En la zona se han perdido casi 1.000 hectáreas de cultivos de maíz, maní y otros productos. Lagunillas se declara en emergencia y aguarda ayuda de la Gobernación y del Gobierno. Amenaza con bloquear la carretera

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8 de enero de 2019, 4:00 AM
8 de enero de 2019, 4:00 AM

Las familias afectadas por la torrencial lluvia caída el jueves en la provincia Cordillera ya alcanzan a 1.000, según un informe brindado ayer por el secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, Enrique Bruno.

Según la autoridad departamental, la Gobernación está desplazando brigadas médicas a los municipios de Lagunillas y Cuevo, que son los más afectados por las inundaciones, para brindarles atención.

Bruno explicó que el gobierno departamental tiene presupuestados Bs 4 millones para atender este tipo de emergencias para todo el año. No obstante, aclaró que la ayuda se canalizará una vez que los municipios se declaren en desastre por inundaciones, tal como establece la Ley 602 de Gestión de Riesgo.

El alcalde de Lagunillas, Héctor Contreras, preocupado por la situación en que se encuentra su municipio, llegó a la capital cruceña con la declaratoria de emergencia bajo el brazo, que fue aprobada el fin de semana.

Según el burgomaestre, datos preliminares indican que son 28 las comunidades afectadas y que las pérdidas alcanzan a casi 1.000 hectáreas de cultivos de maíz, maní y otros productos. Además, unas 50 viviendas reportan daños, incluso algunas se cayeron, mientras que los caminos vecinales a varias comunidades continúan intransitables.

“En la comunidad Ipati están en riesgo cerca de 2.000 habitantes. De persistir la lluvia con la misma intensidad que cayó el jueves, estaría afectando a todo el pueblo”, manifestó Contreras.

Explicó que Ipati está sin el servicio de agua potable, porque el agua se llevó las cañerías.

A las familias damnificadas se les ha dotado de agua potable, colchonetas y algunos víveres, pero se espera que con la declaratoria de desastre, la Gobernación y el Gobierno nacional les envíen ayuda de forma inmediata y se coordinen acciones conjuntas para solucionar el problema.

Causa del desastre

El burgomaestre dijo que el rebalse de las quebradas se debe a la construcción de la carretera Muyupampa-Ipati. Explicó que el problema es que empezaron a mover las tierras en las serranías y esas tierras fueron arrastradas hasta un embalse natural en Ipati, es decir, al atajado que había cerca del pueblo. El sedimento fue llenando el atajado al extremo de que no quedó espacio para almacenar agua. “La lluvia provocó el rebalse de las quebradas, afectando a casas enteras, matando animales y hay intransitabilidad de los caminos”.

Alberto Rojas, presidente de la OTB de Ipati, aseguró que hace cuatro años alertó a la Administradora Boliviana de Carreteras el daño que estaba causando la construcción de la nueva ruta a la quebrada natural y los riesgos, pero no fueron escuchados. “Como OTB estamos dando un plazo a la ABC para que solucione el problema, queremos evitar la muerte de personas, porque en Ipati el 90% de las viviendas están hechas de adobe y la mayoría son de la tercera edad”, manifestó.

Advierten con bloqueo

El alcalde y pobladores de Lagunillas han dado un plazo hasta el jueves a las autoridades de la ABC y de los ministerio de Obras Públicas y de Medio Ambiente para que se presenten en ese municipio y den una solución al problema; caso contrario, amenazan con bloquear la carretera que une el departamento de Santa Cruz con el sur del país.

“Antes no había ese problema, pero ahora que han tapado el atajado el agua de lluvia se viene hacia el pueblo y todo lo destruye. Yo he perdido mis animalitos, chanchos, gallinas, patos. Se han fregado mi cama, mi cocina, mi ropa, necesitamos ayuda”, dijo doña Máxima Ibarra, vecina de la comunidad de Ipati.

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