La verdadera identidad del occiso es Ramiro Carhuapoma Aliaga, de 32 años, de Perú, del departamento de Huancavelica, en la provincia de Tayacaja. Lo vinculan al narcotráfico

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6 de abril de 2018, 15:00 PM
6 de abril de 2018, 15:00 PM

El hombre que fue encontrado ayer por la mañana muerto con un tiro en la cabeza en un lote baldío de la urbanización Villa Azul (zona norte de la ciudad), no era boliviano. La licencia de conducir y la cédula de identidad que portaba y que fue dejada en la billetera del sujeto en medio de los matorrales donde lo asesinaron, eran falsas.

El descubrimiento de esto fue posible gracias a las primeras pesquisas que están llevando adelante los grupos especiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). El director de esta unidad policial, Gonzalo Medina, explicó que en la intervención a un inmueble que estaba cerca al lugar del crimen, se encontró documentos con la verdadera identidad del fallecido.

El nombre verdadero del asesinado es Ramiro Carhuapoma Aliaga, de 32 años, de nacionalidad peruana. La identidad que había conseguido como Rafael André Martínez Villa, un boliviano nacido en Tarija, es falsa, como ocurrió en otros casos de peruanos vinculados al tráfico de sustancias controladas y que fueron encontrados en nuestro país por la Policía.

Durante la intervención en el departamento donde se presume vivía el extranjero con identidad falsa, se aprehendió a dos personas con fines investigativos. Uno es el sobrino del victimado y la otra persona es la concubina del mismo. Ambos, en las declaraciones a los agentes, revelaron que ellos se enteraron del hecho de sangre temprano, pero que no avisaron a las autoridades sobre lo ocurrido.

Los investigadores durante la requisa del domicilio donde estaban la concubina del asesinado y su sobrino, secuestraron documentación y varios teléfonos celulares, para determinar el entorno en el que se movía esta persona.

Por el momento el director de la Felcc, se refirió al crimen como un caso que podría estar vinculado a algún otro hecho delictivo, "que con seguridad vincula al hombre con alguna actividad delictiva". Sin embargo, de forma extraoficial se indica que Ramiro Carhuapoma estaría vinculado al tráfico de sustancias controladas, ya que incluso en algunas notas de periódicos de Perú, se vincula a personas con este mismo apellido en clanes dedicados a suministrar cocaína a cárteles narcos como el de Tijuana.