Emacruz se halla calibrando la máquina que transformará las ruedas de caucho, separando los hilos metálicos de la goma. En los barrios periféricos este tipo de basura se torna en criaderos de mosquitos

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14 de abril de 2019, 5:00 AM
14 de abril de 2019, 5:00 AM

Se estima que los tres millones de llantas que hay depositadas dentro del vertedero de Normandía serán recicladas en un lapso de cuatro años, cuando la Empresa Municipal de Aseo Urbano (Emacruz) inicie el proceso de transformación de este tipo de basura, la que es altamente contaminante si es quemada, porque el humo puede producir cáncer y problemas genéticos; así como también enfermedades bronquiales y pulmonares, y asma. Además, si están amontonadas en la intemperie, se tornan en criaderos del mosquito Aedes aegypti, que transmite enfermedades como el dengue, chikunguña o zika.

Santa Cruz de la Sierra, con sus más de 38.000 hectáreas, tiene avenidas que, en lugar de plantas, en los camellones y las amplias veredas hay montones de neumáticos que dan una pésima visual del paisaje urbano.

Como nuestra región es una de las más conflictivas, donde los sindicatos y vecinos salen de un rato a otro a bloquear las vías, lo primero que hacen es quemar llantas, las cuales están a mano, desconociendo la intoxicación a largo plazo que pueden sufrir.

Así también, los vecinos en los barrios más alejados sufren por la montonera de llantas en las áreas verdes, en lotes baldíos y en microbasurales, las que se convierten en criaderos de mosquitos.

Áreas verdes

La Secretaría de Recaudaciones (SER) anota que en Bolivia hay 1.800.354 vehículos en el Registro Único para la Administración Tributaria (RUAT), de ellos 593.553 circulan en las calles cruceñas; aunque solo 364.519 pagan tributos en la capital, pues el resto, 229.034, provienen de los municipios vecinos y de otros departamentos. Esa es una de las causas para que también aumente la cantidad de ruedas de caucho en desuso en las calles y áreas verdes, pues todos hacen sus compras y cambio de llantas en Santa Cruz de la Sierra.

El panorama es desolador, casi terrorífico, en la avenida Paurito, entre el Castillo Suárez y el mercado Los Pocitos, debido a las montañas que se van formando los depósitos callejeros de las gomas en desuso. La proliferación en la zona se da por la cantidad de talleres dedicados a reparar neumáticos y por la presencia de puestos de venta de neumáticos usados y nuevos, los cuales para ganar clientes aceptan que dejen sus ruedas inutilizables.

En la radial 15 y cuarto anillo, en la zona de la Villa Olímpica, una de las causas del microbasural es el depósito de llantas provenientes, según denuncian los vecinos, de la playa de autos de los alrededores del cementerio La Cuchilla.

También hay depósitos callejeros en el tercer anillo externo y radial 19, debido a la presencia de un centro comercial; y en la calle Pimpín, detrás del cuarto anillo y radial 26. En ambos sitios hay tiendas especializadas en artículos para vehículos.

Pero no hay avenida ni calle, en especial en barrios de los distritos 6, 7, 8, 9, 10 y 12, donde no se vean llantas en las áreas verdes, pero tampoco se queda atrás el céntrico distrito 3.

Basura nociva

La carrera de Ingeniería Medioambiental de la Universidad Nacional Ecológica (UNE), en 2018 hizo un levantamiento de datos, el cual detectó que el 98% de las llantas inutilizables fueron dejadas en las calles y en basureros clandestinos. Solo el 2% restante fueron transportadas al vertedero de Normandía.

Sandra Quiroga, directora de la carrera de Ingeniería Medioambiental de la UNE, reveló que una llanta al ser quemada en un patio de vivienda, o en un bloqueo, el humo despide elementos altamente tóxicos, nocivos para el ser humano, aunque nadie se da cuenta y no se los advierten.

“Al quemar una llanta eleva contaminantes a la atmósfera como ser: material articulado, entre ellos monóxido de carbono, óxido de azufre, o el óxido de nitrógeno; los compuestos orgánico-volátiles, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos -dioxina, furano, cloruro de hidrógeno y benceno-; por último, están los metales pesados como el arsénico, cadmio, níquel, zinc, cromo, mercurio y vanadio”, refirió Quiroga.

La especialista ve que otro uso que se puede dar a las llantas es la incineración en hornos industriales, especialmente en las cementeras, aunque deben poseer plantas para tratar los gases altamente contaminantes del medioambiente, lo cual económicamente no es factible.

Tampoco el Servicio Departamental de Salud (Sedes) se quedó atrás en sus críticas. El gerente de Epidemiología, Roberto Tórrez, lamentó que la Alcaldía, por falta de control y de recolección, deje que las llantas se conviertan en criaderos de mosquitos. “Las llantas son la segunda causa de proliferación del Aedes aegypti, luego de los envases plásticos o botellas de vidrio, que por descuido se dejan destapados a la intemperie y acopian el agua de lluvia”, indicó Tórrez.

