haya habido agresión sexual, se insta a una conciliación y un compromiso del denunciado de que no reiterará las agresiones.

En casos más graves se otorgan medidas de protección, como obligar al agresor a abandonar el hogar y no acercarse a la víctima.  

Otros datos 

Para cualquier ayuda 
La víctima de agresión con un combo de parte de su marido requiere reunir $us 7.000 para tres cirugías. Además, sus familiares piden ayuda para sus cuatro hijos. Para cualquier tipo de colaboración están habilitados los teléfonos 702-09740 y 609-24483. 

Apelan a la solidaridad
La mujer víctima de feminicidio deja a cinco hijos en la orfandad, tres de los cuales aún están en colegio. Para cualquier ayuda llamar al 750-67524.

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