Esta madre originaria de los pueblos chiquitanos, sacó adelante a sus hijos con la venta de tinajas y otros productos

El Deber logo
24 de mayo de 2019, 15:00 PM
24 de mayo de 2019, 15:00 PM

Virginia Banegas, de 70 años, es una de las tantas mujeres chiquitanas dueñas de numerosa prole. En su caso, tiene ocho hijos, todos ya mayores, a los que espera ver en el Día de la Madre sin más regalo que su presencia. Virginia Banegas vive con los suyos en la comunidad indígena de San Rafaelito de Sutuniquiña, cinco kilómetros al sur de San Ignacio de Velasco, la capital de la provincia. Allí, desde muy niña, al ver a su madre, aprendió a elaborar vasijas de barro, labor con la que sacó adelante a sus hijos con la venta de tinajas, cántaros, ollas y otros utensilios.+

Está casada con Agustín Poichee, al que también ayuda en los quehaceres del chaquito que tienen cerca de su humilde vivienda. De trato jovial con los demás, esta septuagenaria cuenta que, pese a las necesidades económicas, ha pasado una vida tranquila, entretenida con sus artesanías y muy apegadas a sus amigas con las que conforma una asociación de artesanas. Habla castellano, pero no se olvida del besiro, su lengua materna