Por dos semanas, el italiano Cesare Battisti vivió en un residencial de la avenida Centenario. Llegó acompañado por un boliviano que lo ayudó a registrarse porque no tenía documentos, relató el dueño del alojamiento

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17 de enero de 2019, 8:39 AM
17 de enero de 2019, 8:39 AM

"En absoluto, era un caballero, muy instruido, qué me iba a imaginar que es un terrorista buscado por 37 años", dijo al canal Unitel el dueño del residencial La Casona, ubicado en la avenida Centenario y cuarto anillo, donde Cesare Battisti vivió entre el 16 de noviembre y 4 de diciembre.

Para su registro, se hizo pasar por un empresario que había perdido sus documentos y se registró con el nombre de una persona de nacionalidad boliviana con la que llegó hasta el residencial la primera noche. "No tenía idea que se había registrado de esa forma, yo no lo hubiera recibido", indicó el propietario.

Battisti, que dos meses después caería en manos de las autoridades bolivianas y sería entregado a las italianas para cumplir la condena de cadena perpetua por asesinatos y terrorismo, llevó una vida simple y austera en esas semanas.

"Había días que el boliviano volvía y lo llevaba a cenar o almorzar y después siempre estaba curioseando los mapas de Bolivia", relató el dueño al mismo medio.

Le preguntó a qué estaba haciendo en Bolivia, a lo que Battisti le dijo que hacía un trato con el gobierno "porque el tenía una fábrica de cemento y concreto en Brasil y quería aportar para las carreteras". 

La Policía había ido un par de veces al residencial, pero la última vez Battisti ya se había trasladado. Antes de su arresto, se supo que estuvo alojado en hotel del barrio Urbarí.