Dentro de la vasija también se encontró un plato de forma discoidal y un amuleto

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27 de julio de 2018, 4:30 AM
27 de julio de 2018, 4:30 AM

Los restos de un neonato o bebé cuya data de muerte está calculada en 1.000 o 1.200 años atrás, fueron encontrados en el barrio Luis Espinal, del municipio de Yapacaní, durante una excavación para la construcción del servicio de alcantarillado sanitario.

Según el arqueólogo Luis Miguel Calisaya, tras la excavación se descubrió que el cuerpo del pequeño fue colocado dentro de una vasija de cerámica reutilizada, dentro de una pequeña fosa. “Los huesos no se encuentran completamente calcificados”, dijo el experto mientras limpiaba y retiraba cuidadosamente las piezas arqueológicas.

En el interior de la vasija donde estaban los restos de la criatura, también se halló un pequeño plato de forma discoidal y una pieza de cuarzo trabajado, herramienta antigua que se usaba como amuleto. Ambos objetos acompañaban el cuerpo del fallecido. “Parece que pusieron un poco de tierra encima y luego prendieron una fogata que duró varias horas, porque hay muestras de que la fogata fue avivada”, comentó Calisaya.

Según el arqueólogo, este tipo de entierro no se ha registrado anteriormente en esta región. “Los arqueólogos tenemos catálogos y este es uno de los primeros descubrimientos de este tipo, por eso consideramos que es de alto valor”, manifestó.

Calizaya encabeza un grupo de expertos que realiza un monitoreo arqueológico en esta región, ubicada en el norte del departamento de Santa Cruz. “El año pasado hicimos una inspección en el área, el tramo está a 600 metros de aquí (del hallazgo”, acotó. “Estamos mitigando y rescatando algunos vestigios arqueológicos para aportar los conocimientos de las culturas que vivían en esta región hace más de mil años”, añadió. /Soledad Prado