El director de la Felcc, Jhonny Aguilera, ha relevado al 60% de los investigadores que estaban en la Felcc durante la era de Gonzalo Medina. Dice que era amigo del excoronel y que le provocó tristeza verlo detenido. Apuesta a la gente nueva

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10 de junio de 2019, 20:27 PM
10 de junio de 2019, 20:27 PM

A poco más de un mes después de su salida de la sede de Gobierno y de su arribo sorpresivo a la capital cruceña, en medio del ‘temblor’ que desató la aparición de Pedro Montenegro Paz, Jhonny Aguilera ya comenzó a sentar presencia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).

Vistiendo pantalón jean, saco azul pastel, camisa celeste y zapatillas de color claro, nos recibió en su oficina, el mismo ambiente que utilizó y remozó Gonzalo Medina a lo largo de los más de dos años que estuvo al mando. Luego de atender algunas visitas y recibir los informes diarios de su personal, el director de la fuerza anticrimen del departamento se tomó el tiempo para escuchar, analizar, responder y hablar.

¿Su traslado a Santa Cruz fue traumático?

No esperaba este cambio, no estaba dentro de mis planes trasladarme a Santa Cruz y efectivamente, de alguna manera, nos desvinculamos familiarmente porque tengo a mis hijos que están en edad escolar y ahora se sienten solos, como me siento yo acá, porque todo este tiempo estuve rodeado de mi familia. Sin embargo, la formación y el ejercicio de mi propia función, me brindan una excelente oportunidad, porque hay que entender que Santa Cruz es el departamento más grande del país, el que tiene mayor índice demográfico y por lo tanto, mayor tasa delictiva, por eso, desde un punto de vista personal, esto se convierte en un reto y en una oportunidad.

Usted llegó en un momento de crisis en la Felcc, ¿cómo recibieron al coronel Aguilera?

Hay dos ámbitos, el institucional y el personal. En el primero, yo venía de una unidad que tuvo un repunte en La Paz, con más de 600 operativos y la desarticulación de 300 organizaciones delictivas. Al hacerme cargo de esta unidad, encuentro personal desmotivado, principalmente porque estábamos atravesando una situación de desaliento, producida por una situación que era ajena a la propia institución. Sin embargo, producto de la propia formación y la doctrina que tenemos, entiendo que debemos remontar esa mala situación solo con resultados, más allá de las certificaciones que uno pudiera tener, porque lo que se califica son los resultados de las gestiones. Yo encontré un personal desmotivado, pero con una oportunidad, porque al final de cuentas nos pusieron en el ojo de la tormenta y por lo tanto, sujetos al escrutinio público.

 ¿Pero esa condición aún no ha terminado?

Cierto, pero encontramos la oportunidad de demostrar qué es lo que valemos, qué es lo que sabemos, qué es lo que hacemos. Si no estuviéramos en esta coyuntura, las actividades propias de la Policía serían actividades sin repercusión. Viéndolo desde afuera, a mí me parece que el hecho de estar en los ojos de todos, nos permite mostrarnos.

En un acto público, el ministro de Gobierno dijo que usted y el coronel Gonzalo Medina eran los estandartes de la Policía, pero luego a usted le tocó escoltar, detener y enmanillar a Medina, ¿qué sintió la autoridad y la persona?

(Piensa y calla por unos segundos, luego responde) Bueno, me he sentido incómodo, porque el coronel Medina era mi superior, era mi amigo, a mí me parecía que cumplía su labor de forma seria, profesional y responsable. ¿Qué ha sentido el hombre?, tristeza, pero más allá de la tristeza ha sentido obligaciones que están ya enmarcadas en el cumplimiento propio del deber, entonces se tienen que dejar de lado las situaciones de afectividad para actuar como manda la norma.

¿Usted se siente un estandarte de la Policía?

Al contrario, considero que he sido capacitado por la Policía para ocupar este reto, para ocupar este sitio, que yo no he pedido. Cuando a mí se me designa como jefe de la Felcc de La Paz, estaba en otra unidad, yo no pedí ir a trabajar en la investigación, porque considero que si bien es la oportunidad para demostrar lo que uno se preparó, también es el sitio donde mayor desgaste se produce y si alguien tiene alguna aspiración en su carrera es culminarla de una manera óptima y eso, para algunos, significa vivir en el anonimato, sin generar ni protagonismo ni especulación, entonces, esa es una situación muy cómoda a la que me hubiera gustado acceder, pero que no pude. Me tocó enfrentar este reto y debo hacerlo con lo mejor que puedo, que es con lo que sé. Por eso digo que la Policía me ha preparado toda la vida para esto y digo toda la vida porque he viajado a innumerables países para capacitarme.

Se generó una serie de historias sobre Medina en la Felcc, ¿qué encontró a su llegada?

Hay un sistema de seguridad de ingreso y de salida, destinado principalmente al control de la unidad; no hay ni hubo cámaras en la oficina de Gonzalo Medina. En cuanto a las situaciones vinculadas a sus relaciones que pudiera resultar con otros amigos, no es algo que conozcamos.

¿Pero es cierto que había fiestas en estos ambientes?

Eso es un mito, esa es una mentira y surge precisamente de las circunstancias que han ameritado la intervención, porque todos sabemos que hacer una fiesta en una unidad es peligroso para la carrera, que es lo que en definitiva cuidamos, pero muchas veces se puede convertir en un hecho delictivo.

¿El personal no le comentó nada sobre Medina?

No me enfermo con las situaciones anteriores, eso no me interesa, lo que importa es lo que sucede en mis gestiones.

¿Cuántos nuevos agentes han sido designados a la Felcc?

Se ha relevado a más del 60%.

¿Los nuevos son policías que son de su confianza?

No, es talento humano que ha llegado producto de un destino...

¿No son investigadores que lo acompañaron en sus otras gestiones?

En el caso de los oficiales, yo fui su profesor de investigación criminal en la academia, pero ellos vinieron como producto de su especialización y de su oportunidad. Han venido puro nuevos, 100 nuevos de la última promoción. Estoy seguro que con el devenir del tiempo podremos mejorar nuestra labor. Nuestra forma de trabajo es ser de una disciplina férrea hacia adentro y hacia afuera debemos ser gente servicial, siempre listos para todo. Las nuevas políticas de criminalidad nos obligan a ser Rambo y Dick Tracy a la vez.

 ¿Los agentes están listos para ser Rambo y Dick Tracy?

Vamos a hacerlo y estoy seguro que lo vamos a lograr, se hará aquí. Tenemos que salir a la calle y estar prestos a servir. Aunque la gente no lo apruebe internamente y sienta que está mal, así lo tenemos que hacer y eso a uno le genera paz, le genera orgullo.

Durante este poco más de un mes, ¿ha sentido más piedras en el zapato que palmadas en la espalda por su trabajo?

Igual, igual, 50 y 50. Si no hubiera piedras en el zapato no nos estimularíamos a crecer, si no hubiera retos no creceríamos. Estos comentarios negativos, estas pretensiones de estigmatizarnos, a mí me parecen positivas, porque en algún momento se van a probar los hechos, se tienen que probar…

¿Eso lo deja tranquilo?

Personalmente, por lo menos.

 El DACI es una unidad de la Felcc que estuvo siempre en el ojo de la tormenta en grandes casos, ¿qué pasó con ese equipo?, ¿sigue siendo un pilar en la estructura de la Felcc?

Si.

¿Siguen los mismos oficiales del DACI?

No, en principio replegaron a toda la unidad al Comando Departamental. Luego hemos recuperado a 5 o 6 funcionarios que se encargaban de hacer análisis. Sin embargo, ahora tenemos gente nueva que debe aprender. No tengo el tiempo que hubiera querido, porque tendría paciencia, lo que tenemos que demostrar a la población son resultados e indudablemente las personas que no están capacitadas no pueden mostrar resultados.

¿Cómo ve el problema de la criminalidad en Santa Cruz?

Indudablemente lo que prima aquí son los delitos de oportunidad, aquellos que se vinculan al patrimonio, robo y estafa; además de agresiones sexuales y, encuentro un tercer factor de criminalidad, el delito informal, que son la venta de objetos robados. Me llama la atención el perfeccionamiento del modo de operar de algunos delincuentes, que planifican y organizan su forma actuar.

El segundo elemento está muy desarrollado hacia los grupos juveniles, pero esto está relacionado a los problemas de ausencia de los padres de familia y la falta de control hacia lo hijos. En el caso de los delitos sexuales están relacionados con el poder de los hombres y tienen índices muy altos y eso me llama mucho la atención, ya que no se puede permitir que en una semana se conozcan tres violaciones a menores de edad en una misma zona del departamento.

¿Qué se hará desde la Felcc para combatir la criminalidad que ha descrito?

Tenemos que salir a la calle y tenemos que encontrar a los delincuentes antes de que ellos cometan los delitos. Sin embargo, cuando se hacen estas acciones se nos presenta un problema con la justicia, ya que para abrirles un proceso nos exigen que exista un delito y en realidad la escuela de la prevención situacional que ejecutan con tareas preventivas, en realidad busca evitar la comisión de un ilícito, pero considerando que el involucrado tiene todos los previos a la comisión del hecho, lo que también debería ser considerado por la justicia.

¿No tenemos bandas criminales que actúen en nuestro departamento?

Eso nunca se acaba. Primero hay que entender que el delito tiene un triángulo de componentes, que tienen que ver con gente que esté dispuesta a cometer el delito, una víctima que está proclive al delito y un ambiente predispuesto para este hecho. No podemos bajar la guardia, porque en cualquier momento se puede dar un hecho de magnitud.