Empate técnico entre el oficialismo de Mauricio Macri y el binomio peronista Roberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Tendrá impacto en la región

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21 de julio de 2019, 8:00 AM
21 de julio de 2019, 8:00 AM

A tres meses de las elecciones generales, el 27 de octubre, y con la posibilidad cada vez más alta de una segunda vuelta, el 24 de noviembre, los argentinos votarán en medio de una fuerte polarización, una inestable situación económica y el riesgo de una confrontación, donde se juega la continuidad del modelo neoliberal impulsado por Mauricio Macri o el regreso a una política de corte social-estatista dominada por el Peronismo, en caso de imponerse el tándem Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Los últimos números de las encuestas reflejan esta división. La consultora Synopsis, una de las más serias, asegura que el binomio FF suma 37,9% contra 33,9% de la fórmula oficialista al mando de Macri, una diferencia de 3,9 puntos, dentro del margen de error que tiene toda encuesta.

En el mismo sentido, las mediciones de las consultoras Ricardo Rouvier & Asociados, ponen al tándem Fernández 4,4 puntos por encima del oficialismo; CIGP, que da 3,38 puntos de ventaja a la pareja peronista y Luis Costa & Asociados, que achica la distancia a 2,8 puntos.

Otras encuestadoras hablan de una diferencia de 7,9 puntos (Córdoba y Asociados) y 13 puntos del consultor Hugo Haime (vinculado al peronismo), todas en favor de la fórmula opositora. Pero las diferencias se fueron acortando en las últimas semanas, en favor de Macri, lo que encendió las alarmas del peronista Frente de Todos El resto de precandidatos quedan lejos en todos los informes, aunque todos ponen en tercer lugar a la pareja electoral integrada por el exministro de Economía Roberto Lavagna y su segundo, el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, con entre el 7,4 y el 9% de los apoyos. También se conoció el informe realizado por Real Time Data, vinculado al oficialismo, aunque en este caso marca un empate exacto en 37% entre las dos opciones y le da el 10% al exministro Lavagna. EL DEBER habló con el historiador argentino Rosendo Fraga, el politólogo brasileño Márcio Aguiar y el analista boliviano Toshiro Miki. “Tenemos entre tres y cuatro meses marcados por la incertidumbre y la polarización, donde no estamos exentos de un riesgo de confrontación”, comentó Fraga. “Vamos necesariamente hacia una política de confrontación entre dos modelos políticos y económicos. El peligro en Argentina hoy es que la polarización puede llevar a hechos de violencia entre partidarios de uno u otro bando, y donde las estructuras partidarias o las organizaciones quedan superadas”, indicó.

Claves para la región

El politólogo brasileño y experto en comunicación política, Márcio Aguiar, remarcó que las elecciones en Argentina serán importantes desde el punto de vista del espectro político no solo en el país, sino también en la región. “Cuando Mauricio Macri fue elegido, comenzó una ola conservadora en América del Sur. Ahora, él será el primero en intentar una reelección y todos los países están interesados en ver si esta ola sigue o va a volver al modelo proteccionista de centroizquierda”, remarcó Aguiar. Macri y Fernández están técnicamente empatados según las encuestas. Por esta razón, al igual que en las últimas elecciones en Brasil, “los dos realizarán muchos ataques y pocas propuestas”. Según Aguiar, Macri le mostrará al votante que votar por Fernández será regresar al pasado de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y el peligro de que Argentina se convierta en una Venezuela. Por otro lado, Fernández mostrará que votar en Macri es aceptar la pérdida de derechos sociales y más ajustes económicos.

“Argentina es el principal socio económico de Brasil en América del Sur y es por eso que el presidente Jair Bolsonaro ya está apoyando a su colega en su reelección. Brasil asumió la presidencia de Mercosur y Bolsonaro aseguró que continuará con la agenda propuesta por Macri en el bloque. Para Bolsonaro, el riesgo de que Fernández gane las elecciones es precisamente en relación con los avances alcanzados hasta ahora, como el acuerdo Mercosur-Unión Europea.