Planta recicladora

Las llantas están hechas de tres tipos de materiales. La goma o caucho, también llamada elastómero, que representa el 70%; los alambres de acero, que son el 15%; y el 15% restante lo componen las fibras textiles o nilón.

Quiroga explicó que hay un proceso de separación de los componentes, como los hilos de acero y los textiles, dejando la goma con la que se puede fabricar nuevas llantas o también cemento asfáltico.

Precisamente, luego de varios años de anuncios, hace dos meses que Emacruz comenzó a hacer funcionar, pero solo para calibrar, la primera planta procesadora de llantas en desuso del país, la misma que costó Bs 50 millones, incluida la construcción de los 15.000 metros cuadrados de galpones para albergarla, los cuales fueron construidos dentro del predio del vertedero de Normandía.

Esta maquinaria incluye la picadora de restos de podas arbóreas y la separadora de cartones y de plásticos.

El gerente de Emacruz, Johnny Bowles, indicó que también están concluyendo la instalación contra incendios, la cual es muy importante porque el proceso de reciclado de llantas es muy peligroso y volátil.

“Esta planta tendrá la capacidad para procesar entre 300 y 400 llantas por hora, es decir, unas 2.400 en una jornada de ocho horas. Tenemos acopiados tres millones de neumáticos, a ello se agregan las 2.500 gomas por día que se traen de las calles. A este ritmo estimamos que en cuatro años serán transformados todos estos residuos”, expresó Bowles.

El encargado de la planta, Luis Orellana, explicó que la máquina tiene el 99% de eficiencia, la cual subirá al 100% cuando esté calibrada. “Estamos trabajando en el triturado, en la separación del metal y del nilón, así como en el granulado del caucho. Esperamos ver en el futuro el valor agregado que se dará, como ser ladrillos o pavimento”, acotó.

Llantas usadas son transformadas en adornos

Desde hace 18 años Roberto Cayo, su esposa Marcia Nina, y sus tres hijos, se dedican a raspar las llantas en desuso para volverlas lisas y de ahí hacer correas resistentes que son muy requeridas por los camioneros; o también las transforman en macetas y hasta en gavetas que se usan en la albañilería.

El taller de los esposos Cayo-Nina, que a la vez es centro de exposición de sus productos, está situado en la avenida Grigotá, casi tercer anillo interno, donde han aparecido otras dos personas que le hacen la competencia.

En oferta hay productos como macetas para colgar, con figuras de aves nativas como parabas y tucanes, con costos entre Bs 80 y 90. Los maceteros varían entre Bs 20 y 50; y las gavetas para albañiles, oscilan entre Bs 25 y 40.

“Compramos las llantas en desuso las cuales deben estar intactas, porque rajadas no sirven. Se extraen los hilos de metal y comienza la tarea de hacer lonjas, que son ideales para amarrar la carga en los camiones”, anotó Marcia Nina.

Pese a que sus trabajos son muy requeridos, la familia Cayo-Nina nunca ha sido invitada a participar de las ferias de reciclaje.

En los barrios las llantas se usan para amortiguar los juegos de sube y baja de los niños y también para columpios. Esta actividad se desarrolló mucho con el concurso Barrios Pintudos, que organizó el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano Regional (Cedure).

Las gomas también son usadas en las canchas de fútbol de los barrios, como en el Cordecruz, donde han sido semienterradas y sirven para los entrenamientos de una escuela de fútbol infantil. Este caso se repite en muchas zonas.

ANÁLISIS: La ciudad precisa reciclar los neumáticos usados

Marlene Quintanilla, FAN Bolivia

Para Santa Cruz de la Sierra es importante el reciclaje de llantas, porque se ve que no hay un centro de almacenamiento ni iniciativas privadas para reutilizarlas, es por ello que se requiere trabajar mucho más en el asunto.

Los problemas que ocasiona son variados. En muchos barrios alejados se van tirando estos residuos a los cursos de agua, es decir, en canales, cunetas, quebradas o ríos. Como están hechas por compuestos químicos terminan alterando la pureza del agua; además de afectar los suelos.

Últimamente se ha visto que retienen la humedad, convirtiéndose en criaderos de mosquitos, lo que afecta directamente a la salud humana por las variadas enfermedades que ocasionan estos insectos.

El tema de las llantas en desuso que proliferan en las calles y áreas verdes se lo debe abordar desde el gobierno municipal, pero también desde la ciudadanía, en la búsqueda de darles otro tipo de utilidad.

Los centros de reciclaje todavía no son accesibles para la población. Por ejemplo, si en mi casa tengo cuatro llantas inservibles y, si quiero actuar conscientemente, no sé claramente dónde debo llevarlas, pues lo que nos falta conocer es la disposición final.

En países con mucha experiencia las llantas son reutilizables, sirven para generar otras llantas o para asfalto; lamentablemente en Bolivia todavía no hemos llegado a este paso.

Por otra parte, las llantas quemadas afectan al medioambiente, pues los contaminantes que liberan a la atmósfera son muy fuertes. Una llanta fácilmente puede contaminar un área con pocos árboles, teniendo que lamentar nuevamente que en nuestra ciudad nos hemos quedado casi sin cobertura vegetal para que esta actúe como purificadora del aire.