Los vendedores legalmente establecidos en los alrededores de los dos mercados revelan que están yendo a la quiebra si las vías siguen cerradas. Los gremiales se han unido a las protestas de los micreros

El Deber logo
9 de junio de 2018, 5:00 AM
9 de junio de 2018, 5:00 AM

Las obras avanzan poco a poco en los alrededores de los mercados Los Pozos y La Ramada, mientras que a los vecinos y propietarios de negocios legalmente establecidos se les acaba la paciencia, porque han visto disminuir sus ingresos. Es por ello que están al lado del transporte público urbano que pide abrir la avenida Grigotá a los micros y que mejore el tráfico por las calles Aroma, Charcas e Isabel la Católica.

De su lado, el municipio hizo conocer que cumplirá los plazos previstos, pero maneja otras fechas de inicio de obras, lo que hace confundir a los vecinos, como en La Ramada, que sostuvieron ayer una reunión con  Hugo Suárez Arana, concejal suplente de Rosario Schamisseddine, de UCS. 

Los Pozos
En la calle Caballero, entre Aroma y Quijarro, no han colocado las nuevas losetas pues recién concluyeron con el arreglo de los canales subterráneos de drenaje. Lo que se ha delimitado es el espacio para la ciclovía, que formará parte del circuito de 16 kilómetros que la Alcaldía tiene proyectado concluir hasta fin de año, la cual pasará por varios parques urbanos cerrados.

El secretario de Parques y Jardines, Roberto Áñez, reveló que en la revitalización del parque El Arenal y su entorno, recién iniciarán trabajos en 60 días, obra que se demorará aproximadamente ocho meses, por ser una intervención mayor. 

“Acerca de las plazas estamos haciendo conocer a los comerciantes el proyecto, porque serán afectadas las casetas azules, tarea que debe encarar la Secretaría de Planificación”, agregó.

Para evitar mayor embotellamiento en la zona, el secretario de Movilidad Urbana, Rolando Ribera, indicó que en las próximas horas será abierta la calle Quijarro, desde la Charcas hasta el primer anillo, donde han terminado los trabajos, aunque continuarán cerradas la 6 de Agosto, Campero, Caballero y Suárez Arana.  

A raíz de estos trabajos, María Colque, que vende ropa en la Caballero, pidió a la comuna que apresure la obra, pues al no ingresar vehículos sus ventas han bajado un 80%. “Estamos trabajando para pagar alquiler y para mis ayudantes, si siguen las calles cerradas vamos a quebrar”, manifestó. 

La Ramada

En esta zona, pese a los trabajos en algunas calles, como la Muchirí, los comerciantes dueños de tiendas y los dueños de casa, manifestaron su descontento por el retraso de las obras. 

“La Alcaldía no avanza en su plan, cerrando las calles sin motivo. Por otro lado, es preciso que se defina el tema de los micros, pues debe ser racional, es decir, si ahora pasan 40 líneas que se limite a 15, o de lo contrario, como en otras ciudades, que sea escalonado el paso, que  una semana entren unos y otra semana los demás para evitar el caos, sin cerrar la Grigotá”, expresó Jorge Arancibia, uno de los pocos vecinos antiguos que quedan en la calle Tundi, cerca de la Cruz Verde.

Johnny Angulo, propietario de una tienda en la Grigotá, indicó que los funcionarios de la comuna no han tenido respuestas para el malestar por el flujo del transporte público. “Ese veto impuesto por Movilidad Urbana está matando la economía de más de 60 manzanas que son parte del área de influencia de La Ramada”, agregó.  

Sin embargo, Rolando Ribera aseguró que una vez terminen de rediseñar la Grigotá no habrá más paso de micros porque son los que congestionan el mercado. “Tenemos el 50% de avance, como ser el pintado de las vías, arreglos de alcantarillas y otros. Hemos comenzado el 21 de mayo y son 30 días calendario, pero el clima nos ha atrasado”, acotó. 

Bloqueos

Ante la negativa de los micreros para reunirse con Ribera, han determinado bloquear seis avenidas principales, el lunes, exigiendo una audiencia con el alcalde Percy Fernández. 

Ribera calificó las medidas de abusivas, por lo que ha pedido a la Policía que se garantice el libre tránsito de personas y de los demás vehículos.

Schamisseddine quiere llevar a la comisión de ética a cahuana y él reta a demostrar denuncias
Se complica la relación entre los concejales de la bancada ucesista, Rosario Schamisseddine y Jesús Cahuana. La concejala Schamisseddine anunció ayer en EL DEBER Radio que está considerando presentar una denuncia ante la comisión de ética a su colega y dirigente gremial por las denuncias públicas que hay en su contra en las que se afirman que supuestamente se encargó de distribuir los puestos a sus asociados en el nuevo mercado minorista La Ramada, pero además, opinó que Cahuana debería dar un paso al costado en la comisión de Defensa Ciudadana para que se someta a una investigación a fin de transparentar la forma de distribución de los puestos de venta en ese mercado.   

Además, la concejala denunció que le negaron la posibilidad de realizar una auditoría técnica de los puestos en el mercado minorista La Ramada bajo el argumento de que ya existe una ley municipal en la que se autoriza al alcalde Percy Fernández para que realice ese estudio de los puestos en ese centro de abastecimiento. 

“No  me permiten levantar datos y ahora con la ley que le autoriza al alcalde a hacer auditorías de los puestos, resulta que nos estamos coartando a los concejales”, advirtió la concejala. 

Frente a ese anuncio, el munícipe Cahuana desafió a su colega, que pertenece a la misma bancada de UCS, a comprobar dichas denuncias y dio por descartada la posibilidad de dejar la presidencia de la comisión de mercados. 

“Al contrario, debo estar ahí para defenderme de lo que se me acusa”, dijo y de inmediato calificó de falsas calumnias las denuncias que hay en su contra con relación a la distribución de puestos en el nuevo centro comercial que construyó la municipalidad para trasladar a los comerciantes que estaban asentados en los espacios públicos de la zona de la antigua Ramada.

Las fricciones entre los dos concejales se evidenciaron la semana pasada, tras la elección de los miembros de la comisión de Defensa Ciudadana, en la que Jesús Cahuana fue electo presidente y a Schamisseddine solo le quedó la alternativa de adscribirse a dicha comisión.
Las denuncias y sospechas surgieron en el sector gremial que lidera Jaime Flores, que reclamó que el nuevo mercado fue ocupado solo por los comerciantes afines a Cahuana.