Fernández ya ha dicho que revisará este acuerdo”, señaló. Tanto Brasil como Argentina están alineados con la agenda de la élite global, no por casualidad, Estados Unidos ya ha declarado su apoyo al presidente Macri. La presencia confirmada de Mike Pompeo, Secretario de Estado estadounidense, deja en claro que el propósito es seguir el progreso de la agenda. “Al final, creo que Mauricio Macri ganará en Argentina dada esta alineación, con el apoyo de Bolsonaro y Trump”, aseguró Aguiar

Claves para Bolivia

Las elecciones argentinas no pasarán desapercibidas para la política boliviana, especialmente por la agenda bilateral con temas importantes y sensibles como: el gas, la migración, la seguridad, el narcotráfico, el Mercosur, el comercio, entre otros, explicó el internacionalista boliviano Toshiro Miki. Una semana después de que los bolivianos hayamos asistido a las urnas, la población argentina acudirá el 27 de octubre a un proceso electoral bastante polarizado, entre el macrismo y el kirchnerismo. Independientemente de los resultados electorales, explica el analista, a uno u otro lado de la frontera, existe una agenda bilateral.

“Los objetivos e intereses de ambas naciones se desarrollan en torno a la venta de hidrocarburos, las operaciones por narcotráfico, los flujos migratorios constantes y finalmente, la integración, especialmente del Mercosur”.

“La izquierda o derecha en los gobiernos del vecino país solo tendrá matices diferentes entre estos temas. Es decir, la población argentina demanda gas por necesidad no por conciencia política”, explicó Miki. La diplomacia boliviana, ante el giro a la derecha en la región que se viene dando desde 2015, ha sido bastante pragmática para el contexto. Ante esta situación, la interrogante ¿macrismo o kirchnerismo?, ¿qué es mejor para Bolivia?, se preguntó el analista boliviano. Por ello, “el resultado será prácticamente similar, probablemente, los matices estén relacionados a la integración del Mercosur, de un kirchnerismo más integracionista a un macrismo concentrado en lo exterior del proceso regional”.

Se juega el país

El analista argentino Roberto Anselmino aseguró que, en estas elecciones, “lo que se juega es el futuro del país y sus resultados serán un diagnóstico de la política calamitosa que vive Argentina en las últimas décadas”.

“Los argentinos votarán entre el kirchnerismo y el macrismo, ambos con enormes deudas para la sociedad. Los primeros por la corrupción y la bomba económica que le dejaron al actual presidente y un gobierno que no pudo cumplir sus promesas de cambio y reordenamiento del país.

Le dejaron un país con altos índices de pobreza, un enorme desorden fiscal y un Estado completamente endeudado. Por su parte, la actual gestión no supo desactivar la bomba y empobreció aún más al país”, enfatizó. “La gente no va a votar a favor de uno, sino en contra del otro”, sentenció. En las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 11 de agosto quedarán habilitadas las listas para competir en los comicios presidenciales y legislativos del 27 de octubre. Por la decisión de las principales alianzas de no presentar más de una lista de candidatos a presidente, en agosto no existirá una competencia real, por lo que cada fórmula solo deberá superar el umbral del 1,5 % de los votos requeridos para llegar a la cita de octubre

Cómo será la renovación en el Congreso argentino
El 27 de octubre, además de presidente y vice, los argentinos elegirán con sus votos a 130 nuevos diputados y 24 senadores. La Cámara Baja se renueva de a mitades -una en las elecciones de medio término y la otra junto con las presidenciales- mientras que la alta lo hace de a tercios, debido a que los mandatos de estos legisladores duran seis años.

La otra diferencia entre ambas radica en que en Diputados cada jurisdicción -las 23 provincias y la ciudad- tiene una cantidad de representantes que guarda proporción con su población; pero en el Senado a cada territorio le corresponde la misma cantidad de representantes: tres. A pesar de que los comicios todavía se encuentran a más de tres meses de distancia, las nuevas alianzas que se formaron de cara a las elecciones presidenciales ya comenzaron a alterar la fisonomía de los distintos bloques en el Congreso. La designación de Miguel Ángel Pichetto como candidato a vicepresidente del oficialismo y la vuelta de Sergio Massa al kirchnerismo son los principales exponentes de esto. La partida de Pichetto hacia Juntos Somos el Cambio generó un cisma en el bloque de Argentina Federal. Mientras que la mayor parte de sus miembros tomó partido por el nuevo Frente de Todos, el candidato a vicepresidente formó su propio bloque con dos senadores del PJ- el ex presidente Carlos Menem y Carlos “Camau” Espínola- Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino, y Carlos Reutemann. Al menos hasta el 10 de diciembre, esto dejaría al bloque oficialista con 29 senadores