La noche del sábado, el piso donde hubo un acto de colación se hundió. Diez personas resultaron heridas. El rector de la ‘U’ lo califica como un hecho fortuito, provocado posiblemente por la gran cantidad de personas que acudieron al evento

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22 de octubre de 2018, 6:48 AM
22 de octubre de 2018, 6:48 AM

Los familiares y heridos que estaban en el acto de graduación de la Universidad Salesiana, en Camiri, se recuperan paulatinamente del dolor físico y emocional que sienten tras la caída de más de dos metros al subsuelo del salón que antes perteneció a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

No fue donado ni construido por la estatal petrolera con este fin, aclara el rector de la Salesiana, Hugo Cabrera, sino que el predio, que una vez funcionó como división de YPFB, fue comprado por esta institución en el 2000, y desde entonces figura como propiedad de Sociedad Salesiana y Vicariato.

No obstante, al tratarse de un predio particular, los salesianos están asumiendo la responsabilidad del accidente ante una posterior investigación, aunque los heridos consultados no contemplan esta posibilidad.

El accidente ocurrió el sábado alrededor de las 20:30, una vez culminada la colación, cuando estas personas se quedaron para sacarse fotografías y prolongar el grato momento debajo del espacio de unos 10 metros cuadrados, en los que funcionaba una pulpería.

Durante el accidente en su mayoría cayeron de pie, y debido a la altura, no sufrieron mayores daños que golpes y esguinces, según cuentan.

Los universitarios tienen un seguro contra accidentes, pero los familiares acudieron a los seguros que les ofrecían en sus respectivos trabajos.

Ayer, el rector de esa casa de estudios superiores dedicó su jornada a visitar a los 10 heridos de la noche del sábado, y constatar su estado de salud, en los dos centros a los que fueron derivados: Caja Petrolera de Salud (CPS) y Caja Nacional de Salud (CNS).

“Lo primordial para nosotros es primero ver por la salud de los afectados. Ya mañana (lunes) veremos el aspecto técnico para saber qué fue lo que pasó”, dijo Cabrera a tiempo de referirse al hecho ocurrido momentos después de finalizado el acto de colación.

Pudo corroborar que cuatro fueron dados de alta esa misma noche, mientras que en la mañana fue derivada a la Caja Petrolera de Santa Cruz la señora Margarita Copa, que pidió el traslado para una mejor atención, y fueron dadas de alta las niñas Ami Muriel (12) y Michelle Martínez (5).

Yenny Zorrilla, hermana de Lisandro Samuel, acudió para festejar su titulación como auditor, y se encontraba, junto con su hija Michelle, al borde del área que se derrumbó. Muestra la fotografía previa a la caída y lamenta que un momento para el recuerdo haya terminado de manera trágica.

“Cuando se derrumbó el piso mi hermano abrazaba a mi hija y así cayeron. Cuando me recuperé del golpe lo primero que hice fue buscar a mi hija, pero los encontré juntos gracias a Dios”, contó Yenny.

Su hija recibió dos puntos en la parte del mentón y fue dada de alta en la mañana. Su hermano, que no necesitó internación, acudió en la mañana a pedirle disculpas, que ella rechazó.

Para don Luis Calvo (68) no hay nadie a quién exigirle una disculpa. Ni a su hija Janeth, flamante abogada, ni a la universidad que la formó, ni a YPFB, de la que se jubiló hace unos años.

Recuerda que el edificio era una división de la estatal, y que en ese sótano funcionaba la pulpería, y no una carnicería como circuló en redes sociales.

“Es un edificio que tiene más de 40 años, no sé por qué se derrumbó, pero capaz que fue por una filtración de humedad, las cañerías que sacaron se veían podridas”, dijo.

Don Luis puede caminar con cierta dificultad y siente que el dolor en su costilla disminuyó, con relación a la noche de la caída. Los médicos dicen que puede ser una fisura y lo tienen en observación.

Cuatro internados en Camiri

En total quedan cuatro heridos en Camiri, en la Caja Petrolera: Luis Calvo, Ernesto Velarde, Yenny Zorrilla Romero. En la Caja Nacional, René Loayza, del que se cree que puede tener una fractura doble en el brazo. Además de la señora Copa, que fue derivada a Santa Cruz.

En breve contacto con EL DEBER, en la Felcc de Camiri indicaron que concentrarán sus investigaciones en establecer las causas del derrumbe para abrir otras de manera posterior.

El rector Cabrera lo califica como un hecho fortuito, provocado posiblemente por la gran cantidad de personas que acudieron a agasajar a los 23 profesionales de cuatro carreras: Derecho, Educación, Contaduría e Ingeniería en Sistemas.

Reconoció que el incidente puede tener un impacto en la imagen de la institución.

Consultados por este medio, desde la unidad de Comunicación de YPFB puntualizaron que el predio concretó su transferencia mediante ley a esta casa de estudios en 2001.