El último reporte del sector productor de granos refleja una disminución de 434.650 toneladas por ausencia de lluvias. Piden aprobar plan regional de uso de transgénicos

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26 de julio de 2018, 7:00 AM
26 de julio de 2018, 7:00 AM

Feroz. Así, con esa contundencia, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Richard Paz, sintetizó las consecuencias que, por ahora, deja la sequía en campos de producción del departamento cruceño. La disminución de producción de granos continúa imparable, al igual que las pérdidas económicas. En la presente cosecha del ciclo de invierno se dejará de producir 434.650 toneladas de trigo, girasol, maíz, sorgo y chía de las 1.604.200 proyectadas. Estiman que la disminución de este volumen, en valor, representa una pérdida de $us 89.929,500.

De acuerdo con Paz, los indicadores de evaluación sectorial en campo realizados este mes, en la zona este e integrada de la región, reflejan una profundización de los efectos de la sequía en las áreas productivas. De las 913.600 hectáreas sembradas, 487.000 han resultado afectadas por ausencia de lluvias y 23.400 están perdidas.

Fuera de la coyuntura productiva adversa, Paz indicó que este es el momento decisivo para aprobar el uso de la biotecnología para contrarrestar y resistir los efectos del cambio climático y proliferación de plagas y enfermedades en predios agrícolas.

Desde la perspectiva de Paz, Bolivia es un oasis en implementación de tecnología agroproductiva en Sudamérica. Detalló que el sector presentó dos eventos tecnológicos en soya, uno para resistir el ataque de plagas y otro tolerante a la sequía, y que esperan sean homologadas para el ciclo de siembra de verano. Los eventos tecnológicos han sido validados en Argentina.

El máximo dirigente del sector oleaginoso cree que para evitar complicaciones entre sectores productivos del occidente y del oriente el Gobierno debe aprobar un programa de uso de biotecnología regionalizado. “Veo falta de voluntad política”, sentenció.

Otros actores productivos

Para el presidente de la Cámara de Pequeños Productores del Oriente (Cappo), Isidoro Barrientos, en este momento de desastre agrícola y productivo como consecuencia de la sequía es imperativo la aprobación de la tecnología -uso de semillas transgénicas- para evitar los riesgos de pérdidas de cultivos y aliviar la economía desmejorada de los pequeños productores castigados, en los tres últimos años, por factores climatológicos adversos.

Barrientos pidió a los actores de la cadena productiva nacional sentarse a discutir la problemática del agro y las consecuencias del cambio climático para tomar una decisión que permita el uso de biotecnología como una herramienta para reducir costos de producción, frenar el ataque y proliferación de plagas en los cultivos y, lo más importante, ampliar la capacidad de producción y rendimiento en los sembradíos. El dirigente señaló que la propuesta de regionalizar el uso de transgénicos ya fue expuesta en la reunión de las organizaciones sociales y productivas que conforman el Pacto de Unidad.

La secretaria ejecutiva de la Federación de Campesinos de las Cuatro Provincias del Norte Cruceño, Deisy Choque, indicó que el sector se encuentra en alerta naranja por sequía. Refirió que la ausencia de lluvia en campos de producción de la provincia Sara está retrasando la siembra de soya que corresponden al ciclo productivo de invierno. “Si no llueve en unos días habremos perdido la siembra, sobre todo en Santa Rosa del Sara”, acotó.

Respecto al acceso a semillas transgénicas, la dirigente de la organización productiva indicó que el país, sin esta herramienta tecnológica, está en desventaja para competir en mercados externos y que se debe validar, en el cultivo de soya, eventos resistentes a sequía . “Si se hubiera apurado el acceso a eventos resistentes el golpe de la sequía no sería tan duro hoy día”, puntualizó.