El mal sellado de los tubos causa derrame de aguas servidas que hacen desaparecer el relleno de arena, causando espacios vacíos en el subsuelo. Piden a Saguapac vigilar y garantizar las obras que realiza

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25 de febrero de 2018, 11:54 AM
25 de febrero de 2018, 11:54 AM

No se debe solo a la antigüedad de las cañerías del alcantarillado sanitario que se producen los inmensos boquetes que han puesto en riesgo la seguridad de varios conductores al hundirse sus motorizados; de acuerdo a los ingenieros civiles expertos otra posible causa son los gases tóxicos que liberan los excrementos humanos, los cuales, al recorrer la extensa red de tuberías, de casi 2.000 kilómetros, se hacen más letales por no tener respiraderos que los liberen antes de llegar a las lagunas de oxidación de la cooperativa Saguapac. 


La peligrosidad de los gases emanados se hizo evidente con la muerte de los trabajadores René y Carmelito Cossío, que se encontraban trabajando sin mascarillas de protección ni ropa adecuada en las tuberías situadas en el tercer anillo externo, casi avenida Centenario.
Pero esa no es la única opción en la formación de los huecos, los expertos también visualizan que la mala mezcla del cemento para unir las tuberías causa infiltraciones que, a la larga, diluyen la arena con la que se rellenan las fosas donde se asienta la red del alcantarillado, dejando espacios vacíos en el subsuelo, lo que deja prácticamente colgando el pavimento de las calzadas.


Exámenes
Las tuberías de alcantarillado que más años tienen están dentro del primer anillo, las que bordean los 50 años. De ahí hacia afuera hay distintas edades, pero se supone que son más nuevas y es precisamente en esas zonas donde se han producido los grandes baches, como el de la salida del túnel del aeropuerto El Trompillo, en el cuarto anillo, donde en diciembre de 2016 se hundió un vehículo con su conductor a bordo.


Un hecho similar se registró el 15 de febrero, en el cuarto anillo y avenida Paraguá, donde un auto cayó al fondo del pozo, dejando heridas a sus dos ocupantes. Aunque nadie sufrió lesiones ni hubo vehículos dañados, a fines de enero se descubrió otro cráter en el tercer anillo externo, casi Centenario, en el cual llevan trabajando un mes y donde el jueves perdieron la vida dos obreros.


El secretario de Obras Públicas de la comuna, Freddy Arauco, lamentó esta serie de incidentes que dejan vecinos heridos, a la vez que cuestionó la calidad de la tubería que está utilizando Saguapac, pues dura poco.


“Sugiero que en el laboratorio especializado de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) se hagan estudios del material de las alcantarillas para determinar qué tan fuertes son los ácidos que las dañan, especialmente en el lomo y en la parte superior de la cañería, pues estos materiales de los que están hechos, como PVC o acero, no están aguantando mucho”, dijo.


La noche de la tragedia de los dos trabajadores, el ingeniero Gustavo Coimbra, docente de la carrera de Ingeniería Civil de la Uagrm, indicó que las aguas negras que transporta el alcantarillado son tóxicas, especialmente porque emiten gas metano que surge de los excrementos humanos, el cual puede hacer perder el conocimiento a una persona, que una vez desmayada y sin auxilio, puede perder la vida.


A su turno, el ingeniero civil Rolando Velasco Selum reveló que en toda red de alcantarillado sanitario se forma en mayor o menor cantidad el sulfuro de hidrógeno o ácido sulfhídrico, el cual tiene olor a huevo podrido, y que en un ser humano, al estar expuesto durante determinado tiempo, puede ocasionar asfixia. 


“Un factor negativo de una red de alcantarillado sanitario es que en su interior se forma sulfuro de hidrógeno, el cual tiene un poder corrosivo y olor desagradable, generalmente ocurren en las tuberías de grandes longitudes por su acumulación excesiva en los conductos sin oportunidad de ventilación, incrementando la demanda de cloro y dejando mayores dificultades para su tratamiento”, anotó Velasco.


Geología
El terreno en que está asentada Santa Cruz de la Sierra es relativamente nuevo pues pertenece al Cuaternario, es decir, es una cuenca nueva formada por erosiones de la cordillera de los Andes compuesta por sedimentos de arena, arcilla y una combinación de ambas.
Para Hugo Heymann, un ingeniero geólogo formado en Alemania, se hace un mal trabajo en el momento de unir los tubos del alcantarillado, lo cual causa infiltración y a la larga se produce el hundimiento del terreno, pues la arena se consume.


“Se ha hecho una mala tarea al instalar el alcantarillado cuya red debe durar más de 50 años. Saguapac tiene que garantizar que la obra es buena, y si surge un problema la cooperativa debe hacer un perfil geoeléctrico que permita determinar dónde está la fuga para curarla con cemento o con arcilla”, explicó Heymann.


Detección
Es muy difícil detectar cuándo una alcantarilla está filtrando para ser arreglada. No sucede lo mismo con los ductos por donde se envían hidrocarburos. 


El ingeniero petrolero Abel Casassa, del sector de Mantenimiento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), diferenció que las cañerías de petróleo son metálicas para presurizar los ductos y así medir la presión. “Si notamos que baja la presión se cierran las válvulas y se corrige el problema; en los tubos de agua, que son de cemento o de PVC, no hay presión, por ello es muy difícil hallar la falla”.


Emilio Vargas, de Saguapac, indicó que es trabajo difícil detectar las filtraciones, especialmente cuando la avenida está cubierta con pavimento rígido (cemento). “Si la calle tiene asfalto se ve un hundimiento, lo cual es señal de una filtración y se cura. De todas maneras, en 2017, comenzamos a monitorear los ductos grandes, entre uno y 1,5 metros, con cámara fotográfica robot, luego se hizo el revestimiento de las paredes de la alcantarilla con geopolímero para alargar la vida. Esta tarea la realizamos en 1.100 metros bajo la radial 26, cuya red es antigua”, acotó.

Saguapac acusa a conexiones cruzadas las averías en tuberías del alcantarillado sanitario

Las tuberías del alcantarillado sanitario no pueden trabajar a presión, es decir, no deben estar al tope de líquidos porque se produce la exfiltración, que es cuando por la fuerza el agua, desde adentro, rompe el ducto. Esta causa es debido a las conexiones cruzadas que hacen en los domicilios, donde los albañiles enchufan a la red el agua de las lluvias.


Emilio Vargas, encargado de medios de Saguapac, explicó que también por causa de la infiltración se arrastra la arena que rodea la tubería, dejando espacios vacíos, los que generan los baches. “Pedimos a los vecinos no hacer este tipo de conexiones, pues hacen rebalsar los tubos en cada lluvia”, agregó.


Por su parte, el ingeniero civil Rolando Velasco confirmó que este tipo de conexiones son las causantes de la destrucción del alcantarillado. “Por negligencia o por ventajas económicas sobrecargan la red, esto debido a la falta de control de Saguapac y de la Alcaldía”.
“La infiltración a través de las juntas o uniones de cañerías, son otra causa del daño, pues si están bien hechas son resistentes a la corrosión y duran mucho más”, agregó.