Fieles de diferentes partes del país peregrinaron hasta esta localidad, a 125 km de la ciudad. La festividad volvió a San Carlos, en una región de alto turismo religioso

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3 de septiembre de 2018, 7:00 AM
3 de septiembre de 2018, 7:00 AM

Desde que la imagen del Divino Niño llegó por primera vez a Buen Retiro, hace 20 años, esta pequeña población, ubicada en el municipio de Santa Carlos, dejó de lado su tranquilidad. Cada primer domingo de mes, y en especial en septiembre, esta zona rural vive una fiesta de fe. Miles de feligreses abarrotan sus calles para pagar promesas y pedir milagros. Llegan de diferentes partes, unos en vehículo, otros a pie, forman una marea humana que rebasa las instalaciones del santuario, que cada año está más pequeño.

Una de esas personas es Gregorio Cárdenas, que ayer no le importó soportar una temperatura de 11 grados para llegar a la celebración de la primera misa en honor a la imagen.

“Vine temprano desde Santa Cruz. Agarré un micro a las cinco de la mañana”, dijo.

El hombre, de 55 años, es devoto de la imagen desde hace cinco años. Su fe, asegura, es inquebrantable, porque “le debo la salud de mi esposa al Divino Niño”.

“Yo estaba muy enferma y vinimos acá, y gracias a Dios me pude recuperar”, complementa la historia su mujer, Mery Melgar.

“Nos cambió la vida”, dijo la pareja mientras sostiene una pequeña réplica de la imagen que cada año, en el mes de septiembre, trae hasta Buen Retiro para bendecirla, “porque es su hogar”.

A unos pasos de esta pareja, Mario Rivero, de 60 años, reza y espera recibir algunas gotas de agua bendita lanzada por un sacerdote al mojar unas flores. Al ser mojado se persigna, cierra los ojos y realiza una plegaria.

El hombre, de tez morena, cada año llega a pedir salud para él y sus familiares. Sostiene que la imagen le concedió varios milagros. Por eso ha inculcado su devoción a su pequeño nieto.

“Siempre vengo con mis hijos, y ahora con los nietos”, dijo.

Celebración de misas

Las actividades por la celebración religiosa comenzaron ayer desde muy temprano, con varias misas, la primera celebración fue a las 5:30 de la madrugada, la segunda a las 7:30 de la mañana.

El plato fuerte fue la celebración realizada por el monseñor José Gualberti. El sacerdote instó a los feligreses “a volverse niños de corazón” y conservar la pureza de la fe expresada en Cristo.

Luego la autoridad realizó una pequeña procesión en los terrenos donde se espera que se construya un templo.

Quizá la edificación de un templo es el milagro que más se espera para esta imagen. Hasta el momento se ha nivelado el suelo y se han puesto algunos cimientos de lo que será la obra.

Ahí, Gualberti dijo que se levantará un gran templo con el apoyo de todos los feligreses.

Impacto en la zona

Una de las mayores bendiciones que trajo la llegada de esta imagen fue colocar en el mapa a Buen Retiro; según los pobladores, hace 20 años el lugar era lo más parecido a un caserío.

Las cosas cambiaron a partir de 1998, cuando la hermana Fanny Teresa Tapia, de la congregación Hijas de los Sagrados Corazones, tuvo la idea de hacer la fiesta al Divino Niño. En vez del 20 julio como se celebra en Colombia, la fecha se trasladó al primer fin de semana de septiembre.

A medida que los devotos crecieron, el aspecto de Buen Retiro mejoró. Ahora cuenta con un camino mejorado, aunque resta asfaltar algunos tramos.

Recientemente, la Gobernación de Santa Cruz entregó el adoquinado de la plaza principal, obra que demandó una inversión de más de Bs 1,5 millones. La obra consiste en la construcción de dos avenidas y tres calles mediante la colocación de ladrillo cerámico PAVIC de alto tráfico en un área de 6.340 m2 y la colocación de 1.665 metros lineales de cordón.

Se calcula que poco más de 15.000 fieles de distintas partes del país llegan a celebrar cada año la fiesta de esta imagen.