Ya son 14 personas, entre familiares y amigos, las que declararon por las investigaciones en el asesinato de Nelson Mauriel. La Policía cree que el crimen está vinculado a un ajuste de cuentas por narcotráfico

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9 de julio de 2019, 13:00 PM
9 de julio de 2019, 13:00 PM

Para la Policía, el vicepresidente de Blooming, Nelson Mauriel Álvarez, ya estaba amenazado de muerte, razón por la cual había tomado sus precauciones adquiriendo un arma de fuego y cuidando que nadie lo siga desde su casa hasta su trabajo. El día de su asesinato (5 de julio) Mauriel pasó en tres ocasiones, a bordo de su vehículo Toyota, por las afueras de su oficina, para verificar que nadie lo esté esperando.

Fueron las imágenes de las cámaras de seguridad de la empresa Sublimarker y de las casas contiguas, que revelaron esta información.

Eran las 17:07 del jueves, cuando el dirigente del club deportivo celeste llegó en su vehículo por la avenida Brasil y dobló a la derecha para ingresar a la calle Coronel Félix Romero, donde se detuvo por un par de segundos y revisó los alrededores de su oficina. Seguidamente siguió su marcha y giró a la izquierda en la calle Cabo Quiroga. Treinta segundos más tarde, recorrió las mismas calles el sicario, a bordo de una moto Bozer, tras los pasos de su víctima.

Mauriel no notó que era seguido y volvió por la Cabo Quiroga, entró a la Coronel Félix Romero y nuevamente pasó sin detenerse en su oficina hasta llegar a la avenida Brasil, donde giró en U, y seguidamente regresó para estacionar su auto debajo de un penoco, frente a Sublimaker.

Después, el asesino volvió al lugar y al parecer verificó que el dirigente se encontraba dentro de su oficina, tras lo cual se retiró del lugar.

El jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz, Johnny Aguilera, dijo a EL DEBER que, Mauriel presentía que le podría pasar algo malo, por lo que hizo un barrido por los alrededores de su trabajo, para ver si alguien lo esperaba o seguía.

Aguilera contó que el criminal volvió en la noche y esperó por 33 minutos que la víctima salga de Sublimarker para poder acribillarlo, con disparos en el tórax y rostro. También resultó herido de bala Sebastian Peña Parada, vicepresidente de marquetin de Blooming, que sobrevivió a cuatro disparos, que no alcanzaron sus órganos internos.

“El crimen duró 55 segundos, tiempo que demoró el antisocial en caminar hasta su víctima y luego huir”, detalló el jefe policial.

La Policía también conoce que el sicario estuvo tras los pasos del dirigente deportivo un días antes, 4 de julio, según información revelada por los testigos.

Se preparó con un arma

Son 14 personas, entre familiares y amigos, los que han declarado por las investigaciones que sigue la Policía. La esposa del fallecido comentó a la Policía que Mauriel cambio su conducta desde el lunes 1 de junio. “El hombre paraba frustrado y en constante oración, como preparándose para algo”, contó Aguilera, jefe de la Felcc.

La autoridad policial dijo que durante el allanamiento a la vivienda de la víctima, se encontró en su habitación un arma calibre 9mm, con la cacerina llena.

La hipótesis que maneja con fuerza la policía es un ajuste de cuentas por vínculos con el narcotráfico y aún se trabaja en la identificación del sicario.

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