Los vecinos escribirán la historia de su barrio. Quieren reunirse con la Alcaldía para conocer el proyecto. En esta semana serán convocados por Parques y Jardines

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11 de junio de 2018, 7:05 AM
11 de junio de 2018, 7:05 AM
Desde la pasada semana la junta vecinal del barrio La Ramada comenzó a movilizarse para pedir a la Alcaldía que apresure las obras para que sean abiertas las calles, pues tanto los vecinos como los dueños de tienda deben presentar cédulas de identidad y credenciales para poder ingresar a sus domicilios. Además, piden que no sea cerrada la avenida Grigotá para el paso de micros, aunque apoyan que se disminuya la circulación de 40 a 20 o a 15 líneas para no saturar la vía.


Según los vecinos, el cierre de las calles entre las avenidas Grigotá e Isabel la Católica disminuyó un 30% las ventas, por ello los inquilinos y dueños de tiendas, están pidiendo rebaja en el alquiler.


“El municipio solo habla del mercado La Ramada y no del área de influencia que desde los años 70 es zona comercial, abarcando 70 manzanas de las unidades vecinales 8, 9, 10, 28 y 29. No nos oponemos a que saquen a los ambulantes que desde 1980 se asentaron en las aceras, pero a raíz de ello nos perjudican con el cierre de vías”, reclamó Rubén Angulo, presidente de la junta vecinal.


Eliodoro Paredes (77) llegó de 7 años a vivir al caserío llamado Rancho Grande, que comenzaba a formarse en torno a una arboleda, cuyas ramas daban cobijo a los campesinos que llegaban en carretones de La Guardia, Porongo y los valles cruceños. Se cree que de ahí deriva el término ramada.


Una historia para contar

Los vecinos plantaron una cruz, que fue pintada de verde, cuya fiesta era muy celebrada, con novena, misas y juegos populares, como el palo ensebao, la tarasca y otros.


Melfy Bustos recuerda que la mencionada cruz estuvo en tres lugares dentro de las sendas serpenteantes, que luego, con la llegada del Plan Techint, se transformaron en calles, con aceras y una plaza, que fueron recuperadas por la Alcaldía, a fines de abril.


“Queremos conocer el proyecto de revitalización preparado por la comuna para dar nuestra opinión, porque hasta el momento no sabemos qué pasará con nuestro barrio”, indicó Blanca Saldaña, que es parte de la tercera generación de vecinos que nacieron en el barrio, siendo sus abuelos Modesto Gil y Justa Soleto, que tenían la recordada pulpería San Silvestre.


Otros vecinos, como Guillermo Angulo, Betty Cabrera, Ventura Arteaga, Blanca Melgar, Dorys Romero de Taborga y el veterano Eugenio Vaca (82), aseguraron que se reunirán para escribir la historia oficial de La Ramada. Recordaron que el primer mercado municipal La Ramada se fundó en 1962, al lado del antiguo camal o matadero, el cual data de principios de los 50, siendo trasladado a la Pampa de la Isla en 1965. 


Como la zona fue el sitio natural de carga y descarga de camiones y flotas que hacían transporte al interior del país por la antigua carretera, en los años 70 fue construida la terminal de buses, que hoy ocupa una secretaría municipal y la Gendarmería. “Antes hubo una terminal provisional al lado del surtidor de la familia Rojas, por ello la Grigotá siempre fue la puerta de ingreso a la ciudad”, dijo el dirigente Rubén Rojas.


Proyecto

Roberto Áñez, secretario de Parques y Jardines, señaló que esta semana serán convocados los vecinos para asistir a un taller de sobre las obras que se piensan ejecutar en 40 manzanas, además de la antigua terminal de buses.


“Se está haciendo la limpieza de las 40 manzanas de La Ramada. Ya se hizo la señalización de las calles y la arborización. Seguiremos retirando letreros para disminuir la contaminación visual y aplicar la ley para el pintado de blanco de las fachadas”, concluyó Áñez.