Hay familias que se esmeran en organizar la celebración de la resurrección y otras se suman a la tradición por el gusto al chocolate de los huevitos de Pascua

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20 de abril de 2019, 4:00 AM
20 de abril de 2019, 4:00 AM

Esta noche en los templos se celebra la solemne Vigilia Pascual, y la tradición también mueve el comercio con la venta de huevos de Pascua que se ofrecen a distintos precios, más todavía a quienes les gusta comer chocolates y confites.

Hay hogares como el de Nicol Vaca donde aguardan la solemnidad de esta fiesta. Acostumbran a participar de la vigilia pascual, pero antes preparan todo para que al regresar puedan disfrutar de una cena familiar. Los huevos también son parte de la decoración porque representa el comienzo de una nueva vida.

El comercio se pone a tono y expone las ofertas de huevos de Pascua que se ofrecen desde Bs 1. En los supermercados se han acomodado ambientes para resaltar estos dulces, incluso hay cestos en forma de conejitos, para que se puedan colocar los chocolates.

En los mercados los comerciantes también han surtido sus puestos con este producto, incluso en los lugares donde venden dulces para cumpleaños. La caja de 24 unidades medianas se ofrece a Bs 80, aunque hay bolsitas con huevos más pequeños que cuestan Bs 25, todo depende de cuánto esté dispuesto a gastar.

Hay otros llenos de confites y juguetes, que son la sorpresa para los niños, que salen a Bs 5.

Amanda Tapia, que tiene su puesto en la feria Barrio Lindo, espera buena venta este sábado, que es día de feria. Hace 15 años que ella trabaja con este producto y asegura que vende menos que antes, pero aclara que no es porque la gente haya perdido interés, sino porque hay más competencia. “Los compradores llevan de todos tamaños para hacer jugar a los niños”, señala.

En algunos países, en este domingo de Pascua se acostumbra a esconder dulces en los jardines para que los niños los encuentren, con base en la leyenda del “conejo de pascua”. Dan pistas para que los encuentren.

Esta es una de las tradiciones más extendidas alrededor del mundo, y muchos optan por regalar huevos de dulce o chocolate a los niños y a los amigos.

Una de las explicaciones sobre el origen de esta costumbre, según Catholic.net, viene de los antiguos egipcios, quienes acostumbraban regalarse en ocasiones especiales huevos decorados por ellos mismos. Los decoraban con pinturas que sacaban de las plantas y el mejor regalo era el huevo que estuviera mejor pintado. Ellos los ponían como adornos en sus casas.

Cuando Jesús se fue al cielo después de resucitar, los primeros cristianos fijaron una época del año, la Cuaresma, 40 días antes de la fiesta de Pascua, en la que los cristianos debían hacer sacrificios para limpiar su alma. Uno de estos sacrificios era no comer huevo durante la Cuaresma. Entonces, el día de Pascua salían de sus casas con canastas de huevos para regalar a los demás cristianos. Todos se ponían muy contentos, pues con los huevos recordaban la resurrección de Jesús y el comienzo de una nueva vida.

Hay muchas formas de animar esta celebración en la casa, una de las grandes ideas puede ser fabricar el cirio pascual de la familia, que consiste en una vela más grande de lo común.

Se la puede decorar con papelitos de colores, corazones que representen a cada uno de los miembros. Le pone una cruz en el centro. Y en cada uno de los lados de la cruz, el número que representa el año. Este cirio lo encendemos la noche de la Pascua, y puede acompañar nuestra mesa para la cena.

Sobre la fiesta

El sábado es el día del silencio, de mucha reflexión, pero por la noche en los templos preparan la gran Vigilia Pascual, y se revisten de sus mejores ornamentos, porque es la cima del año litúrgico. La Pascua del Señor recuerda el paso de la muerte a la vida.

En la catedral, la solemne Vigilia Pascual será a las 21:00, y en cada una de las parroquias tienen su propio programa. El domingo de resurrección hay misas en los horarios tradicionales.

El mensaje del papa Francisco para esta Cuaresma fue que “pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales”.