Los padres de familia y los funcionarios ponen de su bolsillo para comprar gas en garrafas, la cual dura una semana. Los beneficiados deben comer cuatro veces al día

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5 de febrero de 2019, 4:00 AM
5 de febrero de 2019, 4:00 AM

Se cansaron de sacar de su bolsillo para comprar una garrafa de gas, la cual dura una semana debido a la cantidad de veces que deben cocinar al día. Es la situación de los padres de familia y de los funcionarios del Centro de Recuperación Nutricional Santa Cruz, que funciona en la Villa Primero de Mayo, el cual sufre, desde agosto del año pasado, porque le cortaron el suministro de gas domiciliario, debido a que la Alcaldía no ha pagado la deuda que asciende a Bs 1.500.

Ante esta situación apremiante, pues este centro corre el peligro de ser cerrado, los padres decidieron presionar ayer cerrando por algunas horas la avenida Cumabi, para lograr la solidaridad de la gente y que la Alcaldía no se descuide en sus obligaciones.

Son 25 niños en el turno de la mañana y otra decena por la tarde los que son llevados por sus padres para recibir la dieta especial, consistente en papillas fortificadas, elaboradas por 10 tipos de verduras, enriquecidas por cereales, entre ellos quinua, trigo y maíz, además de llevar pollo (pechuga), carne molida y hueso blanco.

Improvisación

Para no poner en riesgo el tratamiento de los niños, los funcionarios improvisaron una cocina, con aparatos que funcionan con garrafas de gas, la cual apenas dura siete días, debido a que en cada jornada por lo menos deben cocinar y calentar leche unas siete veces.

“Este es un centro de referencia en Bolivia, pues nos llegan pacientes de todo el país y el tratamiento para que ganen peso los niños con desnutrición severa dura por lo menos un mes”, manifestó el médico Mario Édgar Valdés, director del centro de nutrición.

“Desde agosto del año pasado hasta hoy hemos enviado cartas pidiendo mayor atención a la Dirección de Salud del municipio, lamentablemente no hemos tenido respuesta, los padres son de escasos recursos pero por ver bien de salud a sus hijos consiguen dinero para una garrafa; los colegas también sacan dinero de su bolsillo para cooperar”, dijo Luly Languidey, administradora del centro.

Necesidades

Samir Torres es el cocinero, mostró cómo los hornos y la cocina, tipo industrial, no están funcionando. Él trabaja solo por las mañanas, por ello la administración pide que contraten otro cocinero para la tarde, pues la comida se hace por la mañana y se la debe recalentar, lo cual es peligroso.

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