En el pueblo potosino nadie está seguro; un grupo de periodistas fue agredido. Sobre el crimen en San Julián, el soyero y su esposa no acudieron ayer a declarar

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23 de noviembre de 2018, 4:00 AM
23 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Un día después del doble asesinato en Uncía, donde una parte de la población acabó con la vida de un adolescente de 16 años y un joven de 19, acusados de robar un vehículo, el ambiente y las calles, en el pueblo, todavía están tensas por lo ocurrido.

Las autoridades no le dan garantías a nadie para circular libremente por la población, más aún si algún periodista se aventura a preguntar o a indagar, por los detalles y las razones que provocaron el doble crimen que estremeció al país.

Esta sensación fue experimentada ayer por la mañana por los comunicadores locales y algunos equipos de prensa que llegaron desde Potosí para hacer seguimiento al hecho de sangre, ya que al ser observados por algunos dirigentes de la comunidad fueron correteados a chicotazos, expulsándolos del lugar y prohibiendo que los medios de prensa se presenten en la zona.

Horas más tarde EL DEBER también llegó al lugar y al intentar acercarse al sitio donde mataron a pedradas a los dos muchachos, policías vestidos de civil pidieron que nos retiremos de la zona, porque no había las garantías suficientes para permanecer allí.

“No hay garantías para nadie en este momento”, dijo una autoridad judicial al equipo de 
EL DEBER, en un breve contacto que se logró en un descanso de la reunión que sostuvieron representantes del Ministerio Público de Uncía, los jefes policiales, los jefes militares del Regimiento 21 de Infantería Illimani, las autoridades municipales, algunos representantes originarios campesinos y la comisión de cinco fiscales que llegó ayer desde Potosí.

La reunión se prolongó hasta pasadas las 20:00, pero ante los rumores de que en ningún sitio en Uncía se podía permanecer con ciertas garantías, no se pudo conocer los resultados del encuentro de las autoridades, donde se estaba tratando las acciones que se ejecutarán para identificar a los autores del doble crimen y también para conseguir la tranquilidad del pueblo.

Cuerpos son llevados a Cochabamba

Esta madrugada los cuerpos sin vida de los jóvenes que fueron lapidados en Uncía fueron trasladados hasta su natal Cochabamba, donde serán sepultados por sus familiares. La Delegada de la Defensoría, Vilma Martínez, hizo las gestiones  para que la gobernación de Potosí disponga de una ambulancia para el efecto.

Ambos jóvenes, uno de 19 y el otro apenas de 16 años, fueron lapidados por una turba de comunarios del norte potosino, en Uncia, después de ser acusados por el robo de un vehículo indocumentado.

De acuerdo con un informe extraoficial, se indica que la autopsia realizada a los dos cuerpos establece como causa de muerte, en ambos, un traumatismo craneano abierto, con múltiples laceraciones y con fracturas.

Se conoció también que en principio los restos de los dos fallecidos habían sido llevados hasta la morgue del hospital San Miguel de Uncía, pero ante los rumores de que los cadáveres serían retirados del lugar y luego desaparecidos, las autoridades decidieron llevarlos hasta Llallagua donde existe una mayor garantía para evitar estas acciones.

Soyero no se presentó

Javier Flores Revollo y su esposa Juana Choque Cruz, debían presentarse ayer a declarar en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz. La pareja, que sindicó al brasileño de haber intentado atracarlos fue citada para ayer a las 17:00 en calidad de investigados.

Ayer por la mañana, el comandante Alfonso Siles señaló que la declaración de Flores, que estuvo presente al momento del linchamiento, es clave para ayudar a la identificación de las personas que perpetraron el crimen. Además, consultado sobre si el soyero tiene antecedentes, dijo que lo daría a conocer luego de que el soyero preste declaración.

Una hora después del plazo que tenía la pareja, el fiscal departamental Mirael Salguero indicó que las investigaciones “van bien”, sin dar mayores detalles y señaló que la comisión que indaga el caso deberá evaluar las medidas a tomar ante la no comparecencia de Flores y su esposa.

La fiscal Delmy Guzmán, al salir de la Felcc tras esperar más de una hora a la pareja, señaló que se revisará si no dejaron algún memorial justificando su ausencia.

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