Una clínica oftalmológica entera fue donada al Hospital San Juan de Dios en 2015 por un médico español. Sin embargo, hasta ahora los equipos no han beneficiado a nadie. Los aparatos llegaron al país en dos lotes: el primero estaría en un almacén de los médicos cubanos y el segundo en poder de la Aduana

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20 de febrero de 2019, 6:00 AM
20 de febrero de 2019, 6:00 AM

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En el sector público de salud de Santa Cruz no hay un sistema oftalmológico decente: en el motor económico del país se puede medir lentes, tratar una conjuntivitis y poco más. En 2015, una donación llegada de España pudo haber ayudado a cambiar esa realidad, pero por complicaciones administrativas, lo que debería estar al servicio de la gente se está oxidando en almacenes desde hace más de tres años.

El doctor Javier Pescador es un médico especialista en oftalmología que radica en Murcia (España) y que al momento de jubilarse pudo haber vendido los equipos de su clínica, sacarse un peso de encima y recuperar parte del dinero invertido a lo largo de su carrera. Sin embargo, eligió lo opuesto: donar todos los aparatos y utensilios de su clínica a Bolivia y ayudar en las gestiones para su traslado al país. El equipamiento, que pesa una tonelada y que hace veinte años costaron cerca de 300.000 euros, es suficiente para montar tres consultorios completos de medicina ocular en una ciudad cuyo sistema público de salud no tiene ni uno.

En 2015, luego de que Pescador hiciera los trámites ante el Consulado boliviano en Murcia para entregar el material, una empresa de transporte visitó su clínica para llevarse todo a Bolivia. “Fueron dos personas, levantaban los aparatos con las manos y así calculaban el peso. Pesaron 500 kilos y se llevaron todo a Madrid. Ahí la compañía transportadora lo pesó bien porque iba a viajar en avión y resulta que pesaba más de una tonelada”, explicó el donante en entrevista telefónica con este medio.  Por ese error de pesaje, a partir del cual el Ministerio de Salud había hecho el presupuesto para el envío a Bolivia y desembolsado los recursos necesarios, la carga se tuvo que dividir en dos lotes.

 

El certificado de donación tiene el sello del Consulado de Bolivia en Murcia y fue recibido el 24 de diciembre de 2015  | Foto: Rolando Villegas 

 

El Ministerio de Salud, durante la gestión de Ariana Campero, pagó por el traslado de la primera parte de los equipos y dejó lo demás en Madrid, en un depósito de la transportadora “Bolivia Express 2014 SL”. Más tarde, esa cartera logró un acuerdo con la Gobernación de Santa Cruz para que se haga cargo de recoger la segunda parte de los equipos y disponga de ellos para el Hospital San Juan de Dios. Esa otra mitad del cargamento llegó a Bolivia por vía aérea en 2017. Desde el día de la donación han pasado más de tres años, los equipos están en el país y, sin embargo, no han servido para beneficiar a ningún paciente.

¿Dónde están los equipos?

El primer lote, traído por el Ministerio de Salud, habría ido a parar a un almacén de la Brigada Médica Cubana de Santa Cruz en diciembre de 2015, según Marcelo Ríos, que entonces era gerente del Hospital San Juan de Dios.

EL DEBER se comunicó con el coordinador Departamental de la Brigada Médica Cubana, el doctor Gabriel Díaz, para corroborar si los aparatos están ahí pero no tiene información sobre ellos, puesto que empezó a trabajar después de esa fecha. Sin embargo, se comprometió a hacer las averiguaciones correspondientes.

La segunda parte del cargamento fue retenida por la Aduana regional, según confirmó William Castillo, gerente de esa entidad en Santa Cruz. Castillo indicó que los equipos no fueron liberados “debido a la falta de gestión del personal del Servicio Departamental de Salud (Sedes)” que no habría realizado el trámite de exención tributaria y que es lo único que quedaría para entregarlos. Confirmó que la media tonelada de aparatos médicos está en un almacén del aeropuerto Viru Viru.

La donación estaba destinada para el Hospital San Juan de Dios de Santa Cruz  | Foto: Rolando Villegas / Archivo

Lo que dice la Gobernación

Óscar Urenda, secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz afirma que se pagaron los aranceles y cumplieron con todas las acciones administrativas. “Es un abuso del Gobierno central y de la Aduana, se apropiaron de una donación de buena fe que era para un hospital público”, añadió.

Marcelo Ríos, que actualmente es director del Sedes y durante el proceso de donación y envío de equipos era gerente del Hospital San Juan de Dios, explicó que cuando la segunda parte del material llegó a Bolivia fue detenida en Viru Viru porque no se habrían realizado los trámites correctos. Mientras se hacían las gestiones ante la Aduana nacional, la entidad regional declaró en abandono los seis bultos que contenían la carga. “Demostramos que no estaban abandonados, que estábamos haciendo los trámites, pero los tiempos no son nuestros”, manifestó. A raíz de eso, iniciaron una acción legal ante la Autoridad de Impugnación Tributaria (AIT) y ganaron el proceso. Aún así, los equipos no fueron liberados. “El Ministerio de la Presidencia dio la autorización de despacho pero justo después cambiaron de ministro y la Aduana ya no aceptó la resolución. Pedían que el nuevo ministro lo autorice, no hemos podido avanzar más”, explicó Ríos.

EL DEBER intentó por varias vías comunicarse con personal del Ministerio de Salud de 2015 para tener su versión sobre este caso pero ninguna de las siete cartas enviadas obtuvo respuesta. También se contactó a una funcionaria actual de esa cartera, quien dijo que se elaboraría un informe y, hasta el cierre de esta edición, no dio más información.

El índice de pacientes con problemas de la vista es alto en Santa Cruz, según informó el gerente del Sedes  | Foto: Rolando Villegas / Archivo

Lista de equipos

La donación, que pesa una tonelada, consta de una mesa de exploración giratoria, tres tonómetros de aplanación, autorefractómetros, un monitor acoplado a lámpara de hendidura para poder visionar patologías en directo, dos frontofocómetros, un láser Argón Verde-all, campímetro, un oftalmoscopio binocular, dos campímetros, entre otros aparatos y utensilios.

Los equipos que llegaron al país distribuidos en dos partes no podrían funcionar si no están juntos, según la explicación que dio el gerente del Hospital, Marcelo Ríos. “Si los sacamos ni así funcionarían, hay que juntar los dos lotes para poder armar todo”, indicó.

En tanto, el médico que hizo la donación manifestó que “hay equipos que son muy delicados, algunos llevan gases especiales o espejos” y dijo que a lo largo de este tiempo, no sabe en qué condiciones fueron almacenados ni cómo los mueven. “Son equipos que requieren mucho cuidado”, manifestó y dijo que fueron enviados en excelentes condiciones.