5.000 familias de la provincia Cordillera fueron afectadas por las intensas precipitaciones que, en marzo, superaron los valores que hubo en 30 años

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7 de abril de 2019, 4:12 AM
7 de abril de 2019, 4:12 AM

En el Chaco cruceño llovió unos 25 días de los 31 que tiene el mes de marzo, saturando los suelos y dejando destrucción y dolor en unas 5.000 familias, que hoy buscan reponerse de las mayores inundaciones, mientras esperan la ayuda humanitaria.

El agua, tan esperada en esta región caracterizada por la falta de agua, este año trajo dolor a los pobladores de la comunidad indígena Machipo y de otros tantos poblados de Charagua y de los demás municipios de la provincia Cordillera, donde las lluvias en marzo superaron los promedios normales de 30 años.

Fue el pasado martes cuando los pobladores de Machipo fueron víctimas de la furia de la naturaleza, algo que no ocurría en 50 años. El agua, que bajó con la fuerza de un turbión desde la serranía Aguaragüe, se entró a sus viviendas de adobe, se llevó sus escasas pertenencias y sus animales, además, destruyó sus cultivos y la red de agua potable. Cinco viviendas no resistieron la fuerza del agua y se desplomaron en el acto, mientras otras han quedado con serios daños y amenazan con venirse abajo.

"Ese día (por el martes) llovió como nunca, desde las 8:00 hasta las 15:00, después paró un poco, pero continúo el chilchi (llovizna). Por fortuna ya dejó de llover y ahora estamos haciendo lo que podemos para ayudar a las familias que han perdido sus casas", manifestó el capitán grande Alcides Aramayo, que el jueves trataba de contactarse con la ejecutiva zonal para que se pueda canalizar alguna ayuda.

Machipo, la tierra natal de Alcides, es una pequeña comunidad, ubicada a ocho kilómetros del pueblo de Charagua, a los pies del Aguaragüe. Para llegar allí se debe seguir la corriente de una quebrada, pero ahora resulta un poco difícil acceder al lugar porque las lluvias mantienen alto el caudal del afluente natural.

En la comunidad viven unas 70 familias y todos se conocen; por eso, todos comparten el dolor de las familias que se han quedado sin casa y están unidos para que no falte techo ni comida.

Juana Ortiz Vaca, por ejemplo, dejó su vivienda y se mudó a la casa de un familiar, mientras que su sobrino Luisandro Antelo (18) no dudó en trasladarse a pie hasta Charagua en busca de provisiones para su familia y los afectados. Aprovechando que las lluvias ya cesaron, los hombres se han organizado para empezar a construir nuevas viviendas para los damnificados.

"Necesitamos calaminas y otros materiales de construcción", indicó Aramayo. Otra necesidad apremiante es que se reponga la red del sistema de agua, toda vez que el agua almacenada en turriles y otros recipientes, se puede acabar en cualquier momento.

Similar es la situación en otras poblaciones de Charagua y de los municipios de Camiri, Lagunillas, Cuevo y Gutiérrez, de la provincia Cordillera; este año, la más golpeada por las inundaciones, después de 25 días de lluvia en solo un mes (marzo) y el desborde del río Parapetí.

Ayuda

Ayer, la Gobernación envió frazadas, colchones y alimentos al municipio de Lagunillas, con lo que se pretende atender a unas 30 familias.

Asimismo, Defensa Civil habilitó dos vuelos solidarios a Monteagudo (Chuquisaca) a Santa Cruz y a Sucre, debido a que la carretera está interrumpida por causa de las lluvias.

Exceso de lluvias

La meteoróloga del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Cristina Chirinos, informó de que, como no había ocurrido en muchos años, este año hubo exceso de precipitaciones en el Chaco del departamento cruceño, pues en marzo se ha superadolo ocurrido en los últimos 30 años.

Esto ha dado lugar a la saturación de los suelos, a la crecida histórica del principal afluente: el río Parapetí, y de las múltiples quebradas que hay en la zona. Chirinos explicó que para Camiri el valor promedio de lluvias esperado para marzo era de 130 mm, pero esta vez cayeron 179; para Boyuibe se había previsto 98,2 mm, pero llovió 252,5; y para Abapó era de 233,1 mm, pero llovió 257,1. 

Chirinos indicó que para este mes aún se prevén lluvias en esta región del país, aunque de menor intensidad. Asimismo, la probabilidad de lluvias irá decreciendo a medida que se acerque el invierno. "Ya hemos pasado el verano, estamos en otoño, que viene a ser la etapa hacia el invierno, que trae menos cantidad de lluvias, pero hay que permanecer atentos", recomendó la meteoróloga.

Pero, ¿qué es lo que ha ocasionado el exceso de lluvias en el Chaco cruceño? Chirinos explica que se debe a dos factores: el primero, es atribuido a que normalmente en temporada de verano el sistema de patrón de circulación atmosférica, llamada la alta de Bolivia, se concentra en el norte del país (norte de Beni), pero este año se desplazó hacia el sur, en el altiplano, aportando mayor humedad al Chaco. A esto se asocia el sistema de baja presión, con temperaturas altas, que caracteriza al Chaco boliviano, en verano.

El frío se queda hasta mañana y el caudal de los ríos disminuye

El aire polar del sur se sentirá hasta el lunes y se prevé que la temperatura mínima de hoy y mañana sea de 14º, a tempranas horas, y alcance una máxima de 28º y 32º en las tardes, indicó Cristina Chirinos, directora regional del Senamhi Santa Cruz. Agregó que no están previstas lluvias y que el clima en general será bueno para el resto de la semana.

Entre tanto, el caudal de los ríos no representará ningún riesgo en el departamento por el cese de las lluvias y la respuesta de los defensivos, indicó Luis Aguilera, director del Searpi